Desarrollo Económico y Cambios Sociales en España: El Segundo Franquismo

Transformación Económica y Social de España durante el Segundo Franquismo (1959-1975)

El segundo período de la dictadura de Francisco Franco se caracteriza por profundos cambios, especialmente en la economía. Estos cambios también generaron demandas de transformaciones sociales, culturales y políticas. Durante este período, el régimen intentó mantener el inmovilismo en la política interior mientras buscaba una apertura al exterior; sin embargo, este mismo inmovilismo le cerró puertas. A pesar de todo, la oposición política interna creció.

Este período del franquismo se centra en el desarrollo económico (“desarrollismo”) que tuvo lugar a partir de los años 60, impulsado por los Planes de Desarrollo (1962-1975). Estos planes fueron implementados por el grupo de los tecnócratas, economistas del Opus Dei que asumieron el control de las riendas económicas y políticas del país.

El Plan de Estabilización (1959-1962): Liberalización de la Economía Española

Antes de la implementación de los Planes de Desarrollo, fue necesario adaptar la economía española mediante el Plan de Estabilización (1959-1962). Este plan buscaba liberalizar la economía, alineándola con los países occidentales y abriéndola a la inversión extranjera.

El Plan de Estabilización se basó en:

  • Una política de austeridad para reducir el gasto público.
  • Restricción del crédito.
  • Congelación de salarios.
  • Limitación de horas extras.
  • Devaluación de la peseta.
  • Fomento de las inversiones extranjeras.

Este plan tuvo consecuencias negativas inmediatas para la clase asalariada, ya que se eliminaron las horas extras y la restricción del crédito aumentó el desempleo. Además, las malas cosechas provocaron paro y el abandono del campo. Como resultado, muchos españoles emigraron a otras regiones industriales o al extranjero. El Estado favoreció esta emigración, ya que servía como “válvula de escape” para las tensiones sociales y generaba un importante flujo de divisas gracias a las remesas de los emigrantes.

Los Planes de Desarrollo (1962-1975): Industrialización y Crecimiento Económico

Una vez finalizado el Plan de Estabilización, se implementaron los Planes de Desarrollo (1962-1975), que consistieron en tres planes que convertirían a España en la décima potencia industrial del mundo. El principal impulsor de estos planes fue Laureano López Rodó. Los objetivos eran:

  • Fomentar el crecimiento del Producto Nacional.
  • Alcanzar el pleno empleo.
  • Mejorar la distribución de la renta.
  • Lograr una progresiva integración de España en la economía mundial.

En los Planes de Desarrollo, el Estado dirigía la economía, diseñando las inversiones preferentes y asignando recursos. Una de las novedades fue la creación de “polos de desarrollo” en varias ciudades españolas, donde se incentivaba la instalación de industrias mediante ventajas fiscales, crediticias y subvenciones.

El crecimiento económico español fue espectacular gracias a los Planes de Desarrollo. Los sectores que más crecieron fueron el del automóvil y el de los electrodomésticos.

Esta rápida industrialización se logró gracias a la importación de bienes de equipo, que se financiaron con los ingresos del turismo, las remesas de los emigrantes, las inversiones extranjeras y las exportaciones (principalmente agrícolas e industriales).

Los grandes beneficiarios de este crecimiento fueron la banca y los grandes grupos industriales. Durante estos años, la economía española tuvo que afrontar la creación de la CEE (Comunidad Económica Europea) en 1957. Los sectores más conservadores la despreciaron, pero los tecnócratas del Opus Dei vieron que el futuro económico de España pasaba por una mayor relación económica o la integración. Sin embargo, España fue rechazada al no existir democracia, aunque continuaron las negociaciones hasta la firma de un Acuerdo Preferencial en 1970.

El crecimiento provocado por los Planes de Desarrollo se detuvo tras la crisis mundial de 1973, cuyos efectos se sintieron en España en los años siguientes.

Aspectos Sociales: Desigualdades y Cambios Culturales

El crecimiento económico generado por los Planes de Desarrollo y la riqueza resultante no se distribuyeron equitativamente entre los ciudadanos ni entre las regiones. Esto provocó un aumento de las desigualdades personales y un desequilibrio regional, lo que tuvo consecuencias y condicionó la situación social y cultural de España.

Unas pocas regiones (País Vasco, Madrid, Cataluña, Baleares y Canarias) concentraban la mayor parte de la riqueza española (46%). Además, las provincias más ricas o con mayor nivel de vida en 1955 seguían siéndolo en 1970, al igual que las más pobres. Esta situación impulsó la creación de los “polos de desarrollo”.

La pobreza de muchas regiones provocó que más de 4 millones de personas abandonaran sus pueblos y emigraran a Europa, a las regiones más prósperas de España o a sus capitales de provincia. En esta emigración participaron tanto las clases trabajadoras como las clases medias. Esto tuvo como consecuencia el despoblamiento de las zonas rurales y el crecimiento rápido e incontrolado de las ciudades, lo que empeoró el hábitat y tendría consecuencias futuras.

El desarrollo turístico, la llegada de turistas, la emigración y el establecimiento de multinacionales permitieron a los españoles entrar en contacto con otras formas de vida y nuevos modos de comportamiento político y social. La concepción cristiana y tradicional fue siendo sustituida por una visión más materialista, basada en el placer, la permisividad y el consumismo. Además, las corrientes secularizadoras provocaron que la España nacionalcatólica fuera cada vez más marginal.