Esta es la fase final del reinado de Alfonso XIII. El golpe de Estado del 13 de septiembre de 1923, por parte del Capitán General de Cataluña, el General Miguel Primo de Rivera, supuso el definitivo adiós al sistema político de la Restauración. La llegada al poder del general, sin oposición y con la aquiescencia del rey demuestra que las clases políticas estaban deseosas de un cambio de rumbo que solucionará los problemas económicos, sociales y políticos de país. De hecho, hasta el PSOE apoyó inicialmente el golpe.
Primo de Rivera se basó en los militares para organizar su gobierno, decretando el Estado de Guerra en todo el país, de ahí que al período de 1923 a 1925 se le conozca como el Directorio Militar. El método para eliminar la vieja política será la de realizar importantes reformas. Para ello el primer paso es la sustitución de los gobernadores civiles por los gobernadores militares y la creación de los delegados gubernativos para ayudar a los gobernadores en su lucha contra la corrupción.
En 1924 con la promulgación del Estatuto municipal en 1924 daba fin al sistema del caciquismo que había imperado durante toda la época de la restauración, para ello proclamaba el carácter autónomo de los municipios y establecía la elección democrática por sufragio universal. El Estatuto Provincial de 1925 fue la norma reguladora de las diputaciones provinciales en España, promulgada el 21 de marzo de 1925 por la Dictadura de Primo de Rivera. Respondió al abandono por parte del dictador Miguel Primo de Rivera de la idea inicial del «sano regionalismo», sustituida por un españolismo beligerante.
Por otro lado, como las elecciones previstas nunca se celebraron, los diputados provinciales fueron designados por los gobernadores civiles, por lo que las diputaciones funcionaron como una especie de delegaciones de la Administración Central. Una vez ya asentada la nueva forma de ver la política del estado, en 1925 Primo de Rivera abolió el Estado de Guerra y sustituye a los militares por civiles en los puestos de responsabilidad del estado, es el momento en que se conoce como el Directorio Civil, para ello elige desde la recién fundada Unión Patriótica (partido único) a los diferentes responsables políticos. Esta fase de la dictadura abarca desde 1925 a 1930. En esta etapa es cuando se intenta cambiar la constitución vigente (la de 1876) con el Estatuto fundamental de la Monarquía, pero los partidos considerados dinásticos y otros como el PSOE se opusieron.
Es también 1925 el momento en que Primo de Rivera decide tomar las riendas del problema marroquí, en primera instancia el general intentó negociar la paz con Abd el Krim y otorgar la autonomía al protectorado español en Marruecos. Como el líder rifeño no aceptó al estar en su momento de mayor auge, Primo de Rivera junto a sus aliados franceses organiza y lleva a cabo el desembarco de un gran contingente de soldados desde la armada hispanofrancesa (Desembarco de Alhucemas), lo cual permite derrotar a Abd el Krim en 1926 quien, finalmente, se entrega a los franceses. Esto pacificó por completo el protectorado español en el norte de África
Inicialmente la dictadura contó con el apoyo del P.S.O.E. y de la U.G.T. Pero la dictadura fue perdiendo paulatinamente apoyos dentro del país, los regionalistas catalanes por su política anticatalanista y desde el mundo obrero al ver que la situación político social no mejoraba. Toda esta situación estaba provocando la desintegración del régimen, y hacía que la monarquía se tambalease en el poder. De modo que en 1930 Alfonso XIII admitió la dimisión de Primo de Rivera .El monarca, para evitar la llegada de la República entregó el poder al General Dámaso Berenguer para ver si podía democratizar la vida política española. Berenguer afirmó que el nuevo gobierno quería la pacificación del país y la vuelta a la normalidad constitucional, prometiendo, entre otras cosas, la convocatoria de elecciones generales, a lo que se oponen los partidos tradicionales. Este período fue conocido como “Dictablanda” de Berenguer. El movimiento obrero, liberado después de años de represión, incrementó sus protestas y se produjo un incremento de los desórdenes públicos. Los partidos republicanos se unen para provocar la caída de la monarquía y firman en agosto de 1930 el conocido como Pacto de San Sebastián. En diciembre del mismo año un levantamiento militar intentó establecer la República desde Jaca, siendo fusilados sus dirigentes, los capitanes Fermín Galán y Ángel García Hernández. Además debemos mencionar el problema del enfrentamiento con los intelectuales, que hará que estos se decantan por la República.
A la vista de tantas dificultades, Berenguer convocó elecciones generales para el mes de marzo de 1931, pero los representantes políticos contestaron que jamás participarían, pidiendo la abstención y provocando la dimisión del general. El triunfo republicano en las elecciones municipales del 12 de Abril,desencadena la abdicación de Alfonso XIII y una nueva etapa de la historia de España, la Segunda República que se proclama el 14 de abril de 1931.