El viaje
Levi fue capturado en 1943 por la milicia fascista; formaba parte de los partisanos, pero se declaró como ciudadano italiano de raza judía. Lo llevaron en tren durante un viaje de 15 días con destino a Auschwitz. Pasaron el viaje sin apenas agua ni comida. Al llegar, separaron a los hombres “útiles”, entre los que se encontraba él, de los que no lo eran. A Levi se lo llevaron en autocar con otro grupo de hombres.
En el fondo
El viaje en autocar duró poco, habían llegado a Monowitz. Les hicieron desnudarse y darles todas sus pertenencias. Les raparon, afeitaron y les dieron un pantalón y una chaqueta a rayas. Más tarde les hicieron ducharse y, al acabar, les dieron los zapatos. Les tatúan un número para identificarlos, el cual allí sustituirá a su nombre. En el Lager tienen muchas normas que deben cumplir si no quieren ser castigados.
La iniciación
A Levi le asignan el block 30, allí es donde dormirá. El Lager es una gran máquina para convertirse en animales, en personas vacías, pero ellos tienen que negarse, tienen que seguir siendo personas. Ellos se visten y lavan porque son personas, no porque se lo ordene el reglamento del campo.
Ka-be
Un día, a Levi le tocó un compañero de trabajo que, llevando una carga entre ambos, tropezó y le hirió. Levi fue al Ka-be (enfermería) a que le cuidaran el pie y, tras quitarle las pertenencias que había conseguido en el campo, tuvo que quedarse allí durante unos días, donde pudo descansar sin ir a trabajar, hasta que se curó y le echaron de allí para volver a la rutina del Lager.
Nuestras noches
A la salida del Ka-be le dan ropa y zapatos que no eran los suyos y que, por lo tanto, tiene que volver a adaptar. Le asignan también un block nuevo, el 45. Las noches allí son angustiosas: se tienen que levantar muchas veces a hacer sus necesidades en un cubo para expulsar todos los líquidos del potaje que ingieren durante el día. Cuando está lleno, tienen que ir a vaciarlo descalzos por la nieve helada.
El trabajo
Levi dormía en la misma litera con un polaco, pero este se fue al Ka-be y vino Rsnyk, un polaco de gran estatura. Al día siguiente, en el trabajo tenían que descargar unas traviesas muy pesadas y Levi quería ponerse con él para hacer menos esfuerzo, ya que este llevaría la mayor parte del peso, y lo consiguió.
Un día bueno
Por fin llega la primavera y el sol, y pueden trabajar en mejores condiciones, sin pasar frío. A la hora de la comida tienen una sorpresa: hay 50 litros más de potaje que les había sobrado a los obreros polacos, por lo que pueden saciar mejor su apetito, ya que a cada uno le toca 3 litros de potaje además de su ración diaria.
Más acá del bien y del mal
En este capítulo habla de la “bolsa” del Lager, de las cantidades de una cosa que cambian por otra, de lo que les pagan los SS por algo robado… Por eso dice que no hay ni bien ni mal, porque les está prohibido robar cosas, pero obtienen recompensa por hacerlo.
Los hundidos y los salvados
Explica que en el Lager te puedes hundir, no ser persona y tener una muerte asegurada o, sin embargo, mediante unas acciones y una forma de ser, conseguir ascender en los trabajos, tener privilegios y probablemente sobrevivir. Explica cuatro métodos diferentes de cuatro hombres para sobrevivir.
El examen de química
Se abre un nuevo Kommando químico, y él se presenta. A los días, deciden examinarles para comprobar sus conocimientos. Levi es el último en hacer el examen.
El canto de Ulises
Están trabajando y viene Jean, que es el Pikolo del Kommando químico por ser el más joven. Llama a Levi para traer entre los dos la comida y, durante el camino, Levi le intenta explicar el canto de Ulises.
Los acontecimientos del verano
Durante la primavera llegan noticias del desembarco en Normandía y del atentado contra Hitler, que levantaron oleadas de esperanza. En agosto de 1944 comenzaron los bombardeos y su trabajo consistió en reparar las partes destruidas de la Buna constantemente. Levi conoce a Lorenzo, el cual le hace favores y le ayuda a cambio de nada; era un buen hombre.
Octubre de 1944
Llega el invierno, el frío, las heridas provocadas por las bajas temperaturas, la muerte de 7 de cada 10 hombres. Un día hacen una selección: los elegidos serán llevados al crematorio para dejar sitio a nuevos prisioneros. Los alemanes van pasando barraca por barraca condenando a los que son una carga. Levi consigue no ser elegido.
Kraus
Un día, de vuelta del trabajo, camino al campo, Levi coincide con Kraus, un joven húngaro, alto, con gafas y muy torpe. Solo aparece en esta situación y Levi establece una corta conversación con él.
Die drei Leute vom Labor
Primo Levi, junto con dos hombres del Kommando químico, son trasladados a trabajar en el laboratorio, donde pasarán un invierno sin frío, a 24 grados centígrados y sin trabajo muy forzado. Solo tiene que escribir en una libreta lo que ordenan. En el laboratorio hay unas chicas alemanas que les miran con asco y, cuando les preguntan algo, les apartan la cara.
El último
Levi y Alberto se cuentan cosas en la fila de vuelta al campo, ya que ahora trabajan separados. Ambos hacen hurtos y Lorenzo les da tres litros extra de potaje como recompensa. Cuando llegan al campo, en la plaza de la lista se encuentran que van a ahorcar a un hombre por haber participado en la explosión de Birkenau. Era el último hombre que quedaba con fuerzas para luchar, para intentar salir con vida.
Historia de diez días
Los alemanes van a evacuar el campo por la guerra contra los rusos, pero unos días antes, Levi enferma de escarlatina y es metido al Ka-be. Cuando evacuan a todos, los enfermos se quedan allí y no vuelven a saber de los evacuados, entre los que estaba Alberto. Pasan los días y nadie va a buscarlos. Levi, Charles y Arthur se encargan de cuidar a los enfermos que estaban en su misma habitación: buscan comida, cogen una estufa de las cocinas… El último día, Sómogyi muere. De los 11 que estaban en esa habitación, es el único que murió, pero días más tarde, cuatro más murieron en una enfermería rusa provisional de Auschwitz. El resto se recuperaron y salieron con vida, entre ellos Primo Levi, Charles y Arthur.