Al-Ándalus: Historia, Sociedad y Legado Cultural

Evolución Política de Al-Ándalus: Conquista, Emirato y Califato de Córdoba

Desde los inicios del siglo VIII, en el transcurso de quinientos años, el islam tuvo una presencia hegemónica en la Península, alargada por una presencia menor, de unos dos siglos y medio, a través del reino de Granada. El discurrir histórico de los pueblos hispánicos quedó marcado por una profunda huella islámica: intransigencia y afirmación religiosa, convivencia pacífica entre culturas que habían sido importantes, desarrollo de la ciencia hispano-musulmana, la península como puente entre la Europa cristiana y el mundo musulmán africano.

La Conquista

Cuando el islam irrumpe en la península sólo han pasado ochenta y nueve años de la Hégira (622). Habla de un éxito religioso y un éxito militar importante. Ambos se basaron en la sencillez y en la adaptabilidad de la nueva religión a la vida cotidiana y en sus inicios en el respeto hacia las comunidades judía y cristiana.

En el caso del reino visigodo la crisis interna y la decadencia del reino llevaron al desembarco en 711 de Tariq con 7.000 bereberes[1] conversos al islam y la derrota del último rey visigodo, don Rodrigo, en la batalla de Guadalete.

Entre 711 y 715 se produce el sometimiento y la conquista de la península. Fue breve, no pretenden ocupar todo, sino controlar los puntos clave y además llegan a acuerdos con la población local:

  • Muchos se convirtieron al islam por ventajas fiscales, llamados muladíes.
  • Muchas ciudades se rendían sin lucha, respetaban sus autoridades, prácticas religiosas y sus propiedades a cambio de impuestos.

Desde el 725 los musulmanes continuaron su expansión por el reino de los francos, pero su derrota en Poitiers en el 732, limitó esa expansión, además de llevar a la expulsión de los musulmanes del reino.

Entre el 711 y 756, el territorio de Al-Ándalus fue un valiato, gobernado por un valí, un gobernador dependiente del califa de Damasco,

  • El territorio se dividió en coras (provincias).
  • La capital en Córdoba.
  • Los musulmanes mostraron un desigual interés por el territorio de la península.

La Constitución del Emirato y la Crisis

En 756 un Omeya huido de la matanza de los Abasidas en Damasco, Abderramán I, se proclamó Emir, creando el Emirato independiente, que rompe políticamente con los abasidas. Este periodo se caracterizó por las luchas entre árabes y bereberes.

Para la organización del Estado se copió el califato abasida de Bagdad: El Emir tenía el poder absoluto y en la corte la administración del Estado estaba encabezada por los visires (ministros) y el Hachib o primer ministro. Con Abderramán II entre 822-852, es la época de mayor esplendor del Emirato. Nuevas ciudades como Tudela o Murcia.

La muerte de Abderramán II en 852 coincidió con una crisis económica y una mayor actividad de los reinos cristianos del norte, que dio lugar a una crisis política que duró sesenta años:

  • Muchos árabes no aceptaban que el Emir, se hubiese convertido en un déspota oriental.
  • Los mozárabes de las principales ciudades se vieron influidos por la cultura del islam oriental, ejecución de algunos mozárabes.
  • Los muladíes seguían disconformes con la hegemonía social de árabes y bereberes.

El Califato de Córdoba

En 929 Abderramán III se proclama Califa y rompe con Bagdad. Esto suponía la independencia política y religiosa de Al-Ándalus.

La riqueza se asentó en tres pilares: los tributos de los súbditos, las parias que cobraban a los reinos cristianos; el control de las caravanas de oro del norte de África y el ejército que se basó en mercenarios bereberes y eslavos fieles a quien les pagaba. Es el periodo más brillante de la historia del Islam hispano.

Abderramán III puso paz en Al-Ándalus, mantuvo a raya a los cristianos y contuvo a los fatimíes del norte de África. A su muerte le sucede su hijo Al-Hakam II (961-976).

Al-Ándalus: La Crisis del Siglo XI. Reinos de Taifas e Imperios Norteafricanos

Tras la muerte de Al-Hakam II, el poder pasó a Almanzor, un Hachib que suplantó al califa Hixam II. Almanzor lanzó numerosas campañas militares contra los cristianos. Cuando muere en 1002, el Califato entra en crisis y aparecen los reinos de Taifas o banderías.

Los Reinos de Taifas

Entre 1002 y 1031 la unidad de Al-Ándalus quedó rota en unos 20 reinos de taifas. Los más poderosos (Toledo, Sevilla) gobernados por árabes y muladíes. Los reyes cristianos aprovechan la debilidad de las taifas para exigir fuertes tributos, las parias, a cambio de protección. Estos pagos dieron lugar a nuevos impuestos en Al-Ándalus y a un activo comercio.

El Imperio Almorávide

En 1085 cae Toledo en manos de Alfonso VI de Castilla y León. El resto de las taifas se ven amenazadas y buscan ayuda de los almorávides. Estos eran un movimiento de renovación religiosa del islam con capital en Marrakesh.

La llamada de los musulmanes españoles es la excusa para desembarcar en la Península y eliminar los reinos de taifas. El imperio almorávide duró pocos años debido a la corrupción, aumento de impuestos, avance cristiano y porque el Magreb fue conquistado por nuevas tribus bereberes, los almohades.

Los Almohades (1144-1248)

Tardaron en controlar Al-Ándalus, por lo que se vuelve a hablar de segundas taifas. Mantienen la unidad andalusí, derrotan a los cristianos en Alarcos en 1195. Después de la derrota de los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212 el imperio almohade se desmoronó por una crisis interna (falta de soldados) y por la mayor ofensiva de los reinos cristianos que en cincuenta años redujeron el territorio islámico de la península a menos de su sexta parte. Fernando III de Castilla (el Santo) conquista el valle del Guadalquivir y Jaime I el Conquistador se hace con Valencia y Baleares.

El Reino Nazarí (1248-1492)

A la ofensiva cristiana del siglo XIII sólo sobrevive Muhammad I (nazaríes) que controla Málaga, Granada y Almería. Fernando III le admite como vasallo y acepta su soberanía en el reino de Granada. Esto le permite cobrar tributos y enviar a ese reino población musulmana de las zonas conquistadas. Sobrevive tantos años debido a varios factores:

  • La habilidad de su diplomacia.
  • La difícil topografía de esta zona de España.
  • Los problemas internos de los territorios cristianos (crisis bajo-medieval).

Al-Ándalus: La Organización Económica y Social

La Estructura Económica

Frente al ruralismo del norte cristiano, con una agricultura poco productiva y de autoconsumo, el mundo islámico tiene un alto grado de urbanización y una agricultura orientada en buena medida al mercado.

a) La Agricultura:

  • Aparcería: contrato de arrendamiento en el que el campesino paga al propietario de la tierra con un porcentaje de la cosecha.
  • Amplían los regadíos (norias, albercas, etc.) aumenta la producción y la población.
  • Diversifican los cultivos: vid, olivo y cereales siguen siendo básicos y además introducen cultivos nuevos: arroz, caña de azúcar, algodón…
  • Vinculación de la agricultura a las ciudades.
  • Gran importancia de la ganadería, sobre todo ovina.

b) La Artesanía:

En Al-Ándalus, la ciudad era el centro político y económico y en ellas tenía gran importancia la artesanía:

  • Textil: lana, seda.
  • Artesanía del cuero, orfebrería, vidrio, cerámica, papel, armas.
  • En los puertos industria naval.
  • En el interior artesanía relacionada con la agricultura.

c) El Comercio:

Papel destacado.

  • Comercio a larga distancia: Importaban productos manufacturados y de lujo al norte de Europa. De Al-Ándalus venden al exterior lana, vidrio, aceite y vino.
  • Comercio local y comarcal: el comercio se localizaba en los zocos o mercados permanentes de las ciudades.

d) La Moneda:

El sistema monetario se basaba en el dinar (de oro) y el dirhan (de plata), que se cambiaban con una relación de 10 a 1. También había otras monedas de cobre.

La Sociedad

La mayor parte eran hombres libres, propietarios de tierras, talleres y comercios.

a) La Estratificación Social Estaba Basada en la Diversidad Étnica:

  • Árabes: Eran una minoría que ocupó las mejores tierras, monopolizó el gran comercio y ocupaban los principales cargos.
  • Bereberes: Fue el grupo conquistador más numeroso y ocuparon tierras y cargos de menor entidad que los árabes.
  • Muladíes: Fueron muy numerosos para evitar la jizga (impuesto personal). Protagonizaron revueltas por los aumentos de impuestos a que fueron sometidos y por su discriminación frente a los árabes.
  • Mozárabes y Judíos: Algunos alcanzaron un alto grado de riqueza y posición.
  • Esclavos: Trabajaban en condiciones muy duras, sobre todo en el campo. Podían adquirir la libertad en determinadas circunstancias.

b) Administración Territorial:

Para su administración, el territorio de Al-Ándalus se dividió en coras (provincias), al frente de las cuales había un valí o gobernador y un caid o jefe militar.

c) Administración Central:

Toda la estructura político-religiosa estaba centralizada en el palacio del emir o del califa. La administración pública era llevada por los divan (servicios) y al frente de cada divan había un visir (ministro).

d) El Hachib:

Al frente de todo el aparato estatal, durante algunas épocas del emirato independiente, y siempre durante el califato, estaba el Hachib (primer ministro) ayudado por los visires.

e) El Ejército:

El ejército era sobre todo de creyentes que luchaban por imponer su fe. Ambas modalidades fueron sustituidas por mercenarios, sobre todo bereberes.

f) Impuestos:

Los musulmanes tenían que pagar un solo impuesto como limosna legal (zakat), mientras que mozárabes tenían que pagar tanto un impuesto personal (jizga), como un impuesto sobre los bienes inmuebles. Con el tiempo este impuesto se aplicó también a los muladíes.

Al-Ándalus: El Legado Cultural

Al-Ándalus mantuvo un estrecho contacto con el resto del mundo musulmán, sobre todo a partir del siglo IX, lo que le permitió participar en la amplia recopilación de textos literarios, filosóficos y científicos que los estudiosos islámicos fueron recogiendo, tanto del mundo griego como del persa y del indio. La primacía religiosa del Islam marcó toda la cultura andalusí. Esto no impidió que surgieran algunos disidentes, entre los que destacó el cordobés Ibn Masarra.

La creación literaria alcanzó un gran desarrollo, sobre todo en el transcurso del siglo X, tanto en verso como en prosa. Ibn Hazem (994-1063) es uno de los poetas más conocidos “El collar de la paloma”. Ibn Jaldun (1332-1406) fue un importante historiador. Su obra es muy importante, siendo especialmente conocida su Introducción a la Historia Universal (Al-Muqaddimah). En filosofía destaca Ibn Rusd (Averroes) (1126-1198), conocido ante todo por sus comentarios a la obra de Aristóteles. Averroes fue el autor clave para que la obra aristotélica llegara a la cultura de Europa Occidental.

Pero, sin duda, la cultura andalusí destacó sobre todo en el terreno científico. Un ejemplo, Al-Ándalus fue la vía a través de la cual se difundió el sistema de numeración de origen indio que terminó sustituyendo a la numeración romana. En el ámbito de las disciplinas científicas sobresalieron las matemáticas y la medicina, donde alcanzó gran fama Abulcasis (936-1013), autor de una excepcional enciclopedia médica y quirúrgica que posteriormente sería traducida al latín.

La Mezquita y el Palacio en el Arte Hispano-Musulmán

Aunque la arquitectura andalusí se asentó sobre la tradición romano-visigoda y aportó los elementos más típicos del mundo islámico: arcos, cubiertas y la rica ornamentación basada en motivos geométricos, vegetales y epigráficos.

La gran mezquita de Córdoba es la obra emblemática de al-Ándalus.

Las partes más brillantes datan del siglo X, sobre todo de tiempos del califa al-Hakam II, en cuya época se construyó el espectacular mihrab, caracterizado por la riqueza de los materiales empleados (en particular, los mármoles), por la original solución constructiva de las originales bóvedas de nervios y, finalmente, por la impresionante fantasía decorativa que lo acompaña.

Muy importante fue, asimismo, la impresionante ciudad-palacio de Madinat al-Zahra, edificada en tiempos de Abd-al-Rahman III. Para su construcción se trajeron materiales de diversos lugares, como el norte de África, de donde procedía el mármol. Madinat al-Zahra albergaba, en su parte superior, una serie de palacios; en la zona media, jardines y vergeles, y en la parte inferior, la mezquita mayor y las viviendas de los servidores de palacio. Durante la guerra civil que precedió a la desaparición del califato, Madinat al-Zahra fue destruida.

También hay buenos ejemplos del arte musulmán fuera de Córdoba, como la mezquita toledana de Bib al-Mardom, posteriormente convertida en la iglesia del Cristo de la Luz.

Otros ejemplos esenciales de la arquitectura en Al-Ándalus son el palacio de la Alfajería en Zaragoza, del período almorávide; la torre de la Giralda en Sevilla, de tiempos almohades; y sobre todo, el palacio granadino de la Alhambra, obra cumbre de los nazaríes.