La Sublevación Militar y sus Apoyos
La sublevación militar fue apoyada por: monárquicos, falangistas, carlistas, la CEDA de Gil Robles, y también por los militares (Unión Militar Española). El detonante que pone en marcha la sublevación fue el asesinato de José Calvo Sotelo. Mola se toma el protectorado de Marruecos. Franco vuela de Canarias a Marruecos y toma el mando del ejército de África. Sanjurjo muere en un accidente aéreo; por lo cual Mola coordinará las acciones que se lleven a cabo.
División de España en Dos Bandos
España quedó dividida en dos bandos: uno leal a la República (Rojos) y el bando sublevado/nacional. El bando leal a la República ocupó todos los núcleos industriales y urbanos. El bando sublevado ocupará toda la zona que corresponde con la zona cerealista de España.
Comité de No Intervención
En 1936, se crea en Londres el Comité de No Intervención, donde un total de 27 países se comprometen a no vender, ni permitir el paso de armas, ni suministros bélicos a España. También impidió que la SBN mediase en el conflicto. EEUU aprueba una ley de embargo que impide la exportación de material bélico a la España republicana, pero permite el suministro de las empresas americanas a la España sublevada.
Ayuda Internacional
El bando republicano pedirá ayuda a la URSS, aunque esta firmó el pacto de No Intervención, ayudó con armas y alimentos. Pagó sus compras con las reservas de oro del Banco de España. Las Brigadas Internacionales lucharán contra el fascismo. En el bando nacional se recibirá ayuda de Italia y Alemania; Hitler aportará flota para bloquear los puertos republicanos, material militar y la ayuda más importante será en aviación. Se creará la Legión Cóndor. El costo se pagará en alimentos y materias primas. Italia colaborará con el Corpo di Truppe Volontarie, que aporta soporte aéreo naval y Portugal permitirá el desembarco de suministros en sus puertos.
Desarrollo de la Guerra
Franco, que ostenta el título de Generalísimo del ejército, decide abandonar la zona centro y dirigirse al norte. Se lanza una ofensiva sobre el País Vasco con ayuda de la Legión Cóndor. Mola asume el poder y muere en un accidente aéreo. Con la muerte de Mola, hay dos ofensivas que destacan: la batalla de Brunete y la de Belchite, ambas un fracaso. Los republicanos pierden. Tras la pérdida del norte, a los republicanos solo les queda un frente, desde el Pirineo hasta Málaga, donde tiene lugar la ofensiva sobre Teruel, que pasará a manos nacionales.
Batalla del Ebro
Finalizamos con la batalla del Ebro, que fue la batalla más larga y dura de toda la guerra civil, con más de 50.000 bajas. La victoria es para el bando nacional, y el Comité de No Intervención consiguió la retirada de los voluntarios que luchaban con la República. Las ofensivas finales vienen con la ocupación de Cataluña. El propio Azaña cruza la frontera, camino del exilio. Los republicanos crearon una Junta de Defensa, que pretendía una paz sin represalias, pero Franco no lo aceptó. El gobierno de Negrín parte al exilio. El 1 de abril, el general Franco hace público el comunicado del fin de la guerra sin condiciones. La 2ª República llega a su fin.
Intentos de Gobierno y Conflictos Internos
Tras varios intentos de formar un gobierno estable, en septiembre de 1936, el presidente de la 2ª República, Manuel Azaña, encargó formar gobierno a Largo Caballero, líder del PSOE. Largo Caballero formó un gabinete de alta coalición que integraba nacionalistas vascos, partidos republicanos, PSOE y PCE. Días más tarde, entraron en el gobierno 4 ministros anarquistas. El gobierno republicano, amenazado por el ejército franquista, abandonó Madrid trasladándose a Valencia. La capital quedaría bajo la autoridad de una junta de Defensa.
Reformas y Conflictos entre Grupos
El gobierno de Largo Caballero hizo las principales reformas políticas y militares. En ese período, también creció la influencia del partido comunista, cuya política buscaba la alianza del protectorado con los sectores de la burguesía media. En cambio, los anarquistas de la CNT entendían que había que tomar medidas revolucionarias y colectivizadoras para poder contar con el apoyo popular que llevase a la victoria. Esa situación degeneró en un conflicto armado entre los distintos grupos obreros y provocó la dimisión del gobierno de Largo Caballero, que será sustituido por Juan Negrín.
Gobierno de Juan Negrín
El gobierno de Juan Negrín era socialista con apoyo comunista, pero sin contar con los anarquistas (CNT). Este gobierno luchó por la unidad política y militar para poder resistir el máximo tiempo posible. La batalla del Ebro se convirtió en la más cruenta de toda la guerra y acabó con la capacidad de resistencia de la República, ya que el bando sublevado franquista terminó por conquistar Barcelona y Cataluña.
El Final de la Guerra y sus Consecuencias
Llegados a este punto, por parte del bando sublevado se intenta establecer una paz pactada con Franco y organizaron un golpe de estado encabezado por el coronel Casado, que derribó el gobierno de Juan Negrín y negoció la paz con Franco. Miles de refugiados se exiliaron a Francia para huir de la represión.
Impacto Económico y Social
Económicamente, el bando republicano sufrió desde el principio de la guerra un déficit económico, lo cual supuso enormes dificultades para abastecer a sus ciudades con medidas como el racionamiento de alimentos. Se aceleró la reforma agraria mediante la exportación y ocupación masiva de tierras por los Consejos Obreros. Respecto a la industria, fueron colectivizados por los grupos obreros y sindicales, menos en el País Vasco. Esto no era lo más adecuado para la economía de guerra.
El Régimen Franquista
Los sublevados estaban formados por grupos heterogéneos, como carlistas, falangistas, monárquicos y el Episcopado. Franco se hizo con el mando y fue nombrado Jefe del Estado y Generalísimo en 1936. Este nombramiento fue debido a sus éxitos militares y a los contactos de Franco que le permitieron contar con la rápida ayuda de Italia y Alemania. A partir de 1937, se fue gestando el régimen franquista que tenía un fuerte carácter fascista. Llevó a cabo el Decreto de Unificación, es decir, la unión de las fuerzas políticas que le apoyaban en un solo partido (Falange Española Tradicional y del JONS).
Consolidación del Poder de Franco
Franco consiguió doblegar a la Falange tras la muerte de su fundador, Primo de Rivera, y evitó que pudieran hacerle competencia política dentro de su propio bando. Otro factor esencial del éxito de Franco fue el apoyo que recibió del Episcopado, que convirtió a la Guerra Civil en una especie de cruzada. Además, Franco abolió el gobierno vasco y catalán, estableció el Fuero del Trabajo y la Ley de Responsabilidad Política y creó símbolos fascistas.
Conclusiones sobre la Guerra Civil Española
Franco acaparaba todo el poder político, ya que era el Jefe del Estado, jefe del partido y presidente del gobierno, y también el poder militar, pues era el Generalísimo de los 3 ejércitos, lo que le permitía controlar las diferentes fuerzas que le apoyaban (falangistas, carlistas, monárquicos y la Iglesia). Económicamente, los sublevados dominaban una buena parte de la producción agrícola, aunque tenían necesidad de conquistar todas las zonas industriales. La economía se orientó de forma planificada hacia el refuerzo de la guerra, para ello contaron con la colaboración de empresarios y terratenientes que recuperaron sus tierras tras anularse la reforma agraria.
La Guerra Civil tuvo un gran coste material, pues la destrucción de infraestructuras y campos de cultivo y la devolución de la ayuda extranjera hicieron que la economía española no se recuperara hasta los años 50. Los costes humanos fueron aún peores, entre los muertos en campos de batalla y los asesinados con represalias. El final de la guerra obligó a exiliarse a cerca de medio millón de personas.