El Régimen de Primo de Rivera: Causas, Desarrollo y Consecuencias
1. El Intervencionismo Militar en 1923
Desde principios de 1923, en el Ejército ya se estaba conspirando desde dos movimientos distintos, pero convergentes en la necesidad de hacer caer al Gobierno liberal.
- Barcelona: Buscaba mediante el golpe de fuerza disolver las Cortes y quitar papel político a la oligarquía para dárselo a las clases medias.
- Madrid: Tenía como objetivo recoger las aspiraciones del ejército de África sobre el futuro marroquí. Pretendía la instauración de un Gobierno fuerte y dispuesto a resolver problemas manteniendo la Constitución y la monarquía.
Primo de Rivera contactó con el segundo grupo y se convirtió en un enlace entre ambos grupos, y más tarde, en jefe de la sublevación.
2. Los Factores del Golpe de Estado
Primo de Rivera dio su golpe de Estado en Barcelona el 13 de septiembre de 1923. Casi sin ningún rumor previo y sin derramamiento de sangre, dominó la situación de la capital catalana. El Gobierno no fue capaz de reaccionar y acudió al monarca. Alfonso XIII apoyó al general sublevado y le confió la tarea de formar gobierno. En tres días, España dejó de ser una monarquía parlamentaria y se convirtió en un régimen autoritario.
3. Causas del Golpe de Estado de Primo de Rivera
- El fracaso y degeneración del sistema político de la Restauración.
- Insostenible situación económica y social, aumento de los conflictos desde 1917 con aumento del paro y la inflación.
- Reciente protagonismo del Ejército en la vida política del país.
- Auge de los nacionalismos periféricos.
- El contexto político internacional: crisis de los sistemas democráticos y la emergencia de ideologías totalitarias de derechas.
4. Los Apoyos Sociales
La mayoría de la población no se opuso porque querían orden. La mayoría de los partidos políticos vieron el golpe con desconfianza. El régimen de Primo de Rivera se rigió por un directorio, por militares (sin función de ministros), que solo asesoraban al dictador. El golpe de estado fue posible por dos fuerzas (burguesía y movimiento obrero). La dictadura fue para algunos un “cirujano de mano de hierro” que debería regenerar España. Esta pudo establecerse porque no hubo protestas.
5. El Directorio Militar (1923-1925)
En esta primera etapa, Primo de Rivera siguió una política de “acabar con lo anterior”. El Real Decreto de 15 de septiembre de 1923 fijaba un directorio liderado por Primo de Rivera, que reunía en su persona todas las facultades, iniciativas y responsabilidades del Gobierno. Toda la administración quedó en manos del ejército.
Medidas urgentes:
- Suspendió las garantías constitucionales.
- Destituyó a los gobernadores civiles de las provincias.
- Disolvió las Cortes.
- “Suspendió” la Constitución.
- Decretó que los ayuntamientos fueran intervenidos.
- Publicó el decreto de Incompatibilidades.
Aparecieron dos estructuras nuevas que tomaban a los municipios como pilares: la figura de los delegados del gobierno y el Estatuto Municipal.
6. Las Instituciones de la Dictadura
La Unión Patriótica (UP) fue un partido creado por Primo de Rivera con la idea de agrupar a todos los “patriotas de buena voluntad” en un partido único. Reflejaba su visión populista y autoritaria, con una organización dependiente de los gobernadores civiles. Aunque no se confundía con el Estado ni con el Gobierno, muchos cargos formaban parte de ella. Estaba integrada por carlistas, burgueses, católicos, etc. Pero, su carácter impuesto y su falta de renovación hicieron que naciera sin futuro.
7. Solución a la Cuestión de Marruecos
Antecedente: Desastre de Annual (1921), una derrota militar en el norte de África. Ante el ataque rifeño, liderado por Abd el-Krim, el ejército español se retiró, muriendo más de 14.000 soldados, quedando dañada la imagen del ejército.
A Primo de Rivera solo le quedaba esta cuestión por resolver. Fue su éxito más evidente de la dictadura. Los nuevos ataques rifeños a las posiciones españolas en 1924 y una conversación con Franco y Sanjurjo, fue lo que le empujó a acabar con el problema. También influyó el compromiso con Francia. Se preparó un ejército potente y modernizado, que unido al francés, desembarcó en la bahía de Alhucemas (1925). Es la primera operación que reunió fuerzas de mar, aire y tierra. Abd el-Krim se entregó a los franceses. El éxito conseguido por Primo de Rivera, le reconcilió con los ciudadanos cansados de guerras, con el ejército, con los empresarios con inversiones en Marruecos y con la Hacienda.
8. El Directorio Civil
El gobierno siguió gobernando por decreto y mantuvo suspendida la Constitución. En 1925 incorporó civiles al Directorio, y su popularidad creció tras el éxito en Marruecos. En 1927 creó una Asamblea Consultiva para redactar una nueva Constitución, que no reconocía la soberanía nacional ni la separación de poderes, y daba gran poder al rey. El proyecto fracasó.
9. La Oposición en sus Distintos Frentes y la Caída de la Dictadura
La cuestión del catalanismo
Primo de Rivera no pudo o no quiso solucionar otros problemas por tres motivos:
- Persecución de la lengua catalana.
- La intervención del gobierno en la elección de la Junta del Colegio de Abogados en Cataluña.
- Prohibición de la utilización del catalán en actos religiosos.
El movimiento obrero
Tampoco supo frenar a un movimiento obrero que iba siendo más importante. A partir de 1928 el PSOE empezó a pensar que la única salida debería ser la república. En 1927, tras la ilegalización de la CNT, se creó la Federación Anarquista Ibérica (FAI), que se oponía a la dictadura.
Los intelectuales
Los intelectuales se opusieron al régimen de Primo de Rivera, que respondió con medidas represivas como la destitución y destierro de Unamuno, el cierre del Ateneo de Madrid y un polémico proyecto de reforma universitaria que daba poder a órdenes religiosas. Las protestas estudiantiles de 1928-1929 fueron reprimidas y llevaron al cierre de la universidad.
El descontento militar
Primo de Rivera favoreció a los militares de Marruecos, lo que generó tensiones con los del interior y rompió la unidad del Ejército. Esto debilitó el régimen y provocó conspiraciones como “La Sanjuanada” en 1926. A finales de 1929 crecieron las protestas, y en 1930 Alfonso XIII aceptó su dimisión, nombrando a Berenguer como sucesor. Su gobierno fue conocido como la “dictablanda”.