BLOQUE 5. LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833). LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO
5.1. La Guerra de la Independencia: antecedentes y causas. Bandos en conflicto y fases de la guerra
1.- Las repercusiones de la Revolución Francesa. Los gobiernos de Godoy:
En Diciembre de 1788 fallecía
Carlos III y le sucedía en el trono su hijo Carlos IV (1788-1808). Su reinado se vio condicionado por el estallido de la Revolución Francesa, a partir de 1789, y el posterior ascenso al poder de Napoleón Bonaparte.
El movimiento revolucionario que sacudíó a Francia obligó a la monarquía española a adoptar una política de prevención para evitar que sus ideas se extendiesen a España a la vez que se veía comprometida a ayudar a los reyes franceses con los que les unía parentesco.
Carlos IV designó como primeros ministros durante sus primeros años al conde de Floridablanca y al conde de Aranda, ambos políticos ilustrados. Sin embargo, la política dubitativa del conde de Aranda hacia Francia hizo que el rey lo sustituyese por Manuel Godoy en 1792. Éste era un oficial de la guardia real que ascendíó rápidamente gracias a su amistad con la reina María Luisa de Parma hasta convertirse en el auténtico gobernante de España.
Su acción de gobierno estuvo condicionada por su política hacia la Francia revolucionaria que conocíó dos fases:
A) Hostilidad hacia Francia (1793-1795)
se inició con su fracasado intento de salvar la vida del rey Luis XVI, que sería finalmente guillotinado en Enero de 1793. La situación acabó en una declaración de guerra a la Francia revolucionaria y la derrota española que obligó a firmar la Paz de Basilea en 1795.
B) Alianza con Francia (1796-1808)
, tras el fin de la fase más radical de la Revolución Francesa y el ascenso al poder de Napoleón Bonaparte en 1799 se produjo un acercamiento entre Francia y España, que firmaron varios pactos de alianza recuperando los antiguos pactos de familia. En 1796 se firmó el Tratado de San Ildefonso, un pacto frente a Gran Bretaña, que acabó en dos fracasos: el intento de invadir Portugal en 1801 (Guerra de las Naranjas) y la derrota de la flota Franco-española en la batalla de Trafalgar en 1805.
Estos fracasos afectaron a la popularidad de Godoy y provocaron la desconfianza de Napoleón que forzó a España a firmar un nuevo tratado el 27 de Octubre de 1807, el Tratado de Fontainebleau, que permitía la entrada y acuartelamiento de tropas napoleónicas en España con el fin de invadir Portugal, aliada de Gran Bretaña, que sería repartida entre Francia, España y el propio Godoy.
2.- La crisis de 1808:
Las tropas francesas comenzaron a ocupar el territorio español y Godoy decidíó trasladar la familia real fuera de Madrid. Cuando se encontraban en el palacio de Aranjuez se produjo un complot organizado por los partidarios del Príncipe de Asturias (el futuro Fernando VII), que aprovechando el descontento popular desencadenaron el Motín de Aranjuez, el 17 de Marzo de 1808. La consecuencia fue el cese de Godoy y la abdicación del rey en su hijo Fernando VII.
Napoleón, receloso del cambio del monarca, convocó a la familia real española a un encuentro que se celebró en la localidad francesa de Bayona. En las llamadas abdicaciones de Bayona, Fernando VII, bajo la presión del Emperador, devolvíó la Corona a Carlos IV. Éste se la entregó a Napoleón que designó nuevo rey de España a su hermano José. El nuevo estado resultante es una monarquía que se rige por el Estatuto de Bayona de 1808, una carta otorgada que ponía fin al régimen absolutista y establecía un régimen liberal moderado.
3.- El levantamiento del 2 de Mayo:
La presencia de tropas francesas acantonadas en España era mal vista por la población española y provocaba un profundo malestar y frecuentes altercados.
La ausencia de los reyes, a los que se consideraba secuestrados por Napoleón, fue soliviantando los ánimos. En la mañana del 2 de Mayo de 1808, estalló un levantamiento popular en Madrid dando lugar una dura represión de las tropas francesas dirigidas por el mariscal Murat.
Los sucesos de Madrid provocaron que el enfrentamiento contra las tropas napoleónicas se propagase a otras localidades.
4.- Composición de los bandos en el conflicto:
La Guerra de Independencia (1808-1814) fue, fundamentalmente, una guerra de liberación contra un invasor extranjero; pero también fue una Guerra Civil, ya que un importante sector de la población de la población aceptó el gobierno de José I Bonaparte.
La Guerra de Independencia enfrentó, dentro de los españoles a los llamados “afrancesados”, ilustrados partidarios de una modernización de España y que apoyaron a José I, y a los “patriotas”, grupo heterogéneo que comparte el rechazo al invasor y el reconocimiento de Fernando VII como legítimo rey de España pero que pertenecen a dos grupos ideológicos muy dispares: los liberales y los tradicionalistas o absolutistas.
Las tropas españolas contaron, por su parte, con el apoyo de los ejércitos inglés y portugués. Pese a ello, las tropas napoleónicas eran más numerosas, estaban bien equipadas y contaban con experiencia bélica. Para hacer frente a la superioridad militar francesa las tropas españolas emplearon la táctica de la guerra de guerrillas.
5.- Fases de la Guerra de la Independencia (1808-1814)
La guerra tuvo varias fases según se iba inclinando de uno u otro lado el conflicto:
A) De Mayo a Noviembre de 1808
Las fuerzas francesas controlan la situación aprovechando la indecisión de las autoridades españolas. José I Bonaparte se instala en Madrid. Los franceses controlan el norte y el centro peninsular.
Las fuerzas regulares españolas se dispersan y son derrotadas o apresadas. Sin embargo, cuando los franceses se dirigen hacia el sur son derrotados por las fuerzas españolas en la batalla de Bailén (Julio de 1808), que impide la conquista de Andalucía. José I abandona Madrid temiendo ser apresado por los españoles.
B) De Noviembre de 1808 a Enero de 1812
Napoleón decide intervenir, personalmente, en la campaña española. Al frente de lo mejor de su ejército, la Grande Armée, derrota a las fuerzas españolas y entra en Madrid. Las tropas españolas optan por la guerra de guerrillas ante la clara superioridad francesa. La Junta Suprema de la defensa española se refugia en Cádiz.
C) Desde 1812 hasta el final de la guerra
La alianza con Inglaterra se convierte en decisiva. Las fuerzas angloportuguesas combinadas con las españolas, empujan a los franceses desde la frontera portuguesa, obteniendo las victorias de Arapiles (1812) y Vitoria (1813), hechos que coinciden con la derrota francesa en Rusia. A finales de 1813 se firmó el Tratado de Valençay, por el que Napoleón reconocía a Fernando VII como rey de España. La retirada francesa se completó a principios del siguiente año.
6.-Consecuencias de la guerra:
La guerra tuvo nefastas consecuencias demográficas y económicas. La mortalidad fue bastante alta (más de medio millón de muertos) y la natalidad descendíó. La producción agraria y la industrial descendíó notablemente y el comercio se paralizó al tiempo que la deuda pública se incrementó excesivamente.
5.2. Las Cortes de Cádiz. La Constitución de 1812
1.- Las Cortes de Cádiz
Con la Guerra de Independencia se inicia en España la revolución liberal.
El vacío de poder creado por las abdicaciones de Bayona (la retención de los reyes y la abdicación en Napoleón) dejaron en una situación dubitativa y de indecisión a las altas autoridades españolas.
Sin embargo, con la extensión por diversas zonas del país de las sublevaciones populares contra los franceses, se crearon juntas locales de defensa que asumieron el poder en nombre de Fernando VII, y dirigieron y organizaron la resistencia contra el gobierno de José I.
Las juntas locales dieron paso a una Junta Central Suprema que centralizó el poder y la organización de las operaciones militares de resistencia. La ocupación de prácticamente toda España por las fuerzas napoleónicas obligó a la Junta Central Suprema a refugiarse en Cádiz, la ciudad más liberal de España.
Allí se decidíó crear un Consejo de Regencia que funcionase como máxima autoridad en ausencia de Fernando VII al que se reconocía como legítimo rey de España. Para dar legitimidad al traspaso de poderes desde la Junta Central al Consejo de Regencia, los liberales pidieron la convocatoria de Cortes que por las circunstancias que vivía el país tenían un carácter extraordinario.
Pese a la oposición del Consejo de Regencia las Cortes quedaron convocadas y los liberales acabaron imponiendo sus tesis al conseguir que los diputados fueran elegidos por sufragio (por votación) y en asamblea única y no por estamentos como las Cortes absolutistas.
La apertura de las Cortes se produjo el 24 de Septiembre de 1810 en la Isla de León (actualmente San Fernando, cerca de Cádiz). Para que las Cortes fuesen representativas hubo diputados de distintos puntos de España y de América y el resto se cubríó con diputados gaditanos.
Los diputados procedían del bajo clero, profesiones liberales (abogados, comerciantes) y militares. Hubo escasa representación de la nobleza, del campesinado o de los artesanos.
Los diputados no estaban agrupados por partidos políticos pero sí podían distinguirse dos grupos ideológicos:
A) Realistas o serviles, partidarios de mantener el régimen absolutista
b) Liberales, que deseaban establecer un régimen liberal en España. A su vez se dividían en moderados (partidarios de la soberanía compartida y un pacto entre el rey y las Cortes) y exaltados (partidarios de recortar los poderes del rey y de establecer el principio de soberanía nacional).
Las primeras medidas adoptadas por las Cortes estuvieron encaminadas a imponer un sistema liberal (revolución liberal). Los cambios propuestos tenían un trasfondo político y social con el que se pretendía acabar con el régimen absolutista (también conocido como Antiguo Régimen) y con sus fundamentos jurídicos:
El régimen señorial y la sociedad estamental.
Las Cortes establecieron las siguientes medidas:
– Se reconocía a Fernando VII como legítimo rey de España pero se limitaban sus poderes y determinaban que la soberanía (el poder y la capacidad de decisión) residían en la nacíón representada por las Cortes.
–
División de poderes dejando a las Cortes el poder legislativo (la capacidad de elaborar y aprobar las leyes)
– La abolición de las instituciones feudales y del régimen señorial. Toda la población dejó de estar sometida a la jurisdicción privada para pasar a depender de la autoridad pública y de la legislación del Estado.
– Se establece la igualdad jurídica que supone la supresión de estamentos.
–
Supresión de los gremios y eliminación de la Mesta.
– Se reconoce la libertad de comercio, industria y de trabajo.
– Supresión del tribunal de la Inquisición.
2.- La Constitución de 1812:
Como objetivo final las Cortes deciden elaborar una Constitución para plasmar los cambios y como nuevo marco jurídico de convivencia. La Constitución fue aprobada el 19 de Marzo de 1812, es conocida popularmente como “la Pepa” y es la primera Constitución de España. Fue obra del compromiso entre absolutistas y liberales aunque fueron estos últimos los que impusieron sus tesis. Se trata de una Constitución extensa organizada en 10 Títulos y 384 artículos y entre cuyos principios fundamentales destacan:
1. Se establece el principio de Soberanía Nacional (la autoridad suprema reside en el conjunto de la nacíón representada en las Cortes).
2. El estado se define como una monarquía limitada con división de poderes
– Legislativo que recae en el rey y en las Cortes.
– Ejecutivo en el rey que preside el gobierno.
– Judicial que compete a los jueces y tribunales de justicia.
3. Las Cortes serían unicamerales y estaban facultadas para elaborar leyes, firmar tratados internacionales y refrendar la sucesión a la corona.
Las Cortes estaban representadas por diputados de cada provincia incluidos los territorios americanos. Se les nombraba por un período de 2 años por sufragio universal masculino indirecto en fases sucesivas parroquia, comarca y provincia. Se debía ser mayor de 25 años y disponer de rentas para ser elegido diputado.
4. Igualdad de todos los ciudadanos ante la ley (igualdad jurídica), para lo que se establecía un fuero único (código de leyes) y se abolían los privilegios feudales de nobleza y clero.
5. Se reconocían los derechos individuales (libertad de expresión, garantías penales, etc.)
6. Como concesión al clero y a los absolutistas se impónía la religión católica como oficial y única
Pese a que las medidas adoptadas por las Cortes de Cádiz y la propia Constitución apenas llegaron a aplicarse por la guerra, la Constitución de 1812 fue un referente del liberalismo y de constituciones posteriores de la historia de España (sobre todo durante el Siglo XIX) y de otros países como Portugal, Piamonte o las repúblicas iberoamericanas.
5.3. El reinado de Fernando VII: liberalismo frente a absolutismo. El proceso de independencia de las colonias americanas.
1.- Etapas del reinado de Fernando VII:
1)El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Por el Tratado de Valençay del 11 de Diciembre de 1813, Napoleón reconocía su derrota en España y devolvía el trono a Fernando VII, quién entró en España a principios de 1814. Poco después, un grupo de diputados absolutistas de las Cortes le entregó el Manifiesto de los Persas, en el que se le solicitaba la restauración del régimen absolutista. Fernando VII, con el apoyo del Ejército y de la Iglesia, y mediante los decretos del 4 de Mayo, declaró abolida la Constitución y anuló la obra legislativa de las Cortes de Cádiz. Comenzó a gobernar como soberano absoluto con el respaldo de buena parte del pueblo, de la mayoría del clero y del Ejército. El triunfo de la Restauración en Europa favorecíó sus propósitos. Se restablecieron la Inquisición, el régimen señorial y los privilegios de la nobleza y clero al tiempo que se suspendieron las libertades fundamentales. Además, comenzó una fuerte represión contra los liberales.
Desde organizaciones secretas, los liberales intentarán restituir la Constitución por medio de los pronunciamientos militares.
Estos intentos de golpes de Estado dirigidos por militares que se posicionan políticamente suponen la intervención del ejército en los asuntos políticos iniciando una práctica que se extenderá durante todo el Siglo XIX. Entre 1814 y 1820 se produjeron varios pronunciamientos militares (Espoz y Mina, Díaz Porlier…) que fracasaron.
2) El Trienio Liberal (1820-1823)
En 1820 se produjo un pronunciamiento liderado por el comandante Riego en Cabezas de San Juan (Sevilla), al mando de un ejército que iba a ser embarcado para sofocar la rebelión de las colonias americanas.
El pronunciamiento tuvo éxito y el rey se vio obligado a restablecer el liberalismo y a jurar la Constitución de 1812. El régimen liberal restablecíó las normas legales aprobadas por las Cortes de Cádiz, abolíó la Inquisición y creó la Milicia Nacional (cuerpo armado para la defensa del liberalismo).
Sin embargo, el régimen constitucional carecía de apoyo popular, tuvo que hacer frente a las consecuencias económicas negativas de la pérdida de las colonias americanas y sus defensores (los liberales) se dividieron en dos tendencias:
Los moderados o doceañistas y los exaltados o veinteañistas
Por su parte, los absolutistas conspiraron en diversas ocasiones contra el gobierno liberal. Finalmente, Fernando VII buscó la ayuda de las monarquías absolutistas europeas que formaban la Santa Alianza. Reunidas en el Congreso de Verona de 1822, decidieron intervenir en España enviando un ejército que restaurase el absolutismo. Las fuerzas absolutistas procedentes de Francia conocidos como los Cien Mil Hijos de San Luís y dirigidos por el Duque de Angulema, entraron en España en 1823 y restablecieron el absolutismo, poniendo fin al Trienio Liberal.
3) Década Ominosa/Últimos años de reinado (1823-1833)
Fernando VII emprendíó una fuerte represión contra los liberales.
Se suprimieron todas las leyes aprobadas en el período anterior y se restablecieron las instituciones del Antiguo Régimen, con la excepción de la Inquisición. La Milicia Nacional fue disuelta y en su lugar se creó un cuerpo armado del absolutismo:
Los Voluntarios Realistas.
Los liberales volvieron a optar por los pronunciamientos, que no tuvieron éxito.
La situación de la Hacienda pública se hizo insostenible por los efectos de la Guerra de la Independencia, el aumento de la deuda y la pérdida de las colonias americanas. En el seno del grupo absolutista también surgieron divisiones entre aquellos que eran partidarios de algunas reformas institucionales para evitar una revolución (reformistas) y aquellos partidarios de no realizar ningún tipo de cambio y de una persecución más dura contra los liberales (apostólicos).
En los últimos años del reinado de Fernando VII aparecíó el problema sucesorio.
En 1830 el rey Fernando VII, se encontraba enfermo y su esposa María Cristina de Borbón estaba embarazada de su primer hijo. En España regía una ley de sucesión conocida como Ley Sálica, que prohibía el acceso a las mujeres a la Corona.
El rey decidíó derogar dicha ley promulgando la Pragmática Sanción, que si lo permitía. Ese mismo año nacía la princesa Isabel (futura Isabel II), que fue proclamada heredera legal, quedando el hermano del rey, Carlos María Isidro, segundo en el orden sucesorio. El hermano del rey no aceptó esta modificación legal y contó con el apoyo de los sectores más tradicionalistas y radicales del absolutismo conocidos como carlistas o apostólicos.
2.- El proceso de independencia de las colonias americanas (1810-1824)
Durante el reinado de Fernando VII las colonias españolas en América iniciaron un proceso de insurrección que condujo a su independencia.
Las causas:
El proceso de independencia fue protagonizado por la población criolla (descendientes de españoles nacidos en América que apenas representaban el 10% de la población). Los criollos, influidos por el pensamiento ilustrado y liberal y por la independencia de Estados Unidos, aspiraban a controlar el poder político. Se sentían discriminados pues la mayor parte de los cargos administrativos (virreyes, gobernadores…) eran ocupados por españoles venidos de la Península y también reclamaban la libertad de comercio que era controlado desde España. Obtuvieron el apoyo de Gran Bretaña, interesada en el comercio y las materias primas americanas.
El proceso de independencia
Se inició durante la invasión napoleónica de España. En América también se formaron juntas locales que, en un principio, también juraron lealtad a Fernando VII, pero a partir de 1810, depusieron a las autoridades coloniales. Esta primera intentona fracasó en casi todas las colonias.
En 1815 se inició la segunda y definitiva fase emancipadora. El general argentino San Martín marchó sobre Chile y luego se dirigíó a Perú. El general venezolano Simón Bolívar líberó el Virreinato de Nueva Granada y proclamó el nacimiento de la Gran Colombia (que se fragmentaría algunos años después). Posteriormente marchó sobre Ecuador, y su lugarteniente, el general Sucre, aliado con San Martín, derrotó a los españoles en Perú. El pronunciamiento de Riego aceleró el proceso ya que las tropas realistas no recibieron refuerzos. El último episodio destacado de la independencia americana fue la derrota de las tropas españolas en Ayacucho en 1824.
En México los sacerdotes Hidalgo y Morelos proclamaron la independencia en 1810 pero fueron derrotados por las tropas españolas. Posteriormente, el general Iturbide se alzó contra el virrey y en 1821 suscribíó el Plan de Iguala, logrando México la independencia. En 1823, las actuales Guatemala, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Costa Rica se separaron de México.
Consecuencias de la independencia
– España perdía su Imperio colonial salvo Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
– España perdía el comercio americano y las remesas de metales preciosos (en especial plata) y los tributos llegados desde las colonias, que dejaron a la Hacienda española al borde de la quiebra.
– Formación de nuevas repúblicas, caracterizadas por su inestabilidad política y por su dependencia económica, primero de Gran Bretaña y, luego, de Estados Unidos.
-Se mantuvo la marginación de la población indígena y mestiza, quedando el control político en los criollos.
-Abolición de la esclavitud en los nuevos países.