El Bienio Reformista de la II República Española: Gobierno Provisional y Primeras Transformaciones (1931-1933)

El Gobierno Provisional (Abril – Diciembre 1931)

Tras la proclamación de la II República, se formó un gobierno provisional que reflejaba lo acordado en el Pacto de San Sebastián. Lo presidió Niceto Alcalá Zamora y contaba con representantes de la derecha y la izquierda republicana, socialistas y autonomistas gallegos. Era un gobierno interino, pero tuvo que adoptar de inmediato medidas de reforma en los ámbitos social, militar, educativo y territorial.

Primeros Conflictos y Tensiones

Surgieron los primeros conflictos ante estas reformas:

  • El 14 de abril, Francesc Macià, líder de Esquerra Republicana de Cataluña, proclamó en Barcelona la República Catalana independiente dentro de una Confederación de Pueblos Ibéricos.
  • El 1 de mayo, la máxima autoridad de la Iglesia española, el cardenal Segura, atacó al nuevo régimen en una pastoral, lo que inició unas difíciles relaciones entre la Iglesia y el gobierno.
  • También fueron habituales los enfrentamientos entre monárquicos y republicanos, y en la izquierda, entre anarquistas y socialistas.

Elecciones Constituyentes y Nueva Constitución

El gobierno convocó elecciones para el 28 de junio de 1931 con un decreto que modificaba la ley electoral de 1907, estableciendo:

  • Una única cámara de diputados.
  • 23 años como edad mínima para votar.
  • Permitía a las mujeres ser candidatas, pero no votar.

Las elecciones dieron un claro triunfo a los partidos de izquierda. Sin embargo, el gobierno provisional se mantuvo unos meses más, hasta que estuvo lista la nueva Constitución.

El Bienio Reformista (Diciembre 1931 – Noviembre 1933)

Cuando la Constitución se aprobó en diciembre de 1931, se formó un nuevo gobierno presidido por Manuel Azaña e integrado por republicanos de izquierdas y socialistas. La presidencia de la República fue para el conservador Niceto Alcalá-Zamora.

El nuevo gobierno continuó con la política de reformas iniciada por el gobierno provisional, con el objetivo de lograr una profunda transformación de la sociedad española, si bien estas medidas coincidieron con un periodo de crisis económica. Las reformas más importantes fueron las siguientes:

Reformas Clave del Bienio

Reforma Sociolaboral

Obra del socialista Francisco Largo Caballero. Podemos destacar:

  • El establecimiento del salario mínimo.
  • El decreto de términos municipales (que obligaba a contratar preferentemente a jornaleros del propio municipio).

Estas medidas no gustaron a los empresarios, pero tampoco lograron la colaboración de los anarquistas, por lo que las relaciones entre patronos y obreros se deterioraron.

Reforma Militar

Impulsada por Manuel Azaña, buscó imponer la supremacía del poder civil y lograr un ejército más moderno y eficaz. Se suprimió la Academia General de Zaragoza y se exigió un juramento de lealtad a la República a los oficiales que permanecieron en su puesto.

Reforma Educativa y Cultural

Dirigida por Fernando de los Ríos, buscaba la modernización de España mediante la mejora de la enseñanza y la erradicación del analfabetismo. Para ello, era primordial un plan de acción en la enseñanza primaria que, además, acabara con la hegemonía de la Iglesia en la educación.

Reforma Agraria

Fue el proyecto social y económico de mayor magnitud para la República, ya que el 50% de la población activa española eran campesinos, y la mayoría, jornaleros. El proyecto tenía tres objetivos:

  1. Entregar parcelas a los campesinos más pobres para evitar conflictos sociales.
  2. Disminuir el poder de los grandes terratenientes.
  3. Incrementar la producción del sector agrario.

Reforma Autonómica

Fue otro de los asuntos más polémicos de la etapa. Tras frenar la creación de la República Catalana de Macià, el gobierno inició las negociaciones para elaborar un Estatuto de Autonomía para Cataluña, que fue aprobado por el Parlamento en septiembre de 1932 y que concedía competencias en cultura, obras públicas y orden público.

  • La autonomía vasca tuvo una tramitación más lenta, ya que el modelo de Estatuto propuesto por los nacionalistas fue rechazado por el Parlamento por ser demasiado tradicionalista. El nuevo no fue aprobado hasta octubre de 1936.
  • El estatuto gallego no fue aprobado por el Parlamento hasta 1938 y nunca llegó a aplicarse.

Reformas Religiosas

Tuvieron como objetivo reducir el poder y la influencia social de la Iglesia. A lo ya reseñado al hablar de la Constitución, podemos añadir:

  • El fin del mantenimiento económico del clero por el Estado.
  • La supresión de la obligatoriedad de la enseñanza religiosa en las escuelas.
  • La retirada de los símbolos religiosos de los edificios públicos.

Estas medidas fueron rechazadas por los católicos españoles y por el Vaticano.

Resistencia y Crisis del Bienio

La actividad reformista encontró fuerte resistencia tanto en los sectores populares radicales como en los más conservadores:

  • Los anarquistas impulsaron iniciativas obreras y campesinas al margen del Estado, al declarar a la República “enemiga de la clase obrera”, lo que provocó numerosas huelgas generales e incidentes graves como el de Casas Viejas (enero de 1933), cuya resolución desacreditó gravemente al gobierno.
  • El ejército intentó varios levantamientos, de los que el más importante fue el del general Sanjurjo en agosto de 1932 (la “Sanjurjada”), que fracasó por su falta de organización y acabó con los golpistas encarcelados.

Fin del Bienio Reformista

Esta acumulación de incidentes provocó finalmente una crisis de gobierno y la ruptura de la coalición republicano-socialista, con la consiguiente dimisión de Azaña. Tras un breve gobierno del Partido Radical con Diego Martínez Barrio de presidente, Alcalá-Zamora decidió disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones para noviembre de 1933.