Dioses del Olimpo: Neptuno, Mercurio, Juno, Apolo, Diana, Baco y Proserpina

La Fuente de Neptuno

Aquí podemos observar la fuente de Neptuno. Neptuno es uno de los grandes dioses del Olimpo. Junto con sus hermanos Zeus y Plutón, se reparten el poder. A Neptuno le corresponde el mar, a Plutón el inframundo y a Zeus el Cielo y la Tierra. Neptuno tiene también el poder sobre las olas y los lagos, puede hacer brotar manantiales y provocar tempestades; sin embargo, los ríos tienen sus propios dioses.

Neptuno participó durante un año con Apolo en la construcción de los muros de la ciudad de Troya. El rey de Troya, que entonces era Laomedonte, no les quiso pagar lo que habían acordado y, como castigo, Neptuno envió un monstruo que se dedicó a destruir la ciudad hasta que Hércules lo mató. A partir de ahí, Neptuno odió la ciudad de Troya. Neptuno disputó con Atenea quién se convertía en protector de la ciudad de Atenas. Neptuno golpeó con su tridente una roca, brotando allí una fuente de agua salada, mientras que Atenea hizo crecer un olivo. Se formó un tribunal integrado por Zeus en el que se consideró vencedora a Atenea, dándole así nombre a la ciudad y quedó como protectora.

Neptuno tuvo varios amores. Sus hijos casi siempre eran gigantes, malos y violentos, mientras que los hijos de Zeus eran héroes que procuraban hacer el bien. Su esposa se llamaba Anfitrite y con ella tuvo un hijo llamado Tritón, que se convirtió en su mensajero. Anfitrite, a la que raptó con ayuda de un delfín, desempeña junto con Neptuno el mismo papel que Hera junto a Zeus y Proserpina junto a Plutón.

Neptuno es el padre del cíclope Polifemo y de Pegaso, el caballo alado que nació de la cabeza de Medusa cuando murió decapitada por Perseo.

También se relaciona a Neptuno con el toro. Neptuno envió un toro al rey Minos de Creta para que lo sacrificara, pero debido a la belleza del animal, Minos lo sustituyó por otro y, como castigo, Neptuno hizo que Pasífae, mujer de Minos, se enamorara del toro y con él engendró al minotauro, al que Teseo mató.

A Neptuno se le suele representar con el tridente y subido en un carro rodeado por peces y delfines y tirado por caballos que, al entrar al mar, se convierten en marinos.

El Mito de Mercurio

Aquí se representa el mito de Mercurio.

Mercurio es hijo de Zeus y Maya. Nació en una cueva situada en el monte Fileno y, al poco de esto, se escapó de la cuna y fue a Tesalia, donde estaba su hermano Apolo cuidando un rebaño del que Mercurio robó una parte. Según unas versiones, después ató una rampa a la cola de los animales para borrar el rastro. Según otras, colocó unos zuecos a los animales a los que, atravesando Grecia, llevó hasta una cueva situada en Pilos.

Solo un anciano llamado Bato vio lo que Mercurio hizo y este compró su silencio. En Pilos, Mercurio sacrificó a dos de los animales, ocultó al resto y regresó a la cueva donde había nacido y allí encontró una tortuga. Inventó la lira con el caparazón de este animal y utilizó como cuerdas los intestinos de los animales que había sacrificado. Apolo se dedicó a buscar el ganado que Mercurio le había robado. Llega a Pilos y allí se encuentra con Bato. Según unas versiones, fue Bato el que le indicó dónde estaba escondido el ganado y, según otras, lo averiguó el propio Apolo, ya que tenía poderes adivinatorios. Apolo se dirige a Fileno, le cuenta a Maya lo que su hijo había hecho y esta lo niega todo y le muestra al niño que estaba acostado. Apolo solicita entonces que intervenga Zeus y este manda a Mercurio devolver lo que ha robado, pero Apolo, que había visto y oído la lira, la cambió por el ganado. Algún tiempo después, Mercurio inventa la flauta. Apolo la quiso y le ofreció a cambio el cayado de oro que tenía unas serpientes entrelazadas y que utilizaba para guardar los rebaños.

Mercurio, además, le pidió que le diera lecciones para poder adivinar el futuro. Apolo aceptó el trato y, desde ese momento, el cayado de oro se convierte en uno de los atributos de Mercurio y pasa a llamarse Caduceo.

Mercurio es el protagonista solo en estos mitos relacionados con su infancia, aunque suele aparecer en muchos otros como personaje secundario. Por ejemplo, es el que conduce a las diosas en el Juicio de Paris, el que entrega a Baco a las ninfas para que lo cuiden, el que mata a Argos mientras vigilaba a Io por encargo de Zeus y el que acompaña a Zeus cuando va a seducir a Alcmena después de haber adoptado el aspecto de Anfitrión. Acompaña también a los muertos al inframundo, protege a los comerciantes y ladrones y guía a los viajeros por los caminos.

Se le representa con un gorro que se llama Pétaso, con el caduceo y con unas sandalias aladas.

Juno y Argos

Aquí se representa el mito de Juno y Argos.

Zeus se enamora de una joven llamada Io, que huye en cuanto escucha su voz. Zeus cubre la tierra con una densa niebla que detiene a la joven y la seduce. Muy pronto, Hera sospecha que Zeus la está engañando, por eso, Zeus transforma a Io en una ternera, pero Hera, no contenta con esto, le pide la ternera como regalo y, para custodiarla, pone a Argos, que tenía cien ojos; cuando dormía, cerraba cincuenta y el resto se quedaban vigilando. Zeus quiere ayudar a Io y envía a Mercurio a matar a Argos. Mercurio se viste de pastor y, cuando llega donde está Argos, duerme con el sonido de la flauta los cincuenta ojos que estaban despiertos. Después, le corta la cabeza con la cimitarra. Hera recoge, en agradecimiento, los cien ojos de Argos y los coloca en la cola del pavo real. La muerte de Argos no libera a Io, pues Hera envía un tábano que se pega a su cuerpo. Io, enfurecida, sale huyendo y, tras atravesar Grecia, llega a Egipto, donde recobró su forma humana y tuvo un hijo de Zeus llamado Épafo.

En primer plano vemos a Argos muerto y el arcoíris que observamos al fondo es el atributo de Iris, mensajera de los dioses, que estaba también al servicio de Hera, representada en su carro en el momento de arrancar los ojos de la cabeza de Argos.

Apolo Persiguiendo a Dafne

Apolo es hijo de Zeus y de Leto y hermano gemelo de Diana. Hera, esposa de Zeus, cuando Leto estaba embarazada, prohibió que se le ofreciera un lugar para que sus hijos nacieran. Debido a esto, Leto iba errante de un lado a otro hasta que Delfos, una isla flotante y estéril, la acogió porque nada tenía que perder. A partir de entonces, la isla quedó fijada al fondo del mar por cuatro columnas. Apolo fue identificado con los astros que rigen el día y Diana con los que rigen la noche. Ambos eran representados con arco y flechas.

Apolo intentó conquistar Delfos, centro espiritual de Grecia. Allí había un oráculo custodiado por una serpiente llamada Pitón, a la que Apolo atravesó con sus flechas, la mató e hizo un trípode con su piel en el que se sentaban las Pitias, sacerdotisas que custodiaban el oráculo. A partir de entonces, Apolo se convirtió en portador de los oráculos divinos. En otra ocasión, Apolo se enamoró de Dafne. Debido a que Apolo se burló de Cupido, este lo castigó y lanzó unas de sus flechas de oro contra él, provocando el amor a Dafne, mientras que a ella le lanza una flecha de plomo que hace que rechace a Apolo. Dafne huye, reclama la ayuda de su padre y, cuando Apolo la va a alcanzar, se convierte en laurel (Δάφνη en griego quiere decir laurel).

En ocasiones, Apolo concede poderes proféticos a otros. Así ocurrió con Casandra, hija del rey Priamo de Troya, de la que Apolo estaba enamorado. A pesar del regalo, Casandra no quiso ningún tipo de relación con él y, como ya no podía quitarle los poderes, hizo que ninguna de sus predicciones fueran creídas a pesar de ser ciertas, por eso, sus advertencias sobre la caída y destrucción de Troya no fueron creídas por nadie.

La función más importante de Apolo es el patrocinio sobre las artes y, en especial, sobre la música.

Cuando estaba como pastor, una parte de su ganado fue robada por Mercurio y, al ir a recuperarla, vio que Hermes había inventado la lira y le gustó tanto que la cambió por los rebaños. En otra ocasión, Hermes inventó la flauta y Apolo la consiguió a cambio del caduceo y de enseñar a Hermes el arte de adivinar el futuro.

Debido a que la adivinación estaba considerada como un método curativo, Apolo pasó a ser también dios de la medicina. Se le atribuye la paternidad de Asclepio, a quien sacó del vientre de su madre después de quemarla por haberle sido infiel y lo puso bajo la tutela del centauro Quirón, el cual tenía tantos conocimientos de medicina que podía incluso resucitar a los muertos.

Apolo es también un dios vengativo. Mató a los hijos de Niobe por ofender a Leto. Niobe tuvo muchos hijos y pretendía que se le rindiera el culto que se tributaba a Leto, que solo había tenido a Apolo y Diana. Leto se enfadó y pidió que sus hijos se vengaran. Las flechas de Apolo mataron a los hijos y las de Diana a las hijas.

Apolo es también el dios de la belleza y se le representa, además de con las flechas, la lira y una corona de laurel.

Diana de Versalles

Apolo es hijo de Zeus y de Leto y hermano gemelo de Diana. Hera, esposa de Zeus, cuando Leto estaba embarazada, prohibió que se le ofreciera un lugar para que sus hijos nacieran. Debido a esto, Leto iba errante de un lado a otro hasta que Delfos, una isla flotante y estéril, la acogió porque nada tenía que perder. A partir de entonces, la isla quedó fijada al fondo del mar por cuatro columnas. Diana nació primero y después ayudó a nacer a su hermano.

Diana permaneció siempre virgen. Vive en los bosques acompañada de otras jóvenes y solo se divierte cazando. Al igual que Apolo, va armada con un arco, que utilizaba contra los humanos y los ciervos. Una de sus primeras hazañas fue matar a los hijos de Niobe. Niobe tuvo muchos hijos y pretendía que se le rindiera el culto que se tributaba a Leto, que solo había tenido a Apolo y Diana. Leto se enfadó y pidió que sus hijos se vengaran. Las flechas de Apolo mataron a los hijos y las de Diana a las hijas.

Interviene también en la muerte de Acteón, un cazador al que había educado el centauro Quirón. Cuando Acteón estaba de caza, vio que Diana estaba desnuda bañándose con otras jóvenes en un manantial. Diana se enfadó con él, lo convirtió en ciervo e hizo que los 50 perros que le acompañaban en la caza lo devoraran sin conocerlo. Estos perros lo buscaron luego por el bosque y Quirón, para consolarlos, hizo una estatua de Acteón.

Se le atribuye también a Diana el haber dado muerte a una ninfa llamada Calisto, a la que, después de haber sido seducida por Zeus, mata con una flecha a petición de Hera.

Una vez, envió un enorme jabalí a Calidón, ya que el rey se le había olvidado ofrecer un sacrificio a Diana cuando a todos los demás dioses ofrecía sus primeras cosechas. En otra ocasión, Agamenón había cazado un ciervo mientras esperaba que soplara el viento para poder dirigirse a la guerra de Troya. Tras cazar al ciervo, afirmó que ni la propia Diana podría haberlo matado mejor. Diana hizo que no soplara viento, entonces, el adivino Tiresias explicó el motivo de eso y dijo que la única forma de solucionarlo era sacrificar a Ifigenia, hija de Agamenón, en honor de Diana, pero la diosa finalmente no aceptó el sacrificio de la joven. Según unas versiones, la sustituyó en el último momento por una cierva. Según otras, cuando Agamenón iba a sacrificarla, Diana la transformó en cierva.

Los atributos de Diana son el arco, el ciervo y la luna.

Baco

Baco es hijo de Zeus y Sémele. Cuando Hera se enteró de la relación entre Zeus y Sémele, le dice a esta que le pida a Zeus que se le apareciese en toda su gloria. Zeus, por su parte, prometió a Sémele concederle todo lo que le pidiera y, para cumplir su promesa, tuvo que acercarse a Sémele con rayos y truenos y ella murió carbonizada. Sémele estaba embarazada y, entonces, Zeus sacó al niño y lo cosió en su muslo. Cuando Baco nació, fue entregado por Mercurio ante su tía, Ino, para que lo cuidara, pero Hera la volvió loca y mató a sus propias hijas, entonces lo llevó junto a unas ninfas que lo cuidaron hasta que creció. Siendo adulto, inventó la vid y se dedicó a recorrer el mundo para enseñar a los hombres el cultivo de la vid y la fabricación del vino. Iba con un cortejo que lo acompañaba. De ese cortejo formaban parte las sacerdotisas de su culto, que se llamaban Bacantes o Ménades, los sátiros y un dios llamado Pan. A los sátiros se les representa con cuernos, orejas y patas de macho cabrío. El dios Pan fue el inventor de una flauta formada por varias cañas. Aparecía repentinamente asustando a los pastores y provocando estampidas del ganado, por eso, al miedo producido por este dios se llamó pánico. Las fiestas organizadas en su honor se llamaban bacanales y de las partes recitadas de su culto se dice que surgió el teatro.

Una de las actuaciones más destacadas de Baco la relata Eurípides en su obra Los Bacantes. Cuenta Eurípides que en la ciudad de Tebas, un primo de Baco que se llamaba Penteo, era hijo de Ágave, hermana de Sémele. Penteo estaba en contra del culto que Baco enseñaba en un monte próximo a las mujeres de Tebas. Acudió entonces Penteo a pedir las bacanales en el momento en el que los participantes estaban en pleno frenesí y su madre, Ágave, lo confundió con un animal y lo despedazó.

Su culto se implantó en Grecia y Baco finalmente descendió a los infiernos y rescató a su madre, llevándola al Olimpo.

Es el dios del vino, la fiesta y el teatro. Se le suele representar con un racimo de uvas y una gana cubierta con hojas de parra.

– 22. El Rapto de Proserpina

Proserpina es hija de Zeus y Ceres. Ceres, Zeus y Plutón son hijos de Cronos y Rea. En el reparto de poderes que hacen los dioses, a Plutón le corresponde el inframundo, que estaba dominado por el fuego y cuya entrada vigilaba Cerbero, el perro de tres cabezas. Tenía su palacio allí, al que nadie podía entrar excepto él y, más tarde, su esposa.

Era un dios con barba y tenebroso. No era la muerte, sino el rey de la muerte y pocas veces iba al Olimpo, ya que sus ocupaciones se lo impedían. Pretendía tener una esposa, pero no sabía si la elegida querría vivir en su palacio.

El rapto de Proserpina es un acontecimiento muy importante en la mitología de este dios. Estaba Proserpina con otras hijas de Zeus cuando su tío Plutón la vio, se enamoró de ella y la raptó. Según unas versiones del mito, Zeus lo ayudó. Según Ovidio, en su obra Metamorfosis, Plutón se enamoró de la joven por las flechas de Cupido.

Un día en el que Proserpina estaba mirando unas flores, Plutón hizo brotar una flor de gran belleza. Proserpina se acercó a mirarla, se abrió la tierra y apareció Plutón, que se llevó a la joven a su palacio. Parece que el encuentro tuvo lugar en Sicilia.

La desaparición de Proserpina provocó gran tristeza en su madre, que se dedicó a viajar por toda la tierra buscándola. Durante nueve días y nueve noches viajó Ceres sin tomar alimento ni descansar, con una antorcha encendida en cada mano, buscando a su hija. Cuando se enteró del rapto de su hija, bien por el sol o por una ninfa (según las versiones) de que la habían raptado, pidió ayuda a Zeus.

Proserpina vive feliz con su marido, Zeus, pero la tristeza de la madre hace que desaparezcan las cosechas de la tierra. Zeus interviene y, por medio de Hermes, ordena a Plutón que la devuelva, pero esto ya no era posible porque Proserpina había tomado granada y quien hacía esto estaba vinculado definitivamente a los infiernos. Para contentar a todos, Zeus estableció un reparto del tiempo, donde Proserpina pasaría parte del año con su madre y parte con su marido. Se originan así las distintas estaciones del año, según la alegría o la tristeza de Ceres por la presencia o ausencia de su hija.

Pintura

En el centro de la obra, Plutón aparece en su carro llevando en sus brazos a Proserpina, a la que ha sorprendido cogiendo flores que aparecen en una cesta a sus pies. Alrededor de Plutón aparecen dos cupidos y a la izquierda del cuadro aparece Atenea, Venus y Diana intentando impedir el secuestro.

Escultura

Podemos observar a Plutón, Proserpina y, a sus pies, el perro de tres cabezas, Cerbero.