Documentos Clave del Siglo XIX Español: Godoy, Murat y la Constitución de 1812

Memorias de Godoy: Ascenso y Caída de un Ministro en la España de Carlos IV

El texto es histórico-circunstancial con rasgos literarios, ya que se trata de unas memorias. El autor del texto es Manuel Godoy, ministro de Carlos IV entre 1792 y 1808. El texto es de carácter público y se trata de una fuente primaria. Godoy escribió sus memorias durante su exilio en Francia (más concretamente en la ciudad de París) en el año 1836.

El texto narra la inquietud de los monarcas españoles ante los continuos altercados contra la corona que se estaban produciendo en Francia. Los participantes en estos altercados reclamaban el fin del absolutismo y la abdicación de Luis XVI. Cuando esto sucede (comienzo de la Revolución Francesa en el año 1789) Carlos IV ve una gran amenaza en los liberales que quieren extender la Revolución más allá de Francia, ya que además de ser un rey absolutista, también pertenece a la casa de los Borbones como Luis XVI, por lo que también teme un ataque a su familia. Por ello su ministro Floridablanca ordena realizar un cordón sanitario para evitar la entrada de ideas revolucionarias francesas, pero Carlos IV lo ve insuficiente, por lo que nombra ministro a Aranda, cuya primera medida será declarar la guerra a Francia. Ante el fracaso de esta medida, Carlos IV nombra a Manuel Godoy, en parte gracias a la influencia ejercida por la reina. Godoy firmará la paz con Francia e intentará convertirse en su aliado.

La idea principal es el nombramiento de Manuel Godoy como primer ministro, nombramiento muy cuestionado debido a que Manuel Godoy era un soldado de Corps joven, pero la relación de este con la reina María Luisa tuvo un gran peso en la decisión final de Carlos IV. Otra idea que aparece en el texto es la inquietud de la Corona con las continuas revueltas en Francia debido a que podían ser doblemente atacados por esta revolución: por la vía política, ya que es absolutista, y por la vía familiar, ya que ambos son Borbones. También se muestra la falta de entendimiento entre el monarca y sus ministros, ya que las medidas que toman estos no son del agrado del monarca y no se ve una mejora en la situación, por lo que Carlos IV, desesperado, solo contempla la posibilidad de nombrar un ministro de su total confianza, a pesar de la dudosa preparación de este para el cargo.

El año antes de comenzar la Revolución Francesa sube al trono Carlos IV, y ante la incapacidad de este para ocuparse del gobierno del país su padre hace que sus ministros sean los encargados de seguir en el gobierno. Pero ante el estallido de la revolución y por la falta de entendimiento entre el monarca y los ministros impuestos por su padre, este decide nombrar a otro primer ministro, Manuel Godoy, basándose en su relación personal en vez de la preparación de Godoy. Así España entra en un periodo de crisis, ya que Manuel Godoy se guía más por sus motivos personales que por lo que era bueno para el país. La negligencia de su política finalmente hace que estalle el Motín de Aranjuez (1808), donde Godoy será obligado a dimitir y a exiliarse a Francia, y el monarca será obligado a abdicar en su hijo Fernando. Napoleón, sabedor del conflicto interno entre la familia real, aprovecha la oportunidad para que su hermano, José Bonaparte, sea nombrado José I de España. Entonces estallará una guerra que enfrentará a españoles y a franceses.

Este texto tiene una gran importancia histórica, ya que Manuel Godoy pretende lavar su imagen, muy deteriorada tras su desastrosa labor política. Por ello Godoy explica su gestión política y el por qué de sus decisiones, con las cuales la mayoría del pueblo español no estaba conforme, y que lo único que consiguieron fue hacer que España fuera súbdita de Francia durante más de una década. El momento más desastroso de esta alianza fue la derrota en la batalla naval de Trafalgar, donde España pierde a su marina.

Proclama de Murat: La Ocupación Francesa de Madrid

El texto es jurídico-político, siendo una proclama. El autor del texto es Joaquín Murat, cuñado de Napoleón y general francés durante la Guerra de Independencia (1808-1813), siendo el general que tomó la ciudad de Madrid. El texto es de carácter público y es una fuente primaria. Se escribió en Madrid en el año 1808 tras la toma de la ciudad por las tropas francesas y los diferentes altercados que hubo en la ciudad.

El texto muestra la imposición de ciertas normas establecidas por el mando del ejército francés para con los españoles con el objetivo de evitar cualquier tipo de revuelta social. Murat acababa de entrar en Madrid y había detenido a la familia real para recluirla en Francia junto con los ya recluidos Carlos IV (en Italia) y el príncipe Fernando (en Valençay). Los españoles, al ver esta situación, se rebelan contra las tropas francesas y los franceses responden con la carga de los mamelucos y los fusilamientos de Moncloa, donde miles de españoles pierden la vida. Tras estos acontecimientos Murat ve la posibilidad de más revueltas por parte de los españoles, por lo que redacta esta proclama cuya intención era acabar con cualquier levantamiento a través de la fuerza militar.

La idea principal del texto es la redención de los franceses ante los ataques sufridos de manos de los españoles que no reconocían el poder francés. Esta proclama se realizó el 2 de mayo, después del ataque a las tropas francesas que escoltaban al infante Francisco de Paula a Francia. Al día siguiente, el tres de mayo se producen los fusilamientos de Moncloa, donde centenares de madrileños son fusilados como escarmiento a los altercados del día anterior, demostrando también que no dudaban en emplear la fuerza militar. Otra idea que aparece en el texto es la realidad de la invasión de España por parte de las tropas francesas. Lo que en principio se firmó como un acuerdo de mutuo beneficio pronto pasó a ser una conquista militar, y en este documento se puede observar la clara intención francesa a permanecer en el territorio, intentando someter a los habitantes del territorio conquistado por todos los medios posibles.

En el año 1807 Manuel Godoy firma el Tratado de Fontainebleau, por el cual permita que 28000 soldados franceses crucen España con el fin de conquistar Portugal. A su vez, Manuel Godoy sería nombrado príncipe de los Algarbes y recibiría el sur de Portugal. Godoy firma el tratado únicamente pensando en su beneficio personal, pero el tratado era una estratagema de Napoleón para conquistar España. A la Península entran 100000 franceses al mando de Junot y Murat, que rápidamente conquistan España tomando importantes ciudades, entre las que destaca Madrid. Los españoles al ver el desastre provocado por Godoy inician una revuelta en Aranjuez, el famoso Motín de Aranjuez, obligando al rey a destituir a Godoy y a abdicar en su hijo Fernando. Ante su abdicación forzada pide ayuda a Napoleón, que reúne a padre e hijo en Bayona. Este obliga a abdicar a ambos a favor de su hermano José, y los retiene en Italia y Francia. Los españoles, al recibir noticias del supuesto secuestro de Fernando, inicia una serie de revueltas ante las tropas francesas instaladas en España, siendo las más fuertes las de Madrid, donde los franceses reprimen violentamente estas revueltas para intentar acabar con ellas. Pero estas revueltas no cesan, estallando finalmente la Guerra de Independencia, donde el pueblo español lucha contra el invasor francés para echarle. En España surgirán dos grupos: los afrancesados, partidarios de José I, y el frente patriótico, que apoyan al príncipe Fernando. La guerra durará 5 años y terminará con la victoria del frente patriótico y la coronación del príncipe Fernando como Fernando VII.

Este texto es un claro ejemplo de la represión francesa para con los españoles y el intento de imponer sus mandatos a través de las armas. Además, el lenguaje peyorativo con el que Murat se dirige al pueblo español demuestra su intención de tomar el poder de la ciudad de Madrid y de toda España, ya que los españoles son tratados como el enemigo, como también se puede observar en las comparaciones entre españoles e ingleses, enemigos en esa época de Francia.

La Constitución de 1812: El Amanecer del Liberalismo en España

El texto es jurídico-político, siendo una constitución. El autor del texto son las Cortes de Cádiz, formadas en el año 1810 para suplir el gobierno real. El texto es de carácter público y se trata de una fuente primaria. La Constitución de Cádiz fue redactada por un grupo liderado por Sanz Romanillos y aprobada por las Cortes en marzo de 1812 el día de San José, por lo que se la conoce como “La Pepa”.

El texto muestra el intento de cambiar el rumbo político en España, dejando atrás el absolutismo instaurado desde la llegada de los borbones al trono e instaurando el liberalismo que había nacido en Francia y se iba extendiendo por gran parte de Europa. Todas las medidas que se adoptaban en el Antiguo Régimen eran modificadas por la constitución. La soberanía real pasaba a ser una soberanía compartida entre el monarca y el pueblo, representado por las Cortes. La sociedad estamental pasaba a ser una sociedad de clases, se finalizaba con los privilegios de la nobleza y el clero y todas las personas tenían los mismos derechos, sin importar su procedencia, siendo todos los ciudadanos españoles. Además se toman otra serie de medidas y se proclaman otras leyes que favorecían la desaparición del absolutismo.

La idea principal del texto es el fin del absolutismo en España y la instauración de una política liberal recogida en una constitución. Así se ponía fin a la forma de gobierno presente en España durante más de tres siglos, finalizando con todas sus formas más representativas. La sociedad estamental por una sociedad de clases, las cortes estamentales con dos cámaras por unas cortes unicamerales, y la más importante, la división de poderes entre el rey y las Cortes. El rey poseía el poder ejecutivo, pero solo poseía veto suspensivo en el poder legislativo, y en ningún caso absoluto. Además el rey debería estar aconsejado por 7 ministros nombrados por las Cortes. En definitiva, el poder real estaba controlado por las Cortes. Otras ideas que aparecen son otras medidas llevadas a cabo como el fin de los privilegios de la nobleza y clero, teniendo que pagar impuestos todas las personas en consonancia con sus ganancias, además de ser todos considerados españoles y por lo tanto poseedores de los mismos derechos. Otras medidas llevadas a cabo son por ejemplo la reforma religiosa, manteniendo el catolicismo como la religión del Estado pero suprimiendo algunos de sus órganos más importantes como la Inquisición, órgano muy característico del Antiguo Régimen que había sido impuesta por los Reyes Católicos. El único punto que se comparte con el Antiguo Régimen es que la monarquía es hereditaria, pero se aclara que la monarquía es moderada.

Al mismo tiempo que está desarrollándose la Guerra de Independencia en España se forman consejos locales de defensa dirigidos por un Consejo Central. Este Consejo Central nombra una regencia de siete miembros que convocan las Cortes en nombre del rey, ya que era el único con potestad de convocarlas. Las Cortes se reúnen por primera vez en el año 1810. Debido a la guerra hay una gran dificultad para formarlas, ya que la mayoría de los diputados debían de encontrarse en Cádiz, ciudad defendida por los ingleses. En las Cortes surgen tres partidos: los liberales, defensores de la soberanía nacional, cortes unicamerales y la redacción de una constitución liberal; los jovellanistas, que defienden la mezcla de los dos modelos políticos; y los absolutistas, defensores del Antiguo Régimen y del príncipe Fernando. Las Cortes adoptan una serie de medidas de carácter liberal, finalizando con la redacción de una constitución de carácter liberal. Además de la constitución promulgaron distintos edictos y leyes que defendían el liberalismo y se oponían al absolutismo. También gobernaron el país durante el periodo de guerra.

La Constitución de Cádiz de 1812 es el ejemplo del cambio de tendencia en la política española que quieren los burgueses españoles (partido liberal) y el fin del Antiguo Régimen, además de ser la primera constitución redactada en España. A pesar de ser técnicamente perfecta el pueblo español no la reconoció, en la mayoría de los casos por el desconocimiento de la misma. Sabedor de esto, Fernando VII la anula así como todas las medidas tomadas por las Cortes de Cádiz manteniendo el absolutismo en España. Solo la acepta durante el Trienio Liberal (1820-1823). A pesar de que estuvo poco tiempo vigente sirvió de modelo para otras constituciones como la de Polonia.

El texto es jurídico-político, siendo una constitución. El autor del texto son las Cortes de Cádiz, formadas en el año 1810 para suplir el gobierno real. El texto es de carácter público y se trata de una fuente primaria. La Constitución de Cádiz fue redactada por un grupo liderado por Sanz Romanillos y aprobada por las Cortes en marzo de 1812 el día de San José, por lo que se la conoce como “La Pepa”.

El texto muestra el intento de cambiar el rumbo político en España, dejando atrás el absolutismo instaurado desde la llegada de los borbones al trono e instaurando el liberalismo que había nacido en Francia y se iba extendiendo por gran parte de Europa. Todas las medidas que se adoptaban en el Antiguo Régimen eran modificadas por la constitución. La soberanía real pasaba a ser una soberanía compartida entre el monarca y el pueblo, representado por las Cortes. La sociedad estamental pasaba a ser una sociedad de clases, se finalizaba con los privilegios de la nobleza y el clero y todas las personas tenían los mismos derechos, sin importar su procedencia, siendo todos los ciudadanos españoles. Además se toman otra serie de medidas y se proclaman otras leyes que favorecían la desaparición del absolutismo.

La idea principal del texto es el fin del absolutismo en España y la instauración de una política liberal recogida en una constitución. Así se ponía fin a la forma de gobierno presente en España durante más de tres siglos, finalizando con todas sus formas más representativas. La sociedad estamental por una sociedad de clases, las cortes estamentales con dos cámaras por unas cortes unicamerales, y la más importante, la división de poderes entre el rey y las Cortes. El rey poseía el poder ejecutivo, pero solo poseía veto suspensivo en el poder legislativo, y en ningún caso absoluto. Además el rey debería estar aconsejado por 7 ministros nombrados por las Cortes. En definitiva, el poder real estaba controlado por las Cortes. Otras ideas que aparecen son otras medidas llevadas a cabo como el fin de los privilegios de la nobleza y clero, teniendo que pagar impuestos todas las personas en consonancia con sus ganancias, además de ser todos considerados españoles y por lo tanto poseedores de los mismos derechos. Otras medidas llevadas a cabo son por ejemplo la reforma religiosa, manteniendo el catolicismo como la religión del Estado pero suprimiendo algunos de sus órganos más importantes como la Inquisición, órgano muy característico del Antiguo Régimen que había sido impuesta por los Reyes Católicos. El único punto que se comparte con el Antiguo Régimen es que la monarquía es hereditaria, pero se aclara que la monarquía es moderada.

Al mismo tiempo que está desarrollándose la Guerra de Independencia en España se forman consejos locales de defensa dirigidos por un Consejo Central. Este Consejo Central nombra una regencia de siete miembros que convocan las Cortes en nombre del rey, ya que era el único con potestad de convocarlas. Las Cortes se reúnen por primera vez en el año 1810. Debido a la guerra hay una gran dificultad para formarlas, ya que la mayoría de los diputados debían de encontrarse en Cádiz, ciudad defendida por los ingleses. En las Cortes surgen tres partidos: los liberales, defensores de la soberanía nacional, cortes unicamerales y la redacción de una constitución liberal; los jovellanistas, que defienden la mezcla de los dos modelos políticos; y los absolutistas, defensores del Antiguo Régimen y del príncipe Fernando. Las Cortes adoptan una serie de medidas de carácter liberal, finalizando con la redacción de una constitución de carácter liberal. Además de la constitución promulgaron distintos edictos y leyes que defendían el liberalismo y se oponían al absolutismo. También gobernaron el país durante el periodo de guerra.

La Constitución de Cádiz de 1812 es el ejemplo del cambio de tendencia en la política española que quieren los burgueses españoles (partido liberal) y el fin del Antiguo Régimen, además de ser la primera constitución redactada en España. A pesar de ser técnicamente perfecta el pueblo español no la reconoció, en la mayoría de los casos por el desconocimiento de la misma. Sabedor de esto, Fernando VII la anula así como todas las medidas tomadas por las Cortes de Cádiz manteniendo el absolutismo en España. Solo la acepta durante el Trienio Liberal (1820-1823). A pesar de que estuvo poco tiempo vigente sirvió de modelo para otras constituciones como la de Polonia.