El Bienio Radical Cedista y la Crisis de la República Española
Las reformas del bienio de izquierdas surgieron en un ambiente poco propicio, lo que dificultó la consolidación de la República. Los sectores más afectados por las reformas del gobierno anterior fueron: la Iglesia, el Ejército, los propietarios de tierras y las organizaciones patronales.
Los carlistas pactaron con los alfonsinos para ir juntos a las elecciones y unir las fuerzas monárquicas. Se crearon también grupos fascistas como las JONS, que se unieron más tarde a Falange Española, dirigida por José Antonio Primo de Rivera. Por otro lado, la extrema izquierda, descontenta con la lentitud de la reforma agraria, el paro y las duras condiciones de vida en algunas zonas de España, desacreditó al gobierno.
Por su parte, los anarquistas de la CNT presentaban una doble corriente: la moderada de Ángel Pestaña y la más radical de la FAI, liderada por García Oliver y Durruti, entre otros. La CNT fomentó la conflictividad laboral, la insurrección campesina y el establecimiento de comunas libertarias con la finalidad de destruir el orden burgués.
La derecha en 1933 se organizó rápidamente, y nació la CEDA, formada por la derecha civilizada, alfonsinos, carlistas y grupos fascistas. En noviembre de 1933 se convocaron elecciones, que resultaron un éxito para la CEDA y las derechas, y un fracaso para la izquierda. La CNT pidió la abstención en las elecciones. En Cataluña y el País Vasco también ganaron las derechas. Comenzó así el Bienio Radical Cedista o Bienio de Derechas, denominado por sus detractores como “Bienio Negro” por la represión de la Revolución de 1934 y por el fin de las medidas progresistas del bienio anterior.
Desarrollo del Bienio Radical Cedista
Las elecciones generales de noviembre de 1933, las primeras con sufragio femenino, tuvieron como resultado la mayoría de las derechas. Alcalá Zamora fue elegido presidente de la República. Desconfiando de la CEDA y de Gil Robles, encargó formar gobierno a Lerroux y su partido Radical. El giro del gobierno a posturas cada vez más autoritarias y con más ministros de la CEDA, asustó a las izquierdas, que declararon la huelga general en todo el país.
El 7 de octubre, una parte del PSOE encabezó un golpe de estado que amenazó con desembocar en una guerra civil. Este golpe fracasó, excepto en Asturias y Cataluña. Es la llamada Revolución de Octubre de 1934. Este movimiento estuvo alentado desde amplios sectores e importantes dirigentes del PSOE y la UGT, como Largo Caballero o Indalecio Prieto, y de forma desigual por la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y el Partido Comunista de España.
La Revolución de Octubre en Asturias y Cataluña
En Asturias, los mineros unidos a CNT, UGT y PCE, llevaron a cabo una revolución. Se apoderaron de las armas de los cuarteles de la Guardia Civil y las fábricas de armamento, y sustituyeron los ayuntamientos por comités revolucionarios. Ocuparon la cuenca minera y sitiaron Oviedo.
En Cataluña, la huelga fracasó. El presidente de la Generalitat, Luís Companys, preocupado por el carácter derechista del gobierno, proclamó el Estado Catalán dentro de la República Española, invitando a la oposición al gobierno radical-cedista a crear un gobierno provisional de la República en Cataluña.
En Madrid, Azaña, Largo Caballero y otros líderes de izquierdas fueron detenidos. Gil Robles pretendía modificar la constitución de 1931, pero no se llevó a cabo debido a la crisis. En diciembre, el presidente Alcalá Zamora, que no deseaba que la CEDA y Gil Robles formaran gobierno en solitario, disolvió el Parlamento y convocó nuevas elecciones, para frenar a la derecha cada vez más inclinada al autoritarismo y al fascismo.
El Frente Popular y las Elecciones de 1936
La izquierda decidió formar el Frente Popular. La CNT no participó, pero pidió el voto para el Frente Popular. El programa del Frente Popular se basaba en una amnistía general para los presos políticos y la vuelta a las reformas económico-sociales del bienio de izquierdas. No era un programa revolucionario, sino una vuelta a 1931.
La convocatoria de elecciones generales reveló que España se polarizaba hacia dos extremos: el fascismo y el socialismo-comunismo. El Frente Popular destituyó a Alcalá Zamora como presidente, al que consideraban demasiado conservador, y fue sustituido por Azaña. Se produjo una crisis de gobierno, Azaña dimitió y fue nombrado Presidente de la República, formando gobierno Santiago Casares Quiroga. Se concedió una amplia amnistía a los implicados en la Revolución de 1934. El gobierno del Frente Popular alegaba estar desbordado ante la escalada de violencia entre sectores radicales izquierdistas y derechistas.
Conclusión: El Camino Hacia la Guerra Civil
Ya la misma noche de las elecciones de febrero de 1936, el general Franco intentó declarar el estado de guerra, y en marzo, un grupo de generales acordó un “alzamiento que restableciese el orden”. En un primer momento la conspiración tuvo escasa fuerza y mala organización, hasta que se encargó de ello el general Mola, que fue el verdadero jefe del golpe de Estado hasta julio de 1936. Su plan consistía en que se sublevaran simultáneamente todas las guarniciones militares posibles.
Los militares estaban apoyados por las fuerzas políticas de derechas, que extendieron el movimiento conspirador entre civiles y militares. Los planes, según Mola, una vez hubiera triunfado el golpe militar, eran establecer una Dictadura militar, que eliminaría lo que consideraban peligro de revolución al triunfar el Frente Popular. La CEDA quería la vuelta a la monarquía alfonsina, los fascistas y falangistas, un régimen a la italiana (Mussolini), y los carlistas, la instauración de la Monarquía Tradicional.
El 12 de julio de 1936 fue asesinado José del Castillo Sáez de Tejada. Al día siguiente, guardias de asalto, fuerzas de seguridad, compañeros de Castillo, asesinaron al líder de la oposición, José Calvo Sotelo. Éste se considera el detonante de la Guerra Civil.
El golpe de estado o sublevación se inició en la tarde del 17 de julio de 1936 por el ejército del norte de Marruecos y diversas guarniciones. El fracaso del golpe militar en buena parte de España desencadenó el inicio de la guerra civil que se prolongaría por tres años.