Proclamación de la Segunda República Española
El 14 de abril de 1931, Niceto Alcalá Zamora proclamó en Madrid la Segunda República, mientras se constituía un gobierno provisional. Este gobierno, formado por integrantes del Comité Ejecutivo creado en el Pacto de San Sebastián, representaba diversas ideologías: la derecha liberal, el centrista Partido Radical, republicanos de izquierdas, y representantes de los partidos socialista y nacionalista. El gobierno provisional convocó elecciones para Cortes Constituyentes y emprendió una intensa labor legislativa.
Problemáticas del Gobierno Provisional
- Cataluña: Francesc Maciá proclamó la República Catalana como estado integrante de la Federación Ibérica. La crisis se resolvió con el establecimiento de la Generalitat como gobierno autonómico presidido por Maciá.
- Trabajo: Largo Caballero estableció la obligación de cultivar las tierras, contratar braceros locales y redujo la jornada laboral a ocho horas.
- Ejército: Manuel Azaña exigió a los militares fidelidad a la República y ofreció la reserva con sueldo íntegro a generales, jefes y oficiales. Se modificaron las divisiones, academias militares y políticas de ascensos, generando malestar entre algunos militares.
- Instrucción Pública: Marcelino Domingo impulsó la creación de escuelas y plazas para maestros, el Patronato de Misiones Pedagógicas y una enseñanza laica.
- Iglesia Católica: Las relaciones fueron complicadas, con un resurgimiento del anticlericalismo e incidentes violentos contra iglesias y conventos.
- Movimiento Obrero: Las huelgas se intensificaron, resultando en enfrentamientos con las fuerzas del orden.
- Campo: Se generó un conflicto entre campesinos que esperaban un reparto de tierras y los grandes propietarios.
Las elecciones a Cortes Constituyentes dieron la victoria al Partido Socialista y al Partido Republicano Radical. Se constituyó una República democrática y laica, definida como una república de trabajadores. El poder legislativo residía en las Cortes unicamerales, el ejecutivo en el gobierno y el presidente de la República, y el judicial en los jueces y tribunales. La “cuestión religiosa” provocó la dimisión de Alcalá Zamora y Miguel Maura. Manuel Azaña fue propuesto para la presidencia y la Constitución se aprobó el 9 de diciembre de 1931.
El Bienio Progresista (1931-1933)
Tras la aprobación de la Constitución, Alcalá Zamora fue nombrado presidente y encargó a Manuel Azaña formar gobierno. Lerroux, líder del Partido Radical, optó por la oposición. La derecha, liderada por el Partido Radical de Lerroux, y la izquierda, con la CNT, la FAI y el PCE, se opusieron al gobierno, a diferencia de la UGT. El gobierno de Azaña enfrentó una gran conflictividad social, con sucesos sangrientos en Castilblanco y Arnedo, y un intento revolucionario comunista libertario en el Alto Llobregat.
Reformas y Conflictos
La reforma agraria generó expectativas entre los jornaleros. El Estatuto de Cataluña encontró oposición en la derecha, algunos socialistas e intelectuales. El fallido golpe de Estado del general Sanjurjo fortaleció al gobierno, que aprobó la Reforma Agraria y el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Francesc Maciá se convirtió en el primer presidente de la Generalitat, mientras el PNV redactaba el estatuto vasco. Los sucesos de Casas Viejas desacreditaron al gobierno de Azaña. La Ley de Congregaciones Religiosas aumentó la oposición de la derecha, mientras la izquierda criticaba al gobierno. Partidos como el PSOE se radicalizaron. La derecha se reorganizó con la CEDA, liderada por José María Gil Robles, y partidos ultraderechistas como Renovación Española, la Comunión Tradicionalista Española y Falange Española.
Inicios de la Guerra Civil e Internacionalización
El clima de radicalización se agravó con los asesinatos de un teniente de la Guardia de Asalto y de Calvo Sotelo, lo que precipitó el golpe militar. El golpe fracasó en Madrid y Barcelona gracias a la resistencia de milicianos y la lealtad de la Guardia Civil y la Guardia de Asalto. Sin embargo, triunfó en zonas rurales, dividiendo a España. El bando sublevado se autodenominó “Glorioso Alzamiento Nacional”, mientras el bando republicano defendía la democracia. La República controlaba las zonas industriales y los recursos financieros, pero su ejército era improvisado. La ayuda extranjera prolongó la guerra. Francia y Gran Bretaña crearon un comité de no intervención. La URSS, Francia y México apoyaron a la República, mientras Alemania, Italia, Portugal e Irlanda ayudaron al bando sublevado.
Evolución Política en Ambas Zonas
La sublevación provocó la dimisión del gobierno y la formación de uno nuevo, que también dimitió. Azaña encargó el gobierno a Largo Caballero, quien formó un gabinete de amplia coalición, incluyendo ministros anarquistas. El gobierno inició reformas políticas y militares. El PCE ganó popularidad. Se continuó la reforma agraria, se nacionalizaron industrias y ferrocarriles, y se estableció el control estatal sobre bancos. En Cataluña, el PCE unió a socialistas y comunistas en el PSUC. Los enfrentamientos entre el PSUC y el POUM culminaron con la detención y asesinato de Andreu Nin, lo que provocó la caída del gobierno de Largo Caballero. El gobierno de Negrín se trasladó a Barcelona. Los 13 puntos de Negrín, buscando la paz, fueron rechazados. La muerte de Sanjurjo impulsó la figura de Franco. La Junta de Defensa Nacional creó un nuevo gobierno. Franco fue nombrado jefe supremo de los ejércitos y jefe nacional de la Falange. En 1938 se formó el primer gobierno del nuevo Estado. El episcopado apoyó al bando nacional. La represión fue sangrienta en ambos bandos (“terror rojo” y “terror blanco”).
Oposición Política al Franquismo
Tres frentes de oposición al franquismo: la actividad clandestina de grupos del PCE, PSOE y CNT; la conspiración monárquica; y el maquis. Militares monárquicos solicitaron a Franco la restauración de la monarquía con Juan de Borbón. El maquis, formado por grupos que continuaban la lucha guerrillera y excombatientes de la resistencia francesa, fracasó debido al aislamiento, la represión y el recuerdo de la guerra. En 1950, la oposición abandonó la violencia y se centró en universidades y sindicatos. El franquismo endureció la represión, pero flexibilizó las demandas salariales. El exilio republicano formó un gobierno en México, con Diego Martínez Barrio como presidente y José Giral como presidente del gobierno.
Comentario sobre la Constitución de 1931
La Constitución de 1931 fue la norma fundamental del nuevo régimen republicano. La República surgió tras el descrédito de la monarquía y la dictadura de Primo de Rivera. Las elecciones municipales de 1931 llevaron a la abdicación del rey y la proclamación de la Segunda República. La Constitución definía a España como una “República democrática de trabajadores”, con énfasis en la libertad y la justicia. El modelo territorial reconocía la autonomía de municipios y regiones. La separación Iglesia-Estado fue un punto clave, suprimiendo la asignación económica a la Iglesia. La amplia declaración de derechos y libertades fue una novedad importante.
Comentario sobre la Ley de Responsabilidades Políticas
La Ley de Responsabilidades Políticas, promulgada en 1939, buscaba “liquidar las culpas” de quienes no apoyaron el golpe militar. El tribunal encargado de juzgar estaba formado por militares, magistrados, falangistas y miembros de las JONS. Se culpaba a quienes defendieron la República entre 1934 y 1936, y a quienes se opusieron al Movimiento Nacional. Se ilegalizaron los partidos del Frente Popular y otras organizaciones opositoras. Las sanciones incluían la pérdida de derechos y bienes.
Comentario sobre la Carta del Episcopado Español
La Carta del Episcopado Español de 1937 define la Guerra Civil como un enfrentamiento entre comunismo y cristianismo. El episcopado justifica el levantamiento como una defensa de la sociedad civilizada. La Iglesia católica había sufrido represión durante la República, con ataques a templos y medidas laicistas. La carta concluye con el apoyo explícito al bando nacional.