El Teatro Griego: Historia, Temas y Elementos Formales

Atenas, cuna del teatro

Atenas, la ciudad-estado democrática por excelencia, produjo y patrocinó el teatro. Consecuencia de esa protección que el Estado dispensó al nuevo arte es la aparición de grandes dramaturgos, como Sófocles, Ésquilo, Eurípides o Aristófanes, así como el paulatino enriquecimiento de los temas dramáticos.

El teatro griego se presenta como una fusión de elementos: poesía lírica popular, leyenda heroica y rituales miméticos, particularmente dionisíacos. Los temas representados, relacionados con los grandes problemas del hombre, hacen también del teatro una prolongación de la Filosofía.

Y en cuanto a la comedia, aunque en sentido amplio pudiese conocerse en todo el mundo griego, fue también en Atenas donde terminó por constituirse en una modalidad especial del drama.

Características religiosas

En las fiestas que cada año se celebraban en Atenas en honor de Dionisos, las Leneas en enero y las Grandes Dionisíacas en marzo, había representaciones de tragedia y de drama satírico a partir del año 535 a.C., y de comedia a partir del 485.

Las representaciones, organizadas por el Estado en forma de concurso, eran parte de la fiesta religiosa, del culto. Sufragaban los gastos, ciudadanos ricos, uno por poeta, llamados coregos. El estado pagaba la entrada a los ciudadanos pobres.

Temas de la tragedia griega

Bajo la forma del mito tradicional, los poetas podían expresar ante su público los grandes temas de la vida humana, desde una perspectiva atemporal. Todo en la tragedia es majestuoso y solemne. Representados a través de los héroes míticos, aparecen el problema de la inocencia o culpabilidad humana, la desmesura (hýbris), la sabiduría divina y humana, la malicia o la justicia divina y el destino humano, sometido al poder de los dioses.

La tragedia se centra en un momento grave, decisivo, de la vida humana o de una comunidad, que sufre por angustia. En el Edipo Rey de Sófocles, Tebas es víctima de la peste y la ciudad pide a Edipo que la salve. Tebas es liberada de la epidemia, pero a costa del horror, la desgracia y la muerte. Edipo descubre que él es el causante involuntario. Se ciega, y marcha al exilio. En Los siete contra Tebas de Esquilo, Tebas es liberada de su asedio al precio de la muerte de los dos hermanos, Etéocles y Polinices.

El héroe de la tragedia es excesivo y soberbio. Su arrogancia le atrae la ira divina. La tragedia, pues, es una lección de moderación e invita a la purificación (kátharsis) a un pueblo temerario como era el ateniense.

Temas de la comedia griega

La comedia, aunque tiene muchos puntos en común con la tragedia, presenta muchas diferencias. La acción suele ser inventada, pero no inspirada en hechos pasados, sino en temas de actualidad. También la comedia escenifica la salvación de una situación de opresión, pero siempre ocurre por medios fantásticos. El héroe cómico logra con sus astucias sacar adelante sus planes y la acción concluye felizmente.

Los comediógrafos hacen uso de una libertad mayor, temática o estilística. Con tal de mover a la risa, no se salvan ni los propios dioses. Incluso se podían permitir sus chanzas contra personajes reales.

Elementos formales del teatro griego

El teatro griego es una especie de ballet con coro y con actores, que representan personajes independientes con uso de máscaras. Todos ellos cantan, si bien los actores comúnmente recitan, también en verso, y no danzan.

En el teatro más antiguo, como se observa en las obras de Ésquilo, los actores individuales eran sólo dos, que alternaban los personajes con el uso de máscaras. La máscara, además de servir para caracterizar personajes, amplificaba la voz de los actores, como una bocina.

El coro tenía un corifeo, que dirigía sus movimientos de danza e iniciaba su canto. Recitaba antes y después del coro y dialogaba en nombre del coro con el actor que llegaba. También podía cantar el actor y recitar el corifeo. En cualquier caso, en estas posibilidades dialógicas se basaba el agón (agōn).

El agón es un enfrentamiento dialéctico en el que cada uno de los que intervienen defiende su punto de vista. Puede darse entre el coro y el actor, entre dos actores o entre dos semicoros acompañados de sendos actores.

La lírica coral podía expresar desde la alegría más desenfrenada hasta las más amargas lamentaciones, dentro de un lenguaje influido por los himnos y plegarias del culto a los dioses.

En Ésquilo, el coro está íntimamente ligado a la acción. Pero, en general, su función consiste en hacer una especie de comentario a los hechos representados en un tono más exaltado que el de los actores.

El papel del coro fue disminuyendo gradualmente con el tiempo, hasta que Eurípides lo redujo en muchas de sus obras a poco más que un interludio musical.

La representación teatral

Las principales partes de una representación son las siguientes. En primer lugar, el prólogo (prólogos); sigue, el párodo (párodos), con la entrada del coro; a continuación se suceden varios episodios (epeisódion), en forma de actos o escenas, que se cierran con cantos corales, estásimos (stásimon) o comos (kōmos); finalmente, en el éxodo (éxodos), o acto final, el coro efectúa su salida.

Actores y coreutas eran siempre varones. En la tragedia, llevaban máscara (próswpon) y disfraz. Sus ropajes eran ricos y suntuosos (péplos). Y calzaban coturnos (kóthornoi).

En la comedia, los actores vestían atuendos grotescamente llamativos, se daban a la bulla y a la broma, eran exuberantes en sus gesticulaciones, vociferaban y hacían gestos obscenos. Y de vez en cuando, como contraste, se volvían serios y adoptaban un tono lírico.

El lugar de las representaciones

Las obras se representaban al aire libre. El diseño del teatro solía aprovechar un declive del terreno, donde se colocaban los espectadores; de modo que la representación tenía lugar a los pies. Las gradas de piedra de los teatros conservados, como el de Atenas o el de Epidauro, son del siglo IV a.C.

La orquesta era un espacio circular situado delante de las primeras gradas; allí se colocaba el coro. La orquesta incluía un altar de Dioniso, donde se situaba el jefe del coro.

El proscenio era el espacio situado detrás de la orquesta en el que los actores dialogaban con el coro. El proscenio se cerraba con una especie de tienda de campaña, llamada en griego skēnē, de donde viene la forma latina scaena y la española”escen”.

La escena incluía un fondo decorado que figuraba la fachada de una mansión. En su interior, los actores se cambiaban de ropa o de máscara para representar más de un personaje.

A ambos lados de la orquesta había dos pasillos para entrar y salir, llamados párodos (párodoi).

La tragedia: Ésquilo, Sófocles y Eurípides

Ésquilo

Vivió entre el 525 y el 456 a.C. Ésquilo, sobre unos esquemas de religiosidad y política tradicionales, presenta a Zeus como ideal de justicia. Se preocupa, además, por problemas generales, como la legitimidad del poder o el enfrentamiento entre sexos.

En el teatro de Ésquilo predomina el diálogo lírico sobre la acción. Pone en escena dos actores junto al coro. Y como elemento formal introduce la intervención de un mensajero.

Los títulos de sus tragedias son: Suplicantes, Persas, Siete contra Tebas, Prometeo y la trilogía de La Orestíada (Agamenón, Coéforos y Euménides).

Sófocles

De la generación siguiente a la de Ésquilo, fue Sófocles, que vivió entre el 496 y el 406 a.C. Lo mismo que Ésquilo, se atiene a la religiosidad tradicional. Le preocupan los problemas individuales, en cuyo tratamiento muestra admiración por el héroe protagonista que se resiste a su destino. Pero también trata problemas colectivos, porque su pensamiento se basa en ideas moralizadoras. La desmesura, política o religiosa, debe ser castigada.

A diferencia de las obras de Ésquilo, en las de Sófocles aparece un tercer actor. Los caracteres de sus personajes están más matizados.

Sófocles busca la verosimilitud dramática, y por ese motivo disminuye las partes líricas.

De sus tragedias conservadas, están las relacionadas con el mito de Edipo, Edipo Rey, Edipo en Colono, y Antígona; y además, Áyax, Las Traquinias, Electra y Filoctetes.

Eurípides

Eurípides, que vivió entre el 485 y el 406 a.C., fue contemporáneo de Sófocles, pero, ideológicamente, están muy alejados. El pensamiento de Eurípides se basa en ideales igualitarios. Frente a Ésquilo y Sófocles, no se atiene a la religiosidad tradicional, sino que es mucho más racional. A Eurípides le interesan sobre todo los problemas individuales.

En cuanto a la técnica teatral, Eurípides se diferencia de sus predecesores en que introduce un prólogo expositivo, en el que se explican los antecedentes de la acción. Hace un análisis profundo de sus personajes, factor que aporta un gran realismo a sus obras.

Emplea los temas tradicionales, pero con una visión crítica de los mitos. También se ocupa de temas de su tiempo: la igualdad, la mujer, los esclavos, o los bastardos; y siempre lo hace desde un punto de vista humanizado.

En el teatro de Eurípides, el coro está alejado de la acción, no dialoga con el actor. Otra característica formal es la intervención de una divinidad (deus ex machina), que al final de la obra resuelve el desenlace.

Es el autor del que se ha conservado mayor número de tragedias. Sus títulos son: Alcestis, Medea, Los Heraclidas, Hipólito, Andrómaca, Hécuba, Suplicantes, Electra, Heracles, Troyanas, Ifigenia en Táuride, Ion, Helena, Fenicias, Orestes, Bacantes, e Ifigenia en Áulide.

La Comedia antigua: Aristófanes

Aristófanes, ateniense como los anteriores, vivió entre el 444 y el 385 a.C.

Parte de unos ideales conservadores y sobre ellos trata sus temas preferidos, el amor a la ciudad de Atenas y la burla mordaz de las costumbres y de los personajes contemporáneos.

Otros temas, más concretos, presentes en las comedias de Aristófanes son: la guerra, el enfrentamiento de sexo, la crítica de los políticos demagogos; e incluso se ocupa de la crítica literaria de autores contemporáneos suyos, entre los cuales se contaba el mismo Eurípides.

En la comedia de Aristófanes, el papel de los coros ha sido eliminado. Ahora es el propio comediógrafo quien hace una exposición de sus ideas políticas insertándolas en la obra, fuera de la trama principal.

Aristófanes introduce elementos obscenos y alusiones a noticias de actualidad, y se vale de elementos burlescos que culminan en el ataque personal. Todo ello era muy del gusto de los espectadores.

En las obras importa más el diálogo jocoso que la caracterización de los personajes. El final siempre es feliz. El protagonista formula un proyecto para la salvación de la ciudad.

Los títulos de sus obras conservadas son: Los Acarnienses, Los Caballeros, Las Nubes, Las Avispas, La Paz, Las Aves, Lisístrata., Las Tesmoforiazusas, Las Ranas, Las Mujeres Asambleístas y Pluto.

La Comedia media y nueva

Sobre la comedia posterior a Aristófanes hay poca información. Aunque sabemos que los comediógrafos romanos adaptaban y fundían las obras de autores griegos de época helenística como Dífilo y Menandro.

Se mantuvo el tono alegre y desenfadado en las obras, pero se perdió la crítica social, quedando como tema fundamental el amor y las situaciones de enredo, a veces grotescas. Se introdujeron nuevos personajes arquetípicos: el criado perezoso y pícaro, la vieja nodriza, el tío avaro, el tutor ladrón, la jovencita modosa, etc.

Desde el punto de vista formal, desaparecieron el coro y la parábasis, el argumento fue dividido en actos y se estableció un prólogo en el cual el autor presentaba sus opiniones.

entaba sus opiniones.