Carlos I, Felipe II y el Sacro Imperio: Poder, Conflictos y Legado

Carlos I y el Sacro Imperio Romano Germánico

Carlos I fue proclamado rey de Castilla y Aragón en Bruselas en 1516. Llegó a España en 1517. Su herencia era:

  • La corona de Castilla con las plazas del norte de África, las Islas Canarias y los territorios americanos.
  • La corona de Aragón con territorios italianos y los condados del Rosellón y la Cerdaña.
  • Austria, Países Bajos, el Artois y el Franco Condado.

Carlos I llegó a España rodeado de una corte de nobles y eclesiásticos flamencos (destacando el Obispo Adriano de Utrecht) que no conocían la lengua y se repartieron los cargos más importantes. Carlos convocó las cortes en Castilla, Aragón y Cataluña, donde fue reconocido como rey. Tras la muerte de su abuelo, abandonó España para ser proclamado emperador en la dieta de Frankfurt con el título de Carlos V. Llevó una vida itinerante por Europa y permaneció en España catorce años. Aunque inicialmente los españoles no estaban muy interesados en los proyectos imperiales, con el tiempo se convirtieron en su principal apoyo. Más tarde, con problemas de salud, abdicó en una ceremonia en Bruselas, dejando a su hijo Felipe los reinos españoles y todos los territorios europeos, salvo Austria y los derechos de la corona imperial, que pasaron a su hermano Fernando.

La política internacional de Carlos V

Heredó el título imperial en condiciones difíciles. En Alemania había una rebelión religiosa y política, Francia aspiraba a dominar Italia, y en el Mediterráneo y Centroeuropa era amenazadora la expansión del Imperio Turco Otomano. Carlos estuvo inmerso en continuas guerras, anteponiendo su función como emperador a sus intereses como rey de España. Se pueden distinguir los siguientes conflictos:

1. El enfrentamiento con Francia

Con precedentes en la lucha con la corona de Aragón, la superioridad española fue incontestable. El motivo del conflicto era la lucha por la hegemonía en Italia y la pugna por los territorios de Flandes y Borgoña. Carlos V y Francisco I se enfrentaron en varias ocasiones: Carlos V venció en Pavía y obtuvo el Milanesado. El Papa apoyó a Francia y provocó el saqueo de Roma. El enfrentamiento terminó con la Paz de Crépy, que confirmaba la superioridad de Carlos V.

2. La lucha contra los protestantes

Tras la exposición de las 95 tesis de Martín Lutero, se celebró la Dieta de Worms, en la que se pidió a Lutero la retractación. Se negó y se puso bajo la protección de Federico de Sajonia. El protestantismo fue asumido por los príncipes del imperio y de Holanda. Inglaterra y los reinos escandinavos también se separaron de la obediencia de Roma. Carlos V luchó contra el protestantismo para preservar la unidad religiosa. El emperador derrotó a los protestantes en Mülberg, pero finalmente tuvo que aceptar la división religiosa del imperio en la Paz de Augsburgo.

3. Lucha contra el Imperio Turco

El Imperio Otomano era la potencia dominante tras la toma de Constantinopla. Extendió su poder por Europa central. Los piratas berberiscos amenazaban las costas de Italia y España. Ante esto, Carlos V tomó Túnez, pero fracasó ante Argel. El enfrentamiento continuaría.

El Imperio Hispánico de Felipe II

Felipe II heredó los territorios salvo Austria y la corona imperial alemana. Mantuvo el título de rey católico. Durante su reinado, España fue la primera potencia europea y los territorios españoles se extendían por todo el planeta. Se involucró en los asuntos de gobierno y estableció su corte en Madrid. Su política tenía dos ejes fundamentales:

  1. Asegurar la supremacía española en Europa.
  2. Defender el catolicismo, lo que le llevó a enfrentarse con Inglaterra y Holanda, e intervenir en las luchas internas de Francia entre católicos y protestantes.

Su política generó numerosos enemigos y favoreció la difusión de escritos denigratorios hacia su persona.

Política internacional de Felipe II

1. Contra Francia

Se acentuaron los problemas. En San Quintín, vencieron las tropas españolas, y se celebró la victoria con la construcción del Monasterio de El Escorial. La Paz de Cateau-Cambrésis puso fin al enfrentamiento, pero la lucha continuó y España intervino en los asuntos internos de Francia apoyando a los católicos frente a los calvinistas. Enrique de Borbón pretendió acceder al trono de Francia con la oposición de los católicos. Finalmente, se convirtió al catolicismo y subió al trono con el nombre de Enrique IV. España y Francia firmaron la Paz de Vervins.

2. En los Países Bajos

En 1566 estalló la primera rebelión por las aspiraciones a la independencia de su nobleza y las ambiciones de Francia e Inglaterra. Felipe II no aceptó la libertad de cultos y trató de imponer su autoridad. Envió a algunos de sus mejores generales. La rebelión pudo ser controlada en el sur católico, pero no en Holanda. Felipe II nombró gobernadora de los Países Bajos a su hija Isabel Clara Eugenia con derecho de sucesión. Al no tener hijos, los territorios volvieron a la corona española y continuaron los conflictos.

3. Contra Inglaterra

El enfrentamiento se debió a la competencia por el control del Atlántico. En un principio, el conflicto se evitó gracias al matrimonio de Felipe II. La corona inglesa favoreció los continuos ataques de los piratas contra los barcos españoles que venían de América y apoyó a los rebeldes. Esto hizo que Felipe II se enfrentara con Inglaterra enviando la Armada Invencible. Los ataques ingleses y holandeses en el Canal de la Mancha diezmaron la flota y las naves supervivientes volvieron a España.