¿Qué es el Antiguo Régimen?
El término “Antiguo Régimen” se refiere al sistema político, social y económico vigente en Europa Occidental entre los siglos XVI y XVIII, antes de la Revolución Francesa de 1789. Fue un concepto popularizado por Alexis de Tocqueville. Este régimen se caracteriza por una estructura feudal y monárquica, con sociedades jerárquicas y privilegios para la nobleza y el clero. La Revolución Francesa lo rechazó en favor de los principios de libertad, igualdad y fraternidad, y su abolición fue vista como un paso hacia el progreso. Se considera un periodo de transición entre el feudalismo medieval y el capitalismo liberal del siglo XIX.
El Antiguo Régimen desde el punto de vista político
Desde el punto de vista político, el Antiguo Régimen se caracteriza principalmente por el absolutismo real, donde el monarca tenía el poder absoluto para dictar leyes, administrar justicia y decidir sobre la guerra y la paz. Este poder real en España se consolidó desde los Reyes Católicos, a través de los Austrias, hasta culminar con los Borbones en el siglo XVIII, con el despotismo ilustrado (“Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”).
Además del rey, otras instituciones importantes en este periodo fueron:
- La Corte: una asamblea de nobles y consejeros cercanos al monarca que ejercían funciones de gran responsabilidad.
- Los Consejos: órganos administrativos y judiciales, como el Consejo Real y otros especializados (Castilla, Indias, Hacienda).
- Las Cortes del Reino: asambleas representativas de los tres estamentos (nobleza, clero y burguesía), con un rol limitado y bajo la autoridad del rey.
- La Administración Territorial: con virreyes, capitanes generales y gobernadores en los distintos territorios del reino, y a nivel local, concejos y corregidores que representaban la autoridad del rey en los municipios.
El Antiguo Régimen desde el punto de vista social
La sociedad del Antiguo Régimen se organizaba en tres estamentos: los privilegiados, que incluían a la nobleza y al clero. La nobleza, exenta de impuestos y con altos cargos en el gobierno y el ejército, despreciaba el trabajo manual. El clero, dividido entre alto y bajo, también gozaba de privilegios fiscales y judiciales.
En contraste, el Tercer Estado representaba a la mayoría de la población, incluidos campesinos, artesanos y comerciantes, y era el único grupo que pagaba impuestos. Este estamento se diversificaba en la burguesía urbana y campesinos con diversas condiciones económicas. Además, había minorías sociales, como mendigos y moriscos, que enfrentaban marginación. En conjunto, la sociedad era rígida y desigual, con los privilegios concentrados en la nobleza y el clero, mientras que el Tercer Estado soportaba las cargas económicas y sociales.
La economía en el Antiguo Régimen
La economía del Antiguo Régimen se centraba en la agricultura, que era poco avanzada y con baja productividad. Predominaban cultivos de secano como trigo, vid y olivo, y las tierras se dividían en realengas (de la corona), señoríos (de nobles) y eclesiásticas. La ganadería, especialmente el pastoreo de ovejas, era importante y estaba protegida por el Honrado Concejo de la Mesta, con la lana exportada a países como Inglaterra.
En el comercio interior, destacaban ferias como la de Medina del Campo. El comercio exterior giraba en torno a América, con exportación de metales preciosos y productos agrícolas desde España. El tráfico con América se hacía a través del Sistema de Flotas, bajo control de la Casa de la Contratación en Sevilla, aunque los viajes eran peligrosos por piratas y corsarios.
La demografía del Antiguo Régimen
Desde el punto de vista demográfico, el Antiguo Régimen se caracterizaba por un ciclo demográfico antiguo, con altas tasas de natalidad y mortalidad, lo que resultaba en un crecimiento natural muy bajo. Las estimaciones de población son complicadas, pero a finales del siglo XVIII se calculaba que había alrededor de 10 millones de habitantes en la península. Sin embargo, esta cifra era variable y se veía afectada por epidemias (como las de 1599 y 1648-49), guerras, el celibato religioso y una elevada mortalidad infantil, que oscilaba entre el 20% y el 35%. La esperanza de vida era baja, con una media de 25 años para los hombres y 23 para las mujeres, que normalmente tenían entre cuatro y cinco hijos.
Hechos y Conceptos Clave del Antiguo Régimen
- Decretos de Nueva Planta: Suprimieron los fueros y derechos de los reinos de la Corona de Aragón, centralizando el poder en la figura del rey. Su importancia histórica radica en la unificación administrativa de España.
- Causas de la Guerra de Sucesión española: Incluyen la muerte sin heredero de Carlos II, las rivalidades entre las casas de Borbón y Austria, y el interés de potencias europeas en el control del trono español.
- Desarrollo de la Guerra de Sucesión: Se produjo por la disputa del trono español entre los Borbones y los Austrias. Estuvieron implicados países como Francia, Inglaterra, Austria y los Países Bajos. El resultado fue la consolidación de Felipe V en el trono y la pérdida de territorios para España.
- Consecuencias del Tratado de Utrecht: Incluyeron la aceptación de Felipe V como rey, la pérdida de territorios como Gibraltar y Menorca, y el reconocimiento de la soberanía británica en varias áreas.
- Pacto de Familia: Se refiere a los acuerdos de alianza entre España y Francia durante el siglo XVIII para consolidar su influencia en Europa.
- Catastro de Ensenada: Fue un censo fiscal y de propiedades llevado a cabo en España en el siglo XVIII para mejorar la administración tributaria.
- Despotismo ilustrado: Sistema de gobierno en el que los monarcas absolutistas aplican ideas de la Ilustración, promoviendo reformas sociales y económicas mientras mantienen su poder.
- Características políticas del Antiguo Régimen: Incluían el absolutismo monárquico, donde el rey concentraba todo el poder y la autoridad, y una falta de participación popular en el gobierno, con sistemas de gobierno centralizados y estamentales.
- Economía del Antiguo Régimen: Se basaba en la agricultura como principal actividad productiva, un sistema feudal en el campo, y el comercio controlado por gremios en las ciudades. Existía una economía cerrada y mercantilista, con regulaciones estrictas del comercio.
- Sociedad del Antiguo Régimen: Era estamental y jerárquica, dividida en privilegios entre la nobleza y el clero, que gozaban de exenciones fiscales, y el Tercer Estado, que incluía a la mayoría de la población, que cargaba con los impuestos y carecía de derechos.
- Regalismo: Principio que sostiene que el poder real tiene autoridad sobre la Iglesia en los asuntos políticos y administrativos, lo que permitió a los monarcas ejercer control sobre la religión y limitar el poder de la jerarquía eclesiástica.
- Causas del motín de Esquilache (1766): Incluyeron el descontento popular por las medidas económicas impuestas por el gobierno, como el aumento de precios y la escasez de alimentos, así como el desagrado hacia la política de reformas de Carlos III, que era percibida como impopular y opresiva.
Causas del Motín de Esquilache
El motín de Esquilache, que estalló en 1766, se debió a varias causas. El aumento de precios de productos básicos, especialmente el pan, junto con la escasez de alimentos, generó un profundo descontento entre la población. Además, las reformas impopulares del gobierno de Carlos III, impulsadas por su ministro Esquilache, que incluían regulaciones sobre la vestimenta, fueron vistas como un ataque a las costumbres populares. Este contexto de malestar social llevó a la explosión de protestas y violencia, reflejando la frustración acumulada entre las clases populares.
Relaciones Internacionales, Imperio Colonial y Pactos de Familia
El Tratado de Utrecht (1713) marcó un nuevo orden internacional, debilitando a Francia y consolidando a Austria y Gran Bretaña. España, aunque reducida a una potencia de segundo orden, buscó recuperar territorios perdidos bajo Felipe V a través de tres enfoques:
- Gibraltar y Menorca (recuperada en el reinado de Carlos III).
- Intereses territoriales en Italia por parte de Isabel de Farnesio.
- Revertir ventajas comerciales de Gran Bretaña en América.
España firmó los Pactos de Familia con Francia, que incluyeron la recuperación de Nápoles y Sicilia y la participación en la Guerra de los Siete Años (1761). Durante la guerra de Independencia de EE.UU., España apoyó a las colonias contra Gran Bretaña, y la Paz de Versalles (1783) permitió recuperar Menorca y La Florida.