La Atenas del Siglo V a.C.: Esplendor y Decadencia
El siglo V a.C. marcó la época de mayor esplendor para Atenas, un periodo en el que florecieron la democracia, la filosofía y las artes. En esta época coincidieron importantes personajes como Sófocles, Aristófanes y Heródoto, entre otros. Para muchos, se trata de la verdadera edad de oro de la humanidad. Bajo la dirección de Pericles, Atenas se convirtió en la potencia hegemónica del Mediterráneo oriental tras su victoria sobre los persas.
Sin embargo, todo esto cambió con las Guerras del Peloponeso (431 a.C.). Atenas decidió que era el momento de derrotar a su tradicional rival, Esparta, que representaba un ideal de sociedad jerarquizada. Pericles ideó una estrategia que consistía en reunir a todos los habitantes del Ática en Atenas. La acumulación de la población provocó un brote de peste de la cual Pericles fue víctima (430 a.C.).
A partir de este momento, Atenas fue perdiendo las señas de identidad que la habían convertido en modélica y temible. Su economía quedó muy debilitada, las condiciones de vida empeoraron y las diferencias sociales aumentaron. Los sucesores de Pericles estuvieron muy por debajo de este. Después de más de 25 años de guerra, Esparta derrotó a Atenas y le impuso condiciones muy duras, como el gobierno de los Treinta Tiranos. En él intervinieron familiares y amigos de Platón, que le invitaron a formar parte, pero este se negó por la crueldad que mostraron. La democracia se reinstauró (403 a.C.), pero se trató de un ordinario simulacro de la anterior democracia. En este contexto se produjo la condena a Sócrates (399 a.C.), maestro de Platón.
Tebas y Atenas llegaron a formar una segunda Confederación Ateniense, pero el desenlace final fue la derrota de las polis griegas en la batalla de Queronea (338 a.C.), que terminó con la independencia de las ciudades-estado y dio origen al imperio macedonio de Alejandro Magno.
Transformaciones Culturales y el Surgimiento de la Filosofía Platónica
En estas circunstancias de desorden se desarrolló un cambio en la cultura griega. La escultura abandonó su carácter solemne y ornamental, y tendió a plasmar los sentimientos. En literatura apareció la biografía y la prosa ganó terreno frente a la poesía. La tragedia se aproximó al lenguaje cotidiano y representó temas actuales en los que importaba más el perfil psicológico de los personajes que la acción. El naturalismo psicológico y el acercamiento a la realidad sustituyeron al tono heroico-trágico anterior.
Cercana a la fundación de la Academia platónica es la Escuela de Isócrates. Ambas combatían por la hegemonía espiritual en la educación y la cultura. En la Academia, el ideal educativo se fundamentaba a partir de la filosofía, mientras que en la Escuela giraba sobre la retórica. Platón escribió poemas y tragedias, que rompió cuando conoció a Sócrates y decidió dedicarse a la filosofía. Pero conservó el gusto por la palabra y la dramatización, como observamos en sus diálogos. Además, mostró interés por las matemáticas y la astronomía. Sus conferencias sobre el bien provocaban decepción debido a que la mayor parte del tiempo hablaba de matemáticas.
Platón vivió en circunstancias históricas convulsas. De alguna manera, su filosofía es una respuesta a la decadencia y el desorden que le tocó vivir. Atenas se desmoronaba. ¿Cómo era posible haber llegado a esta situación después del esplendor? Platón creyó encontrar la causa en la ignorancia de los ciudadanos y gobernantes acerca de qué es la Justicia. La única forma de mejorar era la educación filosófica de los gobernadores. Para Platón, su preocupación prioritaria eran los asuntos políticos y su interés por la filosofía era secundario, utilizada como medio para instaurar un Estado justo.
Influencias Filosóficas en el Pensamiento de Platón
El primer maestro de Platón fue Crátilo, discípulo de Heráclito, por lo que tomó de este último la concepción del mundo sensible como algo que fluye continuamente. La diferencia fundamental es que para Platón se trataba de un mundo que no era real y para Heráclito sí lo era. Parménides también influyó en Platón, ya que podemos decir que las ideas platónicas poseen los mismos rasgos que el Ser de Parménides. La epistemología platónica también tiene a Parménides como precedente, con su vía de la verdad y la opinión, la primera reservada a la razón y la segunda a los sentidos.
Del pitagorismo emana la importancia de las matemáticas en la filosofía de Platón, además de la creencia de la inmortalidad del alma, la doctrina de la reencarnación, la concepción dualista del hombre y la consideración del cuerpo como sepulcro. Platón también tomó de Anaxágoras la concepción de una causa final en la constitución del universo, pero expresó su decepción al comprobar que Anaxágoras, a la hora de explicar los procesos naturales, no recurría a la inteligencia ordenadora sino sólo a causas mecánicas. La concepción de la materia en Platón es básicamente la misma que la de los atomistas: caótica, informe y eternamente en movimiento.
Sin embargo, la influencia mayor viene determinada por Sócrates. Todo el pensamiento platónico está teñido de socratismo: intelectualismo moral, valoración de la razón frente al mundo cambiante de las opiniones, la concepción de la filosofía como permanente diálogo, la preocupación por la política y la educación. Su teoría de las ideas es una extensión y radicalización de la convicción socrática de que existen esencias universales.
Los Diálogos de Platón y la *República*
El Sócrates que aparece en los diálogos defiende ideas más allá de su filosofía, aparece como protagonista en la mayoría de estos como reconocimiento de Platón a su maestro. Platón presenta hostilidad a los sofistas, ya que defienden posturas contrarias. Mientras que la educación de uno es gratuita y la otra cobra, los sofistas recurren a largos discursos y comentarios de textos, y Platón y Sócrates recurren al diálogo como único método de enseñanza.
Se suelen reconocer cuatro periodos en la filosofía platónica:
- Diálogos de juventud o socráticos
- Diálogos de transición
- Diálogos de madurez
- Diálogos de vejez
La República se considera el diálogo más importante de Platón. Si exceptuamos el libro I, que pertenece al primer periodo, la República corresponde a la etapa de madurez, en los que aparecen los temas más característicos del pensamiento platónico. La República consta de 10 libros escritos durante más de 20 años, que se dividen en 5 partes. Respecto al fragmento que comentamos, el final del libro VI y el principio del libro VII, constituyen la parte más importante de la obra. Posee un carácter unitario. Su cometido central es concretar qué tipo de preparación han de recibir aquellos que vayan a gobernar. La respuesta que se da es que deben poseer el saber más elevado, el conocimiento del Bien. Por esto, Platón se ve obligado a analizar la idea del Bien y el procedimiento para alcanzar su comprensión (dialéctica). Con este fin, utiliza un lenguaje rico en presencia de imágenes y símbolos. Los dos principales interlocutores en estos fragmentos, y los únicos que hablan con Sócrates, son Adimanto y Glaucón.