El Imperio Español en el Siglo XVI: Carlos V y Felipe II
Carlos V: Conflictos Internos y Política Exterior (1516-1556)
La política matrimonial de los Reyes Católicos colocó en manos de su nieto, Carlos I, la herencia de cuatro dinastías. La monarquía hispánica se convirtió en la primera potencia europea. Carlos llegó a la península en 1517 rodeado de consejeros flamencos y, en 1520, partió hacia Alemania tras su elección como emperador. Tras su partida, se produjeron dos importantes revueltas:
- Las Comunidades de Castilla (1520-1521): La pequeña nobleza y los habitantes de las ciudades castellanas se opusieron a la política extranjera de Carlos I.
- Las Germanías de Valencia y Mallorca (1519-1523): Artesanos y campesinos se enfrentaron a la alta nobleza y sus siervos mudéjares.
Ambas revueltas fueron aplastadas con la colaboración de la nobleza. La política exterior de Carlos V tuvo como objetivos principales el mantenimiento de su herencia dinástica y la defensa de la cristiandad. Esto le llevó a enfrentarse en continuas guerras con:
- Francia: La rivalidad por la hegemonía europea resultó en la incorporación de Borgoña a Francia y de Milán a los dominios de Carlos.
- Los turcos otomanos: Tras la conquista de Constantinopla (1453), los turcos amenazaban Europa. Carlos V consiguió detener su avance en Europa, pero no en el Mediterráneo.
- Los príncipes alemanes: La aparición del protestantismo en Alemania, con la publicación de las 95 tesis de Lutero en 1517, rompió la unidad religiosa en Europa. La Paz de Augsburgo (1555) reconoció la libertad religiosa dentro de Alemania, significando un fracaso para la política imperial de Carlos V.
En 1556, Carlos V abdicó. Su hijo Felipe II heredó sus dominios en los Países Bajos, la península ibérica, Borgoña e Italia. Los territorios austriacos y los derechos imperiales pasaron a su hermano Fernando. Carlos V murió en Yuste en 1558.
Felipe II y la Consolidación de la Monarquía Hispánica (1556-1598)
Felipe II heredó de su padre los territorios hispánicos y de Borgoña, pero no Austria ni los derechos imperiales. Estableció la corte en Madrid en 1561. Se consideró el defensor del catolicismo, otorgando a la Iglesia española un papel fundamental en el Concilio de Trento. Se impuso un cierre intelectual respecto a Europa para evitar la influencia de las ideas protestantes, con la Inquisición jugando un papel clave en este control.
La represión ejercida sobre las costumbres de los moriscos provocó la rebelión de las Alpujarras (1568-1570). La revuelta fue sofocada y los moriscos fueron dispersados por Castilla para evitar su posible alianza con los turcos. El enfrentamiento con Antonio Pérez y su intento de ser juzgado por las leyes de Aragón llevaron a una represión de los fueros aragoneses, ya que Felipe II consiguió que fuera la Inquisición quien lo juzgara.
Los principales éxitos de Felipe II fueron:
- La paz con Francia, que tras su derrota en San Quintín renunció a sus pretensiones sobre Italia.
- La victoria de Lepanto en 1571 frente a los turcos, que detuvo su avance hacia Europa.
- La anexión de Portugal y su imperio ultramarino en 1580, tras la muerte sin descendencia del rey Sebastián I. Las Cortes de Tomar nombraron rey a Felipe II, logrando la unidad ibérica. Esta unión se disolvería en el siglo XVII, a raíz de la crisis de 1640.
Se produjo una sublevación en los Países Bajos, que se oponían al centralismo. Los holandeses consiguieron el triunfo del calvinismo y la independencia de la monarquía hispánica. Isabel I de Inglaterra apoyaba a los rebeldes de Flandes. Felipe II intentó conquistar Inglaterra con la Armada Invencible en 1588, que fracasó en su intento. En 1598 murió Felipe II, marcando el inicio de una etapa defensiva para el imperio.
El Modelo Político de los Austrias: La Unión de Reinos
La monarquía de los Habsburgo, hispánica con Felipe II, estaba constituida por un conjunto de reinos y territorios dispersos, con escasa relación entre sí. El modelo político de los Austrias era una monarquía multinacional descentralizada, bajo la primacía de la Corona de Castilla: la unión de reinos. Toda la autoridad se concentraba en la figura del rey.
El monarca contaba con el asesoramiento de los Consejos, desarrollando un sistema denominado monarquía polisinodial. Los primeros Consejos fueron creados en el reinado de los Reyes Católicos y reformados durante el reinado de Carlos I. Existían dos tipos de Consejos:
- Temáticos: Estado (representaba el principio de unidad de la monarquía), Hacienda, Inquisición, Órdenes, Cruzada, Guerra y Cámara.
- Territoriales: Castilla (este Consejo estaba por encima del resto y era el tribunal supremo de justicia).
Cada territorio mantuvo sus instituciones:
- Virrey: Suplía al rey en los territorios no castellanos.
- Cortes: Mantuvieron la misma estructura y funciones que en la Edad Media.
- Chancillerías: Tribunales superiores de justicia de cada territorio. Por debajo de ellas estaban las Audiencias.
La administración local se mantuvo igual que en tiempos de los Reyes Católicos. En Castilla fue controlada por la oligarquía y los corregidores reales. En Aragón se extendió el modelo catalán de la insaculación, que evitó las disputas por el poder municipal. Los órganos de gobierno y justicia residían fundamentalmente en la corte. En 1561, Felipe II trasladó la capital de España de Valladolid a Madrid, que se convirtió en capital fija desde entonces.
Economía y Sociedad en la España del Siglo XVI
El siglo XVI fue un siglo de gran expansión, especialmente en el ámbito comercial. Las guerras en Europa supusieron grandes gastos, financiados con préstamos de banqueros extranjeros que se devolvían, con enormes intereses, con el oro y la plata traídos de América. También se incrementaron los impuestos. La llegada masiva de metales preciosos provocó una inflación (subida de precios), encareciendo la producción nacional. Esto fomentó la exportación de materias primas y la importación de productos elaborados, tanto para el comercio nacional como con América. El déficit entre el valor de las importaciones y las exportaciones se pagaba con el oro y la plata americanos.
La ruina de muchos comerciantes llevó a la compra de deuda pública (juros), pasando de una economía productiva a una de rentas. La nobleza y el clero eran las clases dominantes, pero sus riquezas no se empleaban en actividades productivas. La subida de precios también afectó a los hidalgos, que buscaban como alternativa emigrar a América, alistarse en los tercios o ingresar en un convento.