Crisis del Régimen y Sucesión
En 1969, el escándalo Matesa, un caso de corrupción que implicaba a instituciones públicas, provocó una crisis de Gobierno. Franco creó un nuevo Gobierno homogéneo con Carrero Blanco en la Vicepresidencia y once ministros del Opus Dei, conocido como el “Gobierno monocolor”. Ese mismo año, Franco nombró al príncipe Juan Carlos de Borbón sucesor a título de rey. Don Juan Carlos juró la Ley de Principios del Movimiento Nacional ante las Cortes, con la intención de instaurar una monarquía que mantuviese la dictadura tras su muerte.
En junio de 1973, Franco formó un nuevo Gobierno con Carrero como presidente, delegando por primera vez la Jefatura del Estado. Sin embargo, en diciembre de ese año, Carrero Blanco fue asesinado por ETA, un duro golpe para Franco. Arias Navarro lo sustituyó como presidente del Gobierno.
El “Espíritu del 12 de Febrero” y la División Interna
Arias Navarro anunció en febrero de 1974 una liberalización del régimen, incluyendo la regulación del derecho de asociación política. Este “espíritu del 12 de febrero” dividió al régimen entre aperturistas, partidarios de reformas internas, e inmovilistas (“búnker”), opuestos a cualquier cambio. El fracaso de este espíritu se evidenció con la condena a muerte del anarquista Puig Antich, el arresto domiciliario del cardenal Añoveros por defender las peculiaridades del pueblo vasco, y la aprobación de la Ley de Asociaciones Políticas, denunciada por aperturistas del grupo Tácito como Fraga o Areilza como una operación de marketing.
Factores del Fin del Régimen
El final del franquismo se precipitó por la enfermedad de Franco, la crisis económica de 1973, el aumento de la conflictividad social, las protestas internacionales por la aplicación de la pena de muerte a terroristas de ETA y FRAP en septiembre de 1975, y la Marcha Verde, con la que el rey de Marruecos invadió el Sáhara español. Franco murió el 20 de noviembre de 1975, poniendo fin al régimen.
Política Exterior
El régimen intentó acercar España a Europa. En 1962, se solicitó la entrada en la CEE, que fue denegada. En 1970, se firmó un acuerdo preferencial que mejoraba las relaciones comerciales. El intento de recuperar Gibraltar fracasó, y en 1969 España cerró la verja con el Peñón. Las relaciones internacionales se complicaron por el aislamiento internacional debido a la política represiva, la caída de las dictaduras en Portugal y Grecia, y la Marcha Verde.
Movimientos Sociales y Oposición
- Movimiento Obrero: Se fortaleció a través de sindicatos clandestinos como USO, CC.OO. (vinculado al PCE) y ELA-STV (nacionalista vasco). Las huelgas se hicieron frecuentes desde 1967.
- Movimiento Estudiantil: Se revitalizó desde 1969, complicándose con huelgas de profesores no numerarios desde 1972.
- Movimiento Vecinal: Cobró fuerza en los barrios obreros de las grandes ciudades.
- Iglesia Católica: Se distanció de la dictadura desde el Concilio Vaticano II (1962-1965), destacando el cardenal Tarancón, presidente de la Conferencia Episcopal, abiertamente antifranquista. El clero catalán y vasco se acercó al nacionalismo, junto con los sacerdotes obreros y los cristianos por el socialismo.
- Oposición en el Ejército: Se formó en torno a la UMD (Unión Militar Democrática).
- Oposición Política: Liderada por el PCE, dirigido por Santiago Carrillo, que formó la Junta Democrática en 1974. El PSOE, dirigido por Felipe González desde el Congreso de Suresnes (1974), creó la Plataforma de Convergencia Democrática en 1975.
- Oposición Moderada: Destacaron figuras del “Contubernio de Múnich” como José María Gil Robles (demócrata cristiano) y Joaquín Satrústegui (liberal), y personalidades apartadas del régimen por su aperturismo, como Joaquín Ruiz-Giménez.
- Oposición Nacionalista: El PNV en el País Vasco, y CDC y ERC en Cataluña, de tendencia moderada. ETA, de carácter terrorista.
- Oposición Terrorista: ETA, FRAP y GRAPO.
Cambios en la Mentalidad y la Cultura
La mentalidad de posguerra, autoritaria, basada en la intolerancia religiosa y la obediencia jerárquica, se abrió en los años 60 a la influencia europea por la llegada de turistas, el regreso de emigrantes y la política de acercamiento a Europa. La cultura se desarrolló dentro y fuera de España. En el exilio destacaron Ortega y Gasset y Salvador de Madariaga. La cultura oficial exaltaba los valores del régimen y censuraba lo ajeno a él. La cultura liberal atrajo a franquistas alejados del régimen como Laín Entralgo, Julián Marías y Dionisio Ridruejo. La cultura de oposición desarrolló la literatura de denuncia con autores como Buero Vallejo, Cela, Juan Goytisolo, Marsé y Martín-Santos. En cine destacó García Berlanga. En los 70 aparecieron los “novísimos” como Gimferrer y cantautores como Serrat y Raimon. Al final del franquismo, destacaron semanarios como *Cuadernos para el Diálogo* (demócrata cristiano) y *Triunfo* (izquierdas).