1. El Régimen Dictatorial Franquista
1.1 Características del Franquismo
El resultado de la Guerra Civil (1936-1939) fue la consolidación del régimen dictatorial que los sublevados contra la República habían empezado a construir desde octubre de 1936. El régimen implantado por Franco perduró hasta su muerte en 1975.
Un régimen dictatorial. Características del Franquismo. Sus rasgos más relevantes fueron:
- El totalitarismo: El franquismo nació como una dictadura inspirada en el modelo fascista italiano y alemán. Se suprimió la Constitución de 1931 y todas las garantías individuales y colectivas, se clausuró el parlamento y se prohibieron todos los partidos políticos y los sindicatos. Solo se permitió la Falange.
- El caudillismo: Franco, investido con el título de Caudillo de España, era el jefe del Estado y, durante muchos años, también fue el presidente del gobierno. Además era generalísimo de todos los ejércitos y jefe del partido único.
- La concepción unitarista y centralista del Estado: El franquismo abolió los estatutos de autonomía y fomentó la españolización de la población de los territorios influidos por los nacionalismos.
- La represión de la oposición: Se inició con la persecución de los simpatizantes con la causa republicana y continuó durante todo el franquismo de una manera constante y planificada.
- El control de los medios de comunicación: Que estaban sujetos a una rígida censura y eran utilizados como un aparato de propaganda.
1.2 Pilares del Régimen
Los tres pilares institucionales de la dictadura de Franco fueron el ejército, el partido único y la Iglesia Católica.
- El Ejército: Fue el más destacado sostén del régimen y participó activamente en el poder, ya que una buena parte de los ministros y los gobernantes civiles eran militares de carrera.
- El partido único: Denominado Falange Española Tradicionalista y de las JONS, se encargó de dotar al régimen de sus bases ideológicas. Para procurar el apoyo social al régimen, el partido constituyó cuatro organizaciones de masas: el Frente de Juventudes, la Sección Femenina, el Sindicato Español Universitario (SEU) y la Central Nacional Sindicalista (CNS).
- La Iglesia Católica: Tuvo un papel destacado en la construcción del régimen franquista, que se definió como Estado confesional católico. A cambio de este apoyo la Iglesia obtuvo una financiación pública muy generosa.
1.3 Apoyos Sociales
Desde sus inicios, la dictadura contó con el apoyo de las élites económicas y sociales y, también, con los propietarios agrícolas pequeños y medianos que habían apoyado el alzamiento.
En 1939, las clases medias que durante la Guerra Civil se habían visto claramente desbordadas por la revolución social fueron mayoritariamente pasivas y apolíticas.
Finalmente, una buena parte de los sectores populares fueron los primeros protagonistas de la oposición al franquismo. Sin embargo, las duras condiciones hicieron que la mayor parte de la oposición tuviera una actitud pasiva ante la política.
1.4 Fundamentos Ideológicos y Familia del Régimen
- El Ejército: Estuvo controlado por Franco y nunca fue un grupo de oposición. Ocuparon durante todo el franquismo importantes carteras ministeriales. Su principal aportación ideológica fue el nacionalismo patriótico, que era una visión unitaria y tradicionalista de España. Disciplina, autoritarismo, austeridad, orden público, eran otras de sus aportaciones.
- Los católicos: Se dividen en dos familias: los tradicionalistas y los del Opus Dei, tuvieron un papel preponderante en el gobierno a partir del 57. El nacionalcatolicismo ejerció una gran influencia ideológica en la sociedad, en la moral, en las costumbres…
- La Falange: Tuvo su hegemonía en la primera etapa del franquismo, estuvieron presentes en el Consejo de Ministros y ocuparon importantes cargos. Este partido de inspiración fascista aportó un gran bagaje ideológico como el hipernacionalismo, la exaltación del líder, el paternalismo, el machismo…
- Los monárquicos: Están divididos en dos tendencias: los carlistas y los juanistas. Los primeros ocuparon carteras ministeriales, sin embargo, las relaciones con los segundos fueron difíciles sobre todo a partir de las declaraciones del Manifiesto de Lausana.
2. La Estructura del Nuevo Estado
2.1 Las Leyes Fundamentales
El establecimiento de unas leyes políticas básicas se inició en plena Guerra Civil y concluyó en 1966 con la promulgación de la Ley Orgánica del Estado.
El primer rasgo del nuevo Estado fue la concentración de poderes en la persona de Franco. Franco era el Jefe del Estado, del partido único y generalísimo de los tres ejércitos. También era el Jefe del Gobierno, presidía el Consejo Nacional y nombraba al secretario general del Movimiento. En 1938 también se estableció el Fuero del Trabajo.
En 1945, tras la derrota de las potencias del Eje, se instauró el Fuero de los Españoles, que pretendía aparentar que en la España de Franco también los ciudadanos gozaban de unas ciertas libertades políticas, y la Ley de Referéndum Nacional.
En 1947, la Ley de Sucesión permitió a Franco designar a su sucesor. Esta ley creaba también dos órganos: el Consejo de Regencia y el Consejo del Reino, ambos designados por el Caudillo. En 1958, se promulgó la Ley de Principios del Movimiento Nacional.
2.2 Democracia Orgánica
Para la construcción del nuevo Estado el franquismo se inspiró en el Estado corporativista italiano, que organizaba la participación popular a partir de tres unidades básicas: la familia, el municipio y el sindicato. El sistema fue denominado democracia orgánica.
La representación popular en las instituciones del Estado se reguló a partir de la Ley Consultiva de las Cortes. Todos sus representantes, llamados procuradores, eran designados por el poder. A partir de la Ley Orgánica surgieron los procuradores por el tercio familiar, elegidos mediante sufragio por los cabezas de familia. Estas Cortes franquistas no resultaban elegidas democráticamente y carecían de un auténtico poder legislativo, ya que el Gobierno decidía qué proyectos de ley podían pasar a las Cortes y cuáles eran directamente aprobados.
En el plano territorial, el poder del Gobierno se transmitía mediante los gobernadores civiles de cada provincia que, además, eran jefes provinciales del Movimiento.
Otro poder del Estado fueron los sindicatos verticales, que dependían de un secretario general con rango de ministro. El Estado dictaba las condiciones laborales, anulando toda posibilidad de negociación colectiva e ilegalizando la huelga.