El Feudalismo en la Península Ibérica
El feudalismo es un modelo político y socioeconómico que se impuso en Europa occidental y tuvo su mayor auge entre los siglos XI y XIII. Los monarcas tenían un concepto patrimonial del reino, pero las necesidades militares de la reconquista y los favores recibidos obligaron a los reyes a fragmentar el reino, concediendo señoríos a la nobleza y al clero, que pasaban a ostentar la propiedad de las tierras, la autoridad para legislar, cobrar impuestos y administrar justicia. El sistema se basaba en el establecimiento de lazos de fidelidad y dependencia personal entre el rey, los nobles y los campesinos. En la cima estaba el rey que era un primus inter pares por lo que su dependencia hacia la nobleza era muy grande.
Una muestra de esto fue que, a partir del siglo XIII, los reyes de Navarra y Aragón debieron jurar el respeto a los privilegios nobiliarios y a las Cortes. Las tierras del feudo eran trabajadas por los siervos del señor feudal y por algunos campesinos libres, que también podían tener tierras propias. La reserva estaba formada por las tierras más productivas y además incluía la vivienda y establecimientos como el horno o la forja, el molino, por los que los campesinos tenían que pagar un canon. Los mansos eran las tierras cedidas en usufructo a los campesinos, libres o siervos. Para mantener el sistema, los siervos pagaban altas rentas a los señores feudales, además de prestaciones personales, y todo el campesinado debía dar además el décimo a la Iglesia. A partir del siglo XIII fue desapareciendo la servidumbre y en Galicia dio paso al foro, contrato que concedía a los campesinos la posesión de la tierra a largo plazo. La ganadería también fue una actividad importante, sobre todo en Castilla, donde en el siglo XIII se creó la Mesta.
La Sociedad Estamental
En cuanto a la sociedad medieval peninsular, como en Europa Occidental, se estructuraba de acuerdo con el principio religioso de la orden divina. Aparece el concepto de estamento como grupo social cerrado, al que se pertenece por herencia o función que se desarrolla en la sociedad.
La Nobleza
La nobleza estaba formada por los hijos e hijas de matrimonios de sangre noble. El clero, especialmente el alto clero, provenían también de familias nobles. Los señores tenían vínculos de dependencia que los ligaban entre sí y eran frecuentes los enfrentamientos entre ellos para aumentar sus patrimonios o conseguir más poder, pero siempre formaron una frente común frente a los demás miembros de la sociedad.
El Estado Llano
El tercer estamento, Estado Llano o estamento de los campesinos, estaba formado mayoritariamente por campesinos. Algunos eran libres y propietarios de tierras, otros tenían tierras alquiladas de los señores y otros vivían como jornaleros. Algunos eran colonos o esclavos adscritos a la tierra y no podían abandonarla sin permiso, además de realizar prestaciones y servicios a sus señores. En general, era frecuente que los campesinos buscasen protección de un noble, iglesia o monasterio, creándose un tipo de dependencia conocida como relaciones de encomienda.
La Crisis del Siglo XIV y sus Consecuencias
Los siglos XIV y XV estuvieron marcados en toda Europa por una profunda crisis que afectó a todos los sectores de la sociedad. El ciclo económico medieval llegó a la Península Ibérica en su parte negativa: factores climáticos adversos provocaron una disminución en la productividad agrícola, lo que provocó subalimentación, hambre y un aumento de la mortalidad y una disminución demográfica que varió en diferentes zonas de la península, pero que llegó a ser entre el 20-30% de la población (menos cantidad y calidad de alimentos). Son las llamadas crisis de subsistencias. Este descenso se acentuó con la propagación de enfermedades y epidemias, la más conocida es la Peste Negra de 1348 que venía de Oriente y que se repitió varias veces en la segunda mitad del siglo XIV. La crisis económica también llegó a las ciudades que también vieron reducida su población y paralizada su producción. Sin embargo, durante el siglo XV hubo una recuperación desigual debido al aumento de la ganadería ovina en Castilla y al desarrollo de manufacturas en algunas áreas de la Corona de Aragón.
Impacto en los Grupos Sociales
La crisis demográfica y económica tuvo un fuerte impacto en todos los grupos sociales. La nobleza y los señores eclesiásticos vieron reducidos sus ingresos y para mantener su nivel de renta, recurrieron en muchos casos a endurecer las cargas feudales (los malos usos) y aumentaron las peleas entre la nobleza para arrebatarse patrimonios y riquezas y presionaron para obtener ingresos de las iglesias y monasterios, lo que generó gran inestabilidad. Las exigencias de los nobles también afectaron a las monarquías, sobre las que presionaron para obtener nuevos favores, ingresos y tierras. Este enfrentamiento entre la nobleza y la monarquía originó graves conflictos internos, como la guerra civil entre Pedro I y Enrique II de Trastámara, la guerra civil en Navarra y Cataluña, y el enfrentamiento de la nobleza con Enrique IV de Castilla.
- La rebelión foránea de Mallorca (1450-1452), una protesta de campesinos y artesanos contra la oligarquía de la ciudad de Palma que contó con la ayuda del ejército de Aragón para derrotar a los rebeldes.
- Conflicto antiseñorial protagonizado por los campesinos catalanes que querían liberarse de la sujeción en la que se encontraban respecto a los nobles mediante una redención o remensa, objetivo que conseguirán en 1486 gracias a una sentencia del rey Fernando el Católico.
Las Revueltas Campesinas en Galicia
Las dificultades vividas durante el siglo XIV provocaron una disminución de los ingresos de los nobles gallegos. En dos ocasiones los campesinos y los habitantes de las ciudades se levantaron contra los señores, protagonizando las conocidas como revueltas o guerras hermandinas.
- La Hermandad de Fusquenlla se originó en 1431 en las tierras de Pontedeume y Betanzos ante la dureza que mostraba Nuno Freire de Andrade”el Ma” con los campesinos de sus señoríos. Los campesinos, liderados por el hidalgo Roi Xordo, formaron una hermandad y asaltaron y destruyeron varios castillos y fortificaciones.
- La Gran Guerra Irmandiña unió a una notable parte de la población gallega en una hermandad contra la nobleza de los caballeros y el arzobispo de Santiago. Se trataba de campesinos, habitantes de las ciudades, algunos hidalgos y clérigos, en un número de aproximadamente 80.000 y liderados por varios dirigentes como Pedro Osorio, Alonso de Lanzós y Diego de Lemos.
Destruyeron más de 130 castillos y fortificaciones y con esa inusual fuerza impusieron la eliminación de los abusos nobles, revisión de tributos y cargas, devolución de tierras usurpadas, defensa de las libertades urbanas, refuerzo de la justicia del rey. Pero los nobles se reorganizaron y liderados por Pedro Álvarez de Soutomaior, iniciaron una campaña militar que les permitió someter a los campesinos en 1469. Hubo ejecuciones y a los campesinos se les obligó a reconstruir las fortificaciones derribadas.