El siglo XVIII fue un siglo de transición. Se produjo la Guerra de Sucesión (1701-1714) que finalizaría con la proclamación de Carlos de Austria como emperador de Alemania en 1711. Posteriormente se produjeron una serie de cambios político-administrativos de mano de los tres primeros monarcas de la dinastía borbónica: Felipe V (1700-1746), Fernando VI (1746-1759) y Carlos III (1759-1788). En cuanto al despotismo ilustrado de Carlos III, cabe mencionar: un recordatorio básico de la Ilustración, la Ilustración española y las reformas de Carlos III.
Las transformaciones económicas de Carlos III se dieron en la agricultura, manufacturas, comercio y medidas fiscales.
El Siglo XVIII: Continuidad y Cambio
El siglo XVIII fue un siglo de continuidad, en el que se mantuvo la sociedad estamental (grupos de privilegiados y de no privilegiados), una monarquía absolutista en la que no se cuestiona la legitimidad del poder absoluto (despotismo ilustrado) y un régimen señorial de base agrícola, en la que la nobleza y el clero ocupan la mayor parte de las tierras (continúan los señoríos territoriales y jurisdiccionales). Sin embargo, también es un siglo de cambio, en el que comienza la valoración de la propiedad privada libre y la liberalización intelectual (aunque sigue alejada del poder político).
El Despotismo Ilustrado
El despotismo ilustrado fue la teoría política dominante en Europa durante el siglo XVIII, que llega a España con Carlos III. Se basaba en dos principios:
- Despotismo: poder absoluto del rey, que ni se discute ni se quiere cambiar.
- Ilustrado: el protagonismo del rey (rey filósofo) en la adopción de medidas que favorezcan el progreso del país (“por el pueblo, pero sin el pueblo”).
Una burguesía débil y un pueblo ignorante son la causa de esta política.
La Ilustración
La Ilustración es el fenómeno cultural e intelectual que define las formas de pensamiento del siglo XVIII, también conocido como Siglo de las Luces. La Ilustración se basaba en el culto a la razón, defendiendo que la luz de la razón lleva al conocimiento que proporciona la felicidad. Para argumentarlo, parte de los logros de la revolución científica del siglo XVII: la naturaleza se rige por leyes comprensibles para la razón humana que pueden ser formuladas científicamente. La razón a su vez, también puede explicar la sociedad y el hombre, y puede ayudar a mejorarlos. Los ilustrados rechazan la tradición, la autoridad y la revelación como fuentes de conocimiento.
Críticas de la Ilustración al Antiguo Régimen
- Criticaron los privilegios de la sociedad estamental en defensa de la libertad y la igualdad.
- Criticaron el sistema económico defendiendo la libertad económica y la propiedad privada.
- Criticaron el control ideológico de la Iglesia defendiendo la libertad de conciencia y pensamiento.
- Criticaron el sistema político absolutista en defensa del contrato entre gobernantes y gobernados, el voto como expresión de la soberanía nacional y la división y separación de poderes.
La Ilustración Española
La Ilustración española se desarrolla más tarde por:
- Ausencia de burguesía.
- Conservadurismo de los intelectuales y de la Iglesia.
- Inexistencia de clases medias.
Las principales preocupaciones de los ilustrados fueron:
- La educación (para que sea útil).
- La economía (para que aumente la producción y la riqueza).
- La Iglesia (para que cumpla su función con moralidad y eficacia, sometida al poder real).
Algunos ilustrados españoles fueron: Jovellanos, Floridablanca, Campomanes, Olavide, Conde de Aranda, Cabarrús. La difusión del pensamiento ilustrado se llevó a cabo mediante la Sociedad Económica de Amigos del País y la prensa periódica científica, literaria o sociológica.
Líneas de Acción en el Reinado de Carlos III
Las tres grandes líneas de acción en el reinado de Carlos III fueron:
- La Iglesia: regalismo, que propugnaba la superioridad del rey sobre la Iglesia en cualquier ámbito que no fuera la doctrina religiosa. La persistencia de la Inquisición (control social y censura de libros dificulta difusión ideas ilustradas) y la expulsión de los jesuitas (1766).
- La población: crece hasta 10 millones de habitantes, siendo este crecimiento más notable en la periferia (dobla su población). Se crean políticas poblacionistas; dando incentivos a familias numerosas a las que acogen a emigrantes católicos. Sin embargo, se mantienen en las crisis de subsistencias: hambrunas, epidemias, carestía de alimentos, etc.
- La economía: centra los mayores esfuerzos de los ilustrados, y tiene como objetivo mejorar y modernizar la producción y el comercio. Se inician varias líneas de acción:
- A. La agricultura: se presenta como principal problema, ya que la escasa producción es incapaz de alimentar a una población en crecimiento. Esto se debe, principalmente, al sistema de propiedad (manos muertas y propiedad de la Iglesia, mayorazgos, señoríos, escasez de tierras disponibles, arrendamientos altos, tierras municipales: comunales y de propios). El rey establece una serie de medidas para intentar solventar esta situación: innovaciones en el cultivo de maíz y patata, introducción de cultivos de regadío en el litoral valenciano, liberalización del comercio de granos y vino, reducción de privilegios de la Mesta y la colonización de Sierra Morena. Destaca el Expediente de la Ley Agraria de Jovellanos, no se lleva a la práctica por oposición de nobleza y clero.