¿Quién fue el 4º presidente de la Primera República española? Castelar. La obra más importante de las Cortes de Cádiz fue: La Constitución de 1812. La Ley Sálica: impedía prácticamente reinar a las mujeres. La Constitución de 1812 refleja: los principios de un régimen liberal. ¿De qué país procede la dinastía de Borbón? Francia. En la sociedad estamental característica del Antiguo Régimen en España, los grupos privilegiados eran: nobleza y el clero. Las primeras fábricas modernas, establecidas en Cataluña, elaboraban las Indianas que eran: tejidos estampados de algodón. El regreso de Fernando VII al trono tras la finalización de la Guerra de la Independencia supuso: el retorno a las instituciones del Antiguo Régimen. Felipe V dividió España en: provincias dirigidas por un Capitán General. El segundo período del reinado de Fernando VII es: el trienio liberal. El pronunciamiento militar de Arsenio Martínez Campos permite la restauración de la monarquía borbónica en España en la persona de: Alfonso XII. La primera Guerra Carlista supuso el final definitivo del sistema absolutista en España. Verdadero. El crecimiento demográfico español en el siglo XIX originó un desequilibrio entre población y recursos, lo que supuso: un incremento de la migración exterior, un aumento de la población urbana, una mayor incidencia de las migraciones interiores.
Durante la Restauración Borbónica, la persona del rey era inviolable, correspondiéndole el poder ejecutivo y el mando supremo del ejército, además de tener iniciativa legislativa y derecho de voto y capacidad para convocar o disolver las Cortes. Ver. La agricultura especializada durante la Restauración Borbónica estuvo vinculada al cultivo de la vid. Se extendió por Cataluña, Valencia y zonas de Andalucía. Aprovechó la ruina de la agricultura francesa por la filoxera. La pacificación militar de España durante la Restauración Borbónica se consiguió con la finalización de los siguientes conflictos: la tercera guerra carlista e insurrección cubana. Dentro de esa política reformista llevada a cabo por la familia Bonaparte en España, cabe destacar la concesión de una carta constitucional conocida como: El Estatuto de Bayona. El turno pacífico ideado por Cánovas en la Restauración Borbónica tenía como objetivos: alejar del poder a las fuerzas políticas obreras y republicanas, acceso al gobierno sin recurrir a los pronunciamientos militares. Las reformas aplicadas bajo la fórmula del Despotismo Ilustrado intentaron salvaguardar las bases del Antiguo Régimen, modernizando algunos elementos de este sin excesiva incidencia. Verdadero. El primer intento de establecer un régimen liberal en España se llevó a cabo a través de la labor de las Cortes de Cádiz, cuya principal obra fue: La Constitución de 1812.
EEUU declaró la guerra a España tras la explosión de uno de sus buques de guerra, el crucero Maine, fondeado en el puerto de Barcelona. Falso. En relación con la Huelga de La Canadiense, podemos decir que: se desarrolló en la ciudad de Barcelona, enfrentó la fuerza de la CNT con la resistencia de los patronos, y la empresa proporcionaba electricidad a la mayor parte de la ciudad. La democratización del servicio militar, haciéndolo obligatorio y eliminando las redenciones en metálico, fue obra del Gobierno de: José Canalejas. En el colapso de las instituciones entre 1917-1923, el ejército fue adquiriendo cada vez mayor protagonismo en los cambios de gobierno, siendo considerado como el único agente que podía mantener el sistema. Verdadero. Relaciona las siguientes columnas: José Canalejas – “La ley del candado”, Alejandro Lerroux – Anticlericalismo agresivo, Joaquín Costa – “Despensa y escuela”, Antonio Maura – “La revolución desde arriba”. El origen de los movimientos regionalistas y nacionalistas en España se debió a la defensa del particularismo lingüístico, cultural, institucional e histórico frente a las tendencias uniformadoras y centralistas del Estado liberal. Verdadero. ¿En qué ciudad y bajo la iniciativa de qué partido y qué líder político se convocó la Asamblea de Parlamentarios de julio de 1917? Francesc Cambó, Barcelona, Lliga Regionalista. La Semana Trágica de 1909 se desarrolló en la ciudad de: Barcelona.
¿Qué general estaba al mando de las tropas españolas que fueron masacradas por Abd-el-Krim en Annual? Silvestre. ¿Qué colonias siguieron perteneciendo a España tras el proceso de independencia hispanoamericana del primer cuarto del siglo XIX? Puerto Rico, Cuba. Oligarquía y caciquismo Introducción: El texto es de una fuente primaria e histórica contemporánea de la época, de naturaleza política. Está fechado en 1901, justo después del desastre del 98, y pertenece a una de las obras más destacadas del autor, Joaquín Costa (1846-1911). El autor es el principal representante del regeneracionismo cultural y político, movimiento ideológico que se impuso en España a raíz de la crisis del 98, que propone soluciones ante la crisis de la Restauración. Nacido en Monzón (Huesca), fue político, economista, jurista e historiador, además de experto en cuestiones relacionadas con la agricultura. Perteneció a la Institución Libre de Enseñanza. Arremetió continuamente contra el sistema de la Restauración, con el turno de partidos, al tiempo que se convertía en el representante de las reivindicaciones campesinas. Obtuvo un escaño en el parlamento como miembro de la Unión Republicana. El texto está dirigido a todos aquellos políticos y juristas seguidores de su línea de pensamiento político, está planteado para un público iniciado en la materia, al que pretende movilizar y hacer reaccionar, utilizando para ello un yo colectivo en la descripción y análisis de la situación.
Análisis y Comentario: El texto denuncia la corrupción del sistema electoral de la Restauración como forma de gobierno, y a los integrantes de esta trama fraudulenta que la hacen posible. Detrás de esta denuncia subyace otra idea, y el porqué de la misma, que es la necesidad que existe de cambiar España. Regenerarla extirpándole sus males. La denuncia del sistema electoral corrupto la ilustra mostrando la existencia de un engranaje electoral que lo hace posible, y que está formado por tres elementos que interactúan entre ellos, poniéndose de acuerdo para lograr el objetivo final que es el de falsificar las elecciones, y seguir ellos en el poder sin ninguna posibilidad de cambio y de progreso por parte del pueblo. Este engranaje estaría formado en primer lugar por los oligarcas, miembros de las clases poderosas, notables y alta burguesía, figuras destacadas de los partidos políticos dinásticos, cuyo fin es velar por sus propios intereses dentro del sistema parlamentario. En segundo lugar, por los caciques, personajes con poder destacado, que se presentan ellos personalmente o a sus candidatos a las elecciones, que aplican la coacción para conseguir resultados políticos para sus intereses. En tercer lugar, el gobernador civil, representante del gobierno en cada provincia, que controla el proceso y sirve de enlace entre los caciques locales y los oligarcas, cerrando así el círculo del engranaje en la falsificación del sistema electoral y parlamentario. Dentro de este engranaje habría que hacer referencia al “encasillado” (acuerdo para el nombramiento previo de quienes iban a salir elegidos por cada uno de los dos partidos del turno) y por último el cambio de las papeletas en las urnas o la falsificación del censo electoral cuando los resultados no eran los acordados. El marco histórico en el que hay que encuadrar el texto es en la época de la Restauración española, entre 1874-1923, más concretamente en el inicio de la segunda etapa de la Restauración, 1902-1923, con el inicio del reinado de Alfonso XIII, comienzo también del inicio de la descomposición del sistema, cuyo ideólogo y artífice fue el político malagueño, conservador, Antonio Cánovas del Castillo.
Manifiesto conjunto UGT-CNT (Madrid, 27 de marzo de 1917): un texto histórico-político escrito en el año 1917. Los autores son los dirigentes de ambos sindicatos, UGT y CNT de la época. En este año había una gran inestabilidad en el sistema político, llegando al extremo de la formación de una Asamblea de Parlamentarios por parte de un grupo de setenta diputados y senadores pertenecientes a los grupos marginados del sistema bipartidista y la formación de las “Juntas Militares de Defensa”. La neutralidad española en la Primera Guerra Mundial había provocado efectos dispares en la economía española. Mientras algunos sectores como la siderurgia bilbaína y la minería del carbón asturiano se enriquecían debido al aumento de las exportaciones, otros como la agricultura se veían drásticamente afectados debido al hundimiento de las ventas y las exportaciones en su sector.
El principal problema que esto ocasionó fue la desigual distribución de las riquezas, ya que la burguesía y el empresariado se enriquecían rápidamente mientras que el proletariado sufría una escasez económica que apenas le permitía subsistir. Esto provocó una gran crisis que se vio impulsada por diversos factores externos como la Revolución en Rusia y el cercano final de la Primera Guerra Mundial. Por lo tanto, ambos sindicatos exponen en el texto lo siguiente: En la primera parte del texto exponen claramente los problemas que los llevan a la realización del manifiesto. Mencionan que a pesar de la moderación y de las advertencias que han dado, el proletariado se ve en una agravación creciente de la miseria debido a la carencia de trabajo y de los medios necesarios para vivir dignamente. A continuación, se expone la necesidad de unificar las fuerzas de la Unión General de Trabajadores y de la Confederación Nacional del Trabajo y pasan a exponer en la segunda parte del texto las soluciones que ambos sindicatos ofrecen. En primer lugar, y en vista de que el examen de la situación que han hecho ambos sindicatos les ha demostrado nuevamente que sus peticiones y exigencias siguen siendo desoídas y que el proletariado está cada vez más hundido en la miseria, imponen la utilización por parte del proletariado de una huelga general indefinida, ya que es el arma más poderosa que tienen para la reivindicación de sus derechos.
En segundo lugar, advierten de la necesidad de adoptar todas las medidas que consideren necesarias para lograr el éxito de la huelga general, llegando al extremo de la utilización de la violencia, método frecuentemente utilizado por la CNT. A modo de conclusión, ambos sindicatos creían que los factores que tenían en común contribuirían al éxito de sus propuestas, pero en la práctica esto no fue así. En zonas en las que predominaba la CNT, tales como Barcelona, hubo enfrentamientos directos con el ejército, incluso mediante tiroteos. Mientras que en las zonas dominadas por la UGT, Madrid por ejemplo, las huelgas y las protestas tenían un tinte mucho más moderado. Las discrepancias entre ambos sindicatos tuvieron como resultado el enfrentamiento entre ambos y la ruptura de la unión de los ugetistas y los cenetistas. Esta huelga general fue el penúltimo de los grandes golpes que sufrió el sistema de la Restauración.
La crisis del 98 Introducción: En 1898, la pérdida de las últimas colonias españolas, Cuba y Filipinas, sumió a la Restauración en una gran crisis política y moral, conocida como el “desastre del 98”, que resquebrajó los fundamentos del sistema y planteó la necesidad de iniciar un proceso de reformas que modernizase la vida social y política del país (Regeneracionismo).
Causas de la crisis del 98: La política española en Cuba. Tras la Paz de Zanjón (1878), los cubanos esperaban del gobierno español reformas políticas y económicas que mejorasen su situación, pero la presión de la oligarquía impidió realizarlas. En Cuba, siguiendo el modelo bipartidista de la Península, se crearon dos grandes partidos:
- El Partido Autonomista: integrado por cubanos, defendía la autonomía para Cuba y un conjunto de reformas políticas y económicas sin llegar a la independencia.
- La Unión Constitucional: partido españolista formado por peninsulares instalados en la isla.
El Partido Liberal de Sagasta se mostró favorable a introducir mejoras en la isla, pero durante sus sucesivos mandatos solo llegó a concretar la abolición formal de la esclavitud en 1888. La ineficacia de la administración española para introducir reformas en la colonia estimuló los deseos de emancipación, por lo que el independentismo fue creciendo frente al autonomismo. En 1893, José Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano, cuyo objetivo era conseguir la independencia. El independentismo aumentó rápidamente su base social y contó con el respaldo de figuras clave dentro de Cuba y en el exterior, fundamentalmente en Estados Unidos.
Las Consecuencias de la crisis del 98: El desastre del 98 se convirtió en símbolo de la primera gran crisis del sistema político de la Restauración. A pesar de la envergadura de la crisis y de su significado simbólico, sus repercusiones inmediatas fueron menores de lo esperado, siendo más visibles a medio plazo. Repercusiones políticas: El sistema de la Restauración sobrevivió, aunque entró en crisis. Los nuevos gobernantes intentaron aplicar a la política las ideas del Regeneracionismo. Se produjo un reforzamiento de los nacionalismos en Cataluña y el País Vasco, el avance de los partidos republicanos, el desprestigio del ejército y la pérdida de credibilidad de los dirigentes políticos. El desgaste fue importante en los dos partidos dinásticos, pero afectó especialmente al Partido Liberal y a Sagasta, a quien tocó la misión de afrontar la derrota. Consecuencia inmediata fue el final de la carrera de la primera generación de dirigentes, que cedió terreno a los nuevos líderes, como Francisco Silvela y Antonio Maura en el Partido Conservador, o Segismundo Moret y José Canalejas en el Liberal. Repercusiones económicas: La independencia de las últimas colonias hacía presagiar un desastre económico, pero sus efectos fueron mucho menores de lo esperado, a pesar de la pérdida de los mercados coloniales, de los ingresos procedentes de las colonias, y de la deuda causada por la guerra.
Destacó el impacto en la industria algodonera catalana y en las exportaciones de harinas castellanas. Al mismo tiempo, se encareció la importación de productos desde las antiguas colonias. A pesar de los problemas, la crisis se superó con rapidez, de tal forma que en los primeros años del nuevo siglo hubo una baja inflación, una reducción de la deuda pública y la repatriación de muchos capitales, que estimularon la creación de bancos y empresas. El Regeneracionismo, crisis moral e ideológica: La crisis del 98 fue fundamentalmente una crisis moral e ideológica, que causó un importante impacto psicológico entre la población. En este contexto surge el Regeneracionismo, movimiento en el que destacó Joaquín Costa, un escritor y creador de importantes instituciones sociales y económicas. Denunciaban la “degeneración” de lo español, la corrupción del sistema político y el atraso económico y social que España presentaba respecto a los países europeos más avanzados. Defendían una reorganización política, la limpieza del sistema electoral, la dignificación de la vida parlamentaria, la reforma educativa, la acción orientada hacia la ayuda social, las obras públicas y, en definitiva, una actuación encaminada al bien común y no en beneficio de las clases poderosas.
EL BIPARTIDISMO: A imitación del sistema británico de bipartidismo, los partidos políticos leales a la Corona, llamados partidos dinásticos, eran el Partido Conservador y el Partido Liberal, que se turnan en el poder mediante los mecanismos propios de un sistema parlamentario, mientras que el resto de las formaciones políticas queda excluido del juego político. El Partido Conservador, liderado por Cánovas, se formó a partir de la integración de los moderados, los unionistas y parte de los progresistas de la época isabelina. El Partido Liberal, liderado por Práxedes Mateo Sagasta, integraba, por su parte, a demócratas, radicales y algunos republicanos moderados. Las diferencias ideológicas y políticas entre ambos partidos eran mínimas: – más preocupados por las reformas sociales y por la educación los liberales, y – más autoritarios y defensores del orden establecido los conservadores. El sistema ideado por Cánovas basaba su funcionamiento en el turno pacífico de los dos partidos dinásticos que pactaban el acceso al gobierno, sin recurrir a los pronunciamientos militares; de esta forma, se evitaba que la monarquía se identificase con un solo partido, al tiempo que se garantizaba la continuidad del régimen al alejar del poder a las fuerzas políticas obreras y republicanas, que comenzaron a asomar en el período anterior.
En la práctica, el turnismo no pasa de ser una ficción de democracia parlamentaria, que ha de recurrir al fraude electoral para sobrevivir. El mecanismo del turno era el siguiente: • cuando uno de los partidos se desgastaba mucho en el poder, el Rey encargaba la formación de un nuevo gobierno al otro, quien, tras la disolución de las Cortes por el Rey, convocaba unas elecciones que sistemáticamente ganaba gracias a su falseamiento; • el Ministerio de Gobernación preparaba el “encasillado” o listas de diputados que debían salir elegidos en cada distrito, reservando siempre algunos escaños a la oposición dinástica; • ese encasillado se entregaba a los gobernadores civiles para que lo impusieran en la provincia y los ayuntamientos, a través del cacique local (jefe local del partido, cuyo poder se basaba en la utilización de la administración del Estado), recurriendo si era preciso a la manipulación de censos de electores (voto de muertos) y actas, al “pucherazo”, la compra de votos y la violencia. Dicho de otro modo, en la práctica el Gobierno no dependía de las Cortes, sino que más bien era el Gobierno el que fabricaba las Cortes. El resultado final del sistema era la formación de una oligarquía de miembros de la alta burguesía y de la aristocracia, que monopolizaban los cargos político-administrativos y los escaños de las Cortes, excluyendo del poder al resto de la población; de hecho, ni las clases medias ni las capas populares se sintieron representadas por el sistema, por lo que se distanciaron de los asuntos políticos.
La constitución de 1876: El mecanismo político canovista tuvo su formulación legal en una nueva Constitución aprobada en 1876, tras la convocatoria de unas elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal, manipuladas por el gobierno conservador. Su contenido supone un retorno a las normas de la Constitución de 1845, pero incorpora algunos aspectos de la de 1869, en especial en lo que respecta al reconocimiento de derechos y libertades. Las características más destacadas de este texto constitucional son: • La soberanía era compartida por las Cortes y el Rey. • Las Cortes eran bicamerales, con un Senado elitista que garantizaba el control del poder legislativo por las minorías privilegiadas. • El Rey era inviolable y sus poderes fueron acrecentados: – le corresponde el poder ejecutivo, que ejerce a través del Gobierno, a cuyo presidente nombra y destituye, y: – tiene la iniciativa legislativa, con derecho de veto y capacidad para convocar, suspender o disolver las Cortes, además de: – el mando directo supremo sobre el ejército. • La Constitución no se define sobre el tipo de sufragio, remitiéndose a una ley electoral posterior; en la práctica, se restablece el sufragio censitario, que otorgaba el derecho de voto a los propietarios y a las personas con alto nivel de instrucción o títulos académicos. El sufragio universal masculino no volvió a utilizarse hasta 1890, gracias a una ley electoral del partido liberal. • La libertad religiosa se recorta, reconociendo a la religión católica como la religión oficial del Estado, aunque se admite una cierta tolerancia, al permitirse otros cultos. • Un reconocimiento formal de los derechos y libertades individuales, aunque de hecho quedaron limitados o aplazados, produciéndose así un retroceso con respecto a la situación legal de 1869.