La Segunda República Española: Constitución de 1931 y Bienio Reformista (1931-1933)
El 14 de abril de 1931 se instauró en España la Segunda República. El traspaso de poderes lo llevó a cabo el conde de Romanones con Niceto Alcalá Zamora, presidente del todavía ilegal gobierno provisional. El general Sanjurjo, director de la Guardia Civil, declaró la lealtad de esta institución a la Segunda República. Alcalá Zamora proclamó oficialmente el nuevo régimen, siendo nombrado Presidente de la República. El gobierno provisional quedó constituido por figuras que habían participado en el pacto de San Sebastián como Manuel Azaña, Marcelino Domingo, Francisco Largo Caballero, Fernando de los Ríos y Nicolás d’Olwer. Quedaron excluidas las fuerzas monárquicas, la Lliga Regionalista de Cataluña, el carlismo, los comunistas, anarquistas y el P.N.V.
Primeras Medidas del Gobierno Provisional
Los primeros decretos del gobierno provisional intentaron apaciguar a los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Largo Caballero aprobó dos decretos para mejorar las condiciones laborales del campesinado:
- Decreto de Términos Municipales: Obligaba a los propietarios de fincas a contratar a campesinos empadronados en el mismo término municipal.
- Decreto de Jurados Mixtos: Se nombraban organismos para vigilar las condiciones laborales de los trabajadores.
Los propietarios de fincas reaccionaron contra la República creando la Asociación Nacional de Propietarios de Fincas Rústicas, entrando en un conflicto permanente con ella.
Manuel Azaña, como ministro de Guerra, inició la reforma militar con tres objetivos:
- Reducir el número de oficiales.
- Organizar de forma más efectiva el Ejército.
- Renovar el material militar.
En educación, Marcelino Domingo intentó extender la cultura para modernizar una sociedad que contaba con un 32% de analfabetos. Preparó un plan para crear 5000 escuelas al año, con un primer año creando 7000, mejorando también las condiciones laborales de los maestros.
La Cuestión Religiosa
Debido al carácter anticlerical de la República, su relación con la Iglesia fue siempre tensa. A pesar del mensaje conciliador desde Roma, los incidentes con grupos izquierdistas revolucionarios fueron numerosos, y la actitud de la jerarquía eclesiástica tampoco contribuyó a mejorar este clima. En mayo de 1931 se produjo la primera explosión anticlerical con la destrucción del Convento del Sagrado Corazón y de la residencia de los jesuitas de la calle Alberto Aguilera de Madrid. Los incidentes se repitieron en otras ciudades y la pasividad del gobierno ante estos sucesos agravó la situación. La izquierda revolucionaria también protagonizó incidentes.
El anarquismo plantó cara a la República, considerándola insuficiente, buscando una revolución social.
El Problema Catalán
El Gobierno Provisional tuvo que enfrentarse al catalanismo. El 14 de abril, el líder de ERC, Francesc Macià, autoproclamó la República Catalana dentro de un estado federal, contraviniendo lo acordado en San Sebastián. El Gobierno Provisional le convenció para desistir, pero consiguió establecer un gobierno autónomo, la Generalitat, y el compromiso de elaborar un estatuto de autonomía para Cataluña.
Elecciones a Cortes Constituyentes (Junio 1931)
Las elecciones a Cortes Constituyentes se convocaron el 28 de junio de 1931, según una nueva ley electoral que se aprobó en mayo, con novedades como:
- Voto a los varones mayores de 23 años.
- Anulación de los distritos uninominales, primando la provincia y los grandes núcleos urbanos.
La recogida de votos por grandes circunscripciones provocó que los partidos se asociaran. Las elecciones fueron un triunfo del centro-izquierda (republicanos y socialistas). El partido más votado fue el PSOE (114 diputados), seguido del Partido Radical Socialista de Marcelino Domingo (54 escaños) y Alianza Republicana de Azaña (30). En el centro-derecha, destacó el Partido Radical Republicano de Alejandro Lerroux (94). La derecha republicana de Zamora obtuvo 23 actas. ERC obtuvo 37 escaños, los nacionalistas gallegos 16 y los monárquicos en su conjunto 50.
La Constitución de 1931
Antes de las elecciones, el Gobierno Provisional había nombrado una comisión jurídica (13 miembros, presidida por Ángel Ossorio y Gallardo) para elaborar un proyecto de constitución. Tras las elecciones, el Parlamento formó una nueva comisión presidida por Luis Jiménez de Asúa, con mayoría de izquierda, para equilibrar el carácter conservador de la Comisión Jurídica. La Comisión Parlamentaria elaboró el anteproyecto en 20 días, discutiéndose durante 3 meses. Las condiciones fueron precarias: sin actas, sin auxiliares mecánicos, todo a mano.
La Constitución constaba de 121 artículos, 10 títulos y una disposición transitoria. Establecía la soberanía popular.
- Artículo 1: España se definía como una República Democrática de Trabajadores.
- Artículo 36: Se aprobaba el sufragio universal masculino y femenino.
- Se aprobaba una extensa declaración de derechos y libertades individuales, incluyendo el divorcio y la equiparación de derechos de los hijos legítimos e ilegítimos. Se reconocía el derecho de reunión.
En cuanto a la división de poderes:
- Legislativo: Cortes unicamerales (riesgo de excesivo parlamentarismo).
- Ejecutivo: Presidente de la República (con escasos poderes) y Presidente del Gobierno (con la aprobación de las Cortes).
Respecto a los regionalismos (artículos 11 al 22): Se establecía el derecho de las regiones a tener estatutos de autonomía, regulando la petición, competencia y límites legales. No se era partidario del federalismo, pero sí de solucionar el problema autonómico.
La cuestión religiosa (Artículos 26 y 27): Se declaraba un estado laico, con separación Iglesia-Estado.
La aprobación de la Constitución generó un duro debate y fisuras en las Cortes.
Otras cuestiones recogidas en la Constitución:
- Creación del Tribunal de Garantías Constitucionales (para establecer la constitucionalidad de las leyes).
- Diputación Permanente (para regular la vida parlamentaria cuando las Cortes no estuvieran reunidas).
- Pacifismo absoluto (Artículo 6): Renuncia a la guerra como medio para conseguir fines políticos.
La Constitución fue aprobada en diciembre de 1931. Alcalá Zamora fue elegido Presidente de la República, y Manuel Azaña fue nombrado Presidente del Gobierno el 16 de diciembre de 1931, dando paso al primer gobierno republicano.
El Bienio Reformista (1931-1933)
El nuevo gobierno, constituido el 16 de diciembre de 1931, puso en marcha la Constitución. Buscó el apoyo del Partido Socialista, poniendo fin a la coalición de San Sebastián. Sufrió las embestidas de la derecha contrarrevolucionaria y la izquierda marginal. Se caracterizó por una gran intensidad reformista, pero la crisis de 1929 lo entorpeció. El aumento del paro provocó agitación y huelgas, como las de Castilblanco y Arnedo. El general Sanjurjo intentó un golpe militar que fracasó. El 24 de agosto finalizó el proceso penal contra Sanjurjo, con una condena a muerte conmutada por cadena perpetua.
En 1933, Lerroux inició el asalto definitivo al poder, presentándose a las elecciones municipales del 3 de abril. El resultado fue un fracaso para el gobierno, que aumentó la tensión. Los vocales del Tribunal de Garantías Constitucionales volvieron a dar la espalda al gobierno, y Alcalá Zamora cesó a Manuel Azaña.
Principales Reformas del Bienio
Reforma Militar
Siguiendo el modelo republicano francés, Azaña intentó convertir el ejército en una escuela de ciudadanos. Con la Ley de Retiro, Azaña suprimió organismos, cargos, las Capitanías Generales y el Consejo Supremo de Guerra y Marina. El ejército se redujo a la mitad, pero el problema fue la falta de cargos militares.
Reforma Agraria
La Ley de Reforma Agraria de 1932 nació con problemas desde el siglo XIX. Socialistas y republicanos no se ponían de acuerdo: los socialistas querían tierras a cargo del Estado, y los republicanos el reparto al pueblo. Se creó el Instituto de Reforma Agraria para ejecutar el plan. Se benefició a unos 70.000 nuevos propietarios, una cifra muy inferior a la esperada (4.300 según algunas fuentes), lo que generó desesperación.
Estatuto de Autonomía de Cataluña
Tras la intentona de Macià en abril de 1931, el gobierno provisional acordó que los catalanes elaborasen un proyecto de estatuto. Esquerra Republicana tomó la iniciativa, elaborando el Estatuto de Nuria el 10 de junio. El Parlamento lo aprobó en septiembre, aunque con modificaciones que causaron malestar en Cataluña, ya que se eliminó el derecho de autodeterminación y la soberanía catalana. Otros estatutos se elaboraron tardíamente; solo el vasco se aprobó en 1936.
Otras Reformas
- Plan de Obras Públicas (Indalecio Prieto): Terminales de ferrocarril y el trasvase Tajo-Segura.
- Planes Hidráulicos (Marcelino Domingo).
- Aumento del presupuesto de Educación (Fernando de los Ríos).
La Edad de Plata y la Cultura Republicana
La Segunda República coincidió con la llamada Edad de Plata de la cultura española, que se extendió desde finales del siglo XIX hasta la Guerra Civil. Destacaron tres generaciones de intelectuales: la Generación del 98, la Generación del 14 y la Generación del 27.
- Educación: Institución Libre de Enseñanza (con figuras como J.R. Jiménez y A. Machado).
- Política: Fernando de los Ríos y Azaña.
- Intelectuales sin partido: Machado y Gregorio Marañón.
- Empresas teatrales y Misiones Pedagógicas: Para difundir la cultura entre los analfabetos (con la participación de republicanos como Alberti, Cernuda y Lorca).
- Pintura y escultura: Benlliure, Romero Torres, Picasso (con el Guernica, que influyó en Miró y Dalí).
- Cine: Luis Buñuel.