Consecuencias del Desastre del 98 y Crisis de la Restauración en España

El Desastre del 98 y sus Repercusiones

Hacia el año 1895, surgieron ideas independentistas en Cuba y otras colonias españolas, como había ocurrido en años anteriores. En este contexto, comienza en Cuba la Guerra de la Independencia contra España. El general Weyler asumió el mando de las tropas españolas y desarrolló una estrategia conocida como “guerra total”: la concentración de la población campesina para evitar que apoyaran a los insurgentes.

Posteriormente, Estados Unidos intervino en el conflicto. Ofreció a España la compra de la isla por trescientos millones de dólares, oferta que España rechazó. Ante esto, Estados Unidos optó por la fuerza. Sus motivos eran controlar y explotar las minas y plantaciones de azúcar cubanas, además de tener influencia en la zona del mar Caribe. Oficialmente, afirmaban que intervenían para que la isla obtuviera su independencia.

El hecho que aceleró la declaración de guerra a España fue el hundimiento del buque Maine en el puerto de La Habana. Era un buque estadounidense que explotó, causando la muerte de más de 200 personas. Los estadounidenses culparon a España y le declararon la guerra. Fue un enfrentamiento desigual, con una aplastante victoria estadounidense sobre la armada española. Tras la derrota, se firmó el Tratado de París en 1898, en el que España cedía a Estados Unidos los territorios de Filipinas y Puerto Rico. Cuba quedaba “libre”, aunque bajo la influencia de Estados Unidos.

Esta derrota militar tuvo grandes consecuencias en la sociedad española. La principal fue la pérdida de los últimos vestigios de su imperio colonial, tras la venta de las últimas islas a Alemania. Otra consecuencia fue psicológica: España quedó sumida en una grave depresión, con ciudadanos que se sentían inferiores e incluso temían un ataque a las Islas Canarias. Por último, esta crisis desencadenó un afán de regeneracionismo y sirvió de inspiración para los autores de la Generación del 98, que abogaban por una renovación en España. La pérdida de las colonias fue difícil de superar, pero con el tiempo, el país vio un nuevo objetivo en Marruecos y comenzó una nueva aventura colonial, que tampoco tendría un final favorable.

La Crisis Final del Sistema de la Restauración

Con la muerte del rey Alfonso XII, su esposa María Cristina de Habsburgo asumió la regencia hasta la mayoría de edad de su hijo Alfonso XIII, del que estaba embarazada. Durante esta época, se sucedieron gobiernos conservadores y liberales, que realizaron pocos cambios. Entre ellos destaca el establecimiento del sufragio universal por parte del Partido Liberal, lo que dificultó el amaño de las elecciones y disminuyó la influencia de los caciques.

Cuando Alfonso XIII cumplió 16 años, fue nombrado mayor de edad y asumió el reinado de España. Su actuación fue controvertida, pues se implicó demasiado en política, llegando a intervenir en asuntos reservados a otras instituciones. Durante la época final del sistema canovista, surgieron diversas organizaciones que se oponían a él. Los principales fueron los socialistas y republicanos, así como las organizaciones sindicales UGT y CNT (una anarquista y la otra socialista), y en menor medida, los carlistas. Con el debilitamiento del sistema político y la dificultad del amaño electoral, Pablo Iglesias, fundador del PSOE, logró un escaño como diputado, siendo la primera persona ajena a los partidos tradicionales en conseguirlo.

Impacto de la Primera Guerra Mundial en España

Durante el siglo XX, tuvo lugar la Primera Guerra Mundial. España se mantuvo neutral, considerando que el conflicto no le concernía directamente. Durante este período, se dedicó a fabricar productos para los países implicados en la contienda, lo que generó un gran desarrollo industrial que benefició a los empresarios. Sin embargo, estas riquezas no se distribuyeron equitativamente. Los empleados sufrieron un empeoramiento de sus condiciones de vida, ya que sus sueldos permanecieron estancados mientras que el precio de los productos básicos aumentaba debido a las dificultades para importar. La situación se agravó tras el fin de la guerra, ya que muchas empresas cerraron, dejando a un gran sector de la población en paro, lo que provocó conflictividad social y numerosas huelgas.

La Semana Trágica y la Crisis de 1917

Otros hechos que desencadenaron la caída del sistema canovista fueron la Semana Trágica y la crisis de 1917. En 1909, tuvo lugar en Barcelona la Semana Trágica, con numerosas huelgas y manifestaciones contra la obligación de los hombres de ir a luchar a Marruecos. Esto provocó que el ejército declarara el estado de guerra en Barcelona y desplegara tropas. Unos años más tarde, en 1917, se produjo una nueva crisis, motivada por tres sucesos simultáneos:

  • El ejército estaba descontento por sus bajos salarios y por el sistema de ascensos (por méritos de guerra y no por antigüedad), que beneficiaba a quienes combatían en Marruecos. Crearon juntas de defensa, una especie de sindicatos militares.
  • Se convocó una huelga general conjunta por parte de UGT y CNT.
  • Unos 70 diputados se reunieron para protestar contra la forma de gobierno y reclamar un cambio en el sistema.

El Desastre de Annual

A todo lo anterior, hay que sumarle el Desastre de Annual en la Guerra de Marruecos, donde España sufrió una derrota a manos de los rifeños. Murieron cerca de 12.000 soldados debido a una mala planificación del ataque. España aspiraba a compensar su desastre colonial con la ocupación de Marruecos, tras llegar a un acuerdo con Francia y Gran Bretaña para dominar una parte del territorio.