El Antiguo Régimen y la Ilustración: Sociedad, Economía y Pensamiento

El Antiguo Régimen

El Antiguo Régimen fue el sistema político, social y económico existente entre el Renacimiento y la Revolución Francesa en Europa. El término fue acuñado por los revolucionarios franceses para proclamar el nacimiento de una nueva era basada en las ideas del liberalismo, y tenía los siguientes rasgos:

  • La política era la monarquía absoluta.
  • La sociedad estaba dividida por estamentos.
  • La economía se basaba en el sector agrario.

La Monarquía Absoluta

Entre los siglos XVI y XVII, la autoridad de los monarcas europeos desembocó en el absolutismo. El poder del rey se consideraba de origen divino; su principal representante fue Luis XIV, cuyo lema era “el Estado soy yo”. El absolutismo apenas tenía límites, por lo que el rey actuaba por voluntad propia. Este sistema político convirtió a los habitantes en súbditos.

Las Excepciones Parlamentarias

Las excepciones al absolutismo europeo estuvieron en Gran Bretaña y en las Provincias Unidas. En Gran Bretaña, el parlamentarismo británico fue el fruto de la revolución que culminó con la aprobación de la Declaración de Derechos (Bill of Rights). En las Provincias Unidas, cuando se separaron de la monarquía hispánica, el territorio quedó constituido como una república integrada por varias provincias.

Defensores y Críticos del Absolutismo

Los defensores del absolutismo eran:

  • Hobbes: En su obra Leviatán, defendía el poder del monarca frente al parlamento.
  • Bossuet: En su obra principal, Política sacada de las Sagradas Escrituras, definía el absolutismo como una consecuencia de la providencia divina.

Los críticos del absolutismo, el principal defensor del parlamentarismo en el siglo XVII fue John Locke. En sus Dos tratados sobre el gobierno civil, sostenía que el individuo goza de una serie de derechos como la vida, la propiedad y la felicidad. Para evitar la arbitrariedad del gobierno, defendía la separación de poderes en el poder legislativo, ejecutivo y judicial.

La Economía del Antiguo Régimen

La economía era de base agraria y fuertemente dependiente del ciclo agrícola.

Las Actividades Agrarias

La fuente básica de recursos era la agricultura. Se trataba de una agricultura tradicional y de baja productividad, que utilizaba técnicas muy antiguas con la aplicación del barbecho. Como complemento de la agricultura, se practicaba la ganadería. A partir del siglo XVII, se introdujeron profundos cambios en la agricultura que se vieron favorecidos por la difusión de la fisiocracia. La introducción de la rotación cuatrienal, nuevos cultivos, la mejora de útiles de labranza o la selección de las semillas permitieron una mejor alimentación. Gran Bretaña llevó a cabo un proceso de privatización y cerramiento de las tierras denominado enclosure.

Las Actividades Industriales

La producción de manufacturas era de tipo artesanal y se realizaba en pequeños talleres. Estaba controlada por un maestro. El trabajo artesanal estaba sometido a un rígido control con los gremios. Las transformaciones del sector industrial empezaron a utilizar el domestic system, que trasladaba la producción a las zonas rurales, donde los campesinos se convertían en artesanos en periodos de inactividad agrícola en Gran Bretaña.

Las Actividades Comerciales

El comercio interior se realizaba por caminos, ríos y canales mediante carruajes y barcos de vela o remo. Desde el siglo XVI, el comercio ultramarino se vio favorecido por la reapertura de las rutas con Oriente. La lucha por el control de las rutas marítimas enfrentó a las principales potencias europeas, sobre todo a la monarquía hispánica contra Inglaterra y Holanda, países que a través de la fundación de la Compañía Inglesa de las Indias Orientales y la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales impulsaron la economía y la influencia de ambos países.

La Transformación del Sector Comercial

Durante el siglo XVIII hubo un gran auge al haber un comercio triangular. El comercio exterior se incrementó gracias a la creación de nuevos puertos. Se configuró así el capitalismo comercial basado en el comercio triangular entre Europa, África y América, y que convirtió a Gran Bretaña en la principal potencia marítima. Este país exportaba a África todo tipo de productos a cambio de esclavos con destino a las plantaciones de América del Norte.

La Ilustración

En el siglo XVIII se asistió a la difusión de un conjunto de valores que dieron lugar al nacimiento de la ciencia moderna. Es conocido como el Siglo de las Luces o de la Ilustración porque fundamentaba el conocimiento en la razón.

Los Rasgos de la Ilustración

La Ilustración fue un fenómeno diverso que afectó a todos los campos del saber y a todos los aspectos de la vida. Se pueden establecer las siguientes características:

  • Racionalismo: La razón humana era la herramienta para comprender el mundo y la base del pensamiento científico.
  • Empirismo: Sostenía que el fundamento del conocimiento era la experiencia adquirida mediante los sentidos.
  • Cientifismo: Los descubrimientos científicos extendieron la certeza de que la ciencia moderna era capaz de descifrar las leyes de la naturaleza.
  • Libertad de pensamiento: Esto llevó a los ilustrados a abdicar el poder absoluto y el poder de la Iglesia.
  • Progreso: La humanidad seguía una línea ascendente que la llevaría a alcanzar la felicidad. Esa convicción derivó en la formulación de la teoría del progreso del filósofo francés Condorcet.
  • Educación: Fundaron sociedades y academias siguiendo el ejemplo de la Royal Society de Londres y la Academia de Ciencias de Francia.
  • Crítica social: Los ilustrados desplegaron una intensa crítica contra la sociedad del Antiguo Régimen por el excesivo protagonismo de la religión.
  • Reformismo: Consideraban que el fin del Estado era lograr el bienestar y procurar la felicidad.

La Ilustración en Francia

Gracias al desarrollo del pensamiento de Descartes, la pujanza de la monarquía y el desarrollo económico y cultural, Francia se convirtió en el foco principal para el desarrollo de la Ilustración. Así surgió la Enciclopedia, que aspiraba a ser un diccionario razonado de las ciencias, las artes y la técnica, destinada a difundir los avances científicos y culturales de las diversas ramas del saber. Se trató de una obra colectiva y fue dirigida por Diderot y D’Alembert. En su elaboración participaron numerosos pensadores y científicos franceses del momento como Buffon, Quesnay o Jaucourt.

También desarrollaron su actividad algunos de los pensadores más influyentes del momento, y sus ideas resultaron claves para el diseño de la sociedad contemporánea:

  • Montesquieu: Admirador del parlamentarismo británico, en sus Cartas persas abordaba una crítica del orden político y social de su época. Su obra más importante fue El espíritu de las leyes, en la que recogía los planteamientos de John Locke sobre la separación de los poderes.
  • Voltaire: Ensayista y polemista, en sus Cartas inglesas criticaba las instituciones francesas. Su estudio sobre el siglo de Luis XIV demostró su faceta de historiador. Su principal aportación fue Ensayo sobre la historia general y sobre las costumbres y el carácter de las naciones, donde denunciaba el poder del clero.
  • Rousseau: En su obra El contrato social, defendía la idea de que el Estado surge como consecuencia de un pacto social, de ahí que el gobierno debía ser un reflejo de la voluntad general.

La Ciencia y la Cultura Ilustradas

La Ciencia Moderna

Los trabajos de Copérnico, Galileo y Kepler sustituyeron la representación geocéntrica del universo por una visión heliocéntrica. La publicación de los Principios matemáticos de filosofía natural, donde Isaac Newton estableció las leyes de la gravitación universal, fue fundamental. En todos ellos jugaron un papel esencial las matemáticas, la física, la electricidad, la química (donde destacó Lavoisier) y la medicina (donde destacó Edward Jenner).

Los Descubrimientos Geográficos

A lo largo del siglo XVIII se llevaron a cabo más exploraciones, destacando las del danés Bering y el inglés James Cook. Había rivalidades entre compañías comerciales, como eran las de Mackenzie y las de La Condamine. En España, la expedición más célebre fue dirigida por Alejandro Malaspina, que en 1789 emprendió un viaje político-científico por América, Asia y Oceanía.

La Difusión de la Ilustración

El epicentro de la Ilustración se situó en Francia, desde donde se propagó por todo el continente a través de grandes capitales como Viena, París o Londres, y de enclaves comerciales como Ámsterdam o Hamburgo.

La Ilustración en España

En España, la Ilustración chocó con la resistencia de la Inquisición y de parte del clero, por lo que los planteamientos políticos fueron más moderados. Aun así, destacaron Benito Feijoo, Gaspar Melchor de Jovellanos, y los literatos Leandro y Nicolás Fernández de Moratín.

El Despotismo Ilustrado

Las ideas ilustradas fueron asumidas por algunos monarcas europeos que pusieron en marcha políticas reformistas. Para implantar dichas políticas, los reyes se apoyaron en secretarios, ministros y altos cargos afines a los ideales de la Ilustración, que bajo el lema “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo” reflejaban su interés por aplicar reformas pero sin introducir cambios en el signo liberal. En toda Europa se asumieron estas políticas y hubo algunos ejemplos especialmente significativos:

  • Federico II el Grande en Prusia.
  • Catalina II en Rusia.
  • José I en Portugal.
  • José II en el Sacro Imperio.

El primer rey reformista en España fue Fernando VI, quien contó con el apoyo del marqués de la Ensenada, pero quien mejor ejemplificó el modelo fue Carlos III, quien con la colaboración de destacados ministros llevó a cabo numerosas reformas, donde sobresalen el impulso a la política urbanística de Madrid, la expulsión de los jesuitas, la creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País para difundir los adelantos técnicos y económicos, etc.