El Inicio de la Dictadura
El 1 de abril de 1939 finalizaba la Guerra Civil española, dando paso a una nueva etapa: la dictadura de Francisco Franco (1939-1975). Este régimen suprimió derechos y libertades, careciendo de una ideología elaborada, pero enfocado en la permanencia del dictador. Mientras algunos celebraban el nuevo régimen, muchos otros fueron exiliados, ejecutados o encarcelados.
Las Leyes Fundamentales
La legalidad del régimen se basó en las siguientes Leyes Fundamentales:
- Ley Constitutiva de las Cortes: Institución de carácter “representativo”.
- Fuero de los Españoles: Recogía los limitados derechos y establecía la confesionalidad del régimen.
- Ley del Referéndum Nacional: Consulta de las decisiones de gobierno.
- Ley de Sucesión: Definía a España como un reino.
- Ley de Principios del Movimiento Nacional: Asumía ideas falangistas.
- Ley Orgánica del Estado: Una especie de constitución. Los procuradores representaban al Tercio Familiar (familia, sindicato y municipio).
Franco acumulaba los poderes de generalísimo de los ejércitos, Jefe de Estado, Jefe del gobierno y del partido único. Su imagen se reflejaba en las monedas, símbolo de su poder absoluto. El gobierno, aunque con apariencia representativa (Democracia Orgánica), estaba bajo el control de Franco.
El Fuero del Trabajo y la OSE
El Fuero del Trabajo, con influencias falangistas y católicas, sentó las bases del sindicato vertical, que agrupaba obligatoriamente a obreros y patronos, prohibiendo huelgas y el despido libre. Se creó la Organización Sindical Española (OSE) para regular este nuevo sindicato.
Bases Ideológicas del Régimen
- El Ejército: Columna vertebral del régimen, fiel a Franco. Sin embargo, algunos generales monárquicos mantenían diferencias con él.
- La Iglesia: Legitimó el “Alzamiento”, sentó las bases del nacionalcatolicismo y controló la educación. Surgieron organizaciones laicas como el Opus Dei y la ACNP. A pesar del apoyo general, algunos obispos defendieron a los trabajadores, lo que marcó el inicio de la separación Iglesia-Estado.
- La Falange: Instrumento para mantener vivos los ideales de 1936 y controlar la opinión pública.
El régimen también contó con el apoyo de la burguesía, terratenientes, hombres de negocios, clases medias y católicos, pero fue rechazado por los monárquicos (carlistas y donjuanistas). El conflicto entre Franco y don Juan se agravó con el Manifiesto de Lausana, donde este último exigía la restauración de la monarquía constitucional. La Ley de Sucesión, que designaba a Juan Carlos como futuro sucesor, fue denunciada por don Juan.
Control Social e Ideológico
El franquismo sometió a los españoles a un control social e ideológico, exaltando la figura del Caudillo y promoviendo el medio rural. La censura afectó a libros, periódicos y cine, empobreciendo la cultura. La formación político-ideológica estuvo a cargo de organizaciones falangistas como el Frente de Juventudes y la Sección Femenina. En las escuelas se implantó la asignatura “Formación del Espíritu Nacional”.
Represión y Oposición
La posguerra se caracterizó por una fuerte represión, materializada en leyes como la Ley de Responsabilidades Políticas (1939), la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo (1940) y la Ley de Seguridad del Estado (1941). Las cárceles especiales y los “esclavos de Franco” (redención de penas por trabajo) fueron ejemplos de la dureza del régimen. La oposición, principalmente comunista y anarquista, se manifestó a través de la guerrilla (el maquis).
Segunda Guerra Mundial y Aislamiento Internacional
Durante la Segunda Guerra Mundial, Franco se declaró inicialmente neutral, aunque la Falange simpatizaba con Alemania. Tras reunirse con representantes de Italia y Alemania, se declaró no beligerante. Con el avance aliado, volvió a la neutralidad. La victoria aliada obligó a Franco a cambiar su discurso, disimulando los rasgos fascistas y desplazando a la Falange. En 1946, la ONU excluyó a España, dejándola aislada, excepto por Argentina y Portugal.
Autarquía y sus Consecuencias
La política económica del franquismo buscaba la autarquía. Sin embargo, la falta de recursos y el atraso industrial chocaban con este objetivo. Se crearon el Instituto Nacional de Industria (INI) y empresas como IBERIA, SEAT y RENFE. La regulación del comercio exterior generó corrupción. La agricultura, sin ayudas, sufrió una grave crisis. La autarquía provocó hambre, racionamiento (hasta 1952), inflación y pobreza.
Apertura y Transformación
En 1950, España comenzó a cambiar gracias al apoyo de Estados Unidos. Ingresó en la ONU (1955), firmó el Concordato con la Santa Sede (1953) y el Pacto de Madrid con Estados Unidos. A pesar de las ayudas, las huelgas y manifestaciones estudiantiles aumentaron. En 1957, un nuevo gobierno con tecnócratas del Opus Dei impulsó la liberalización económica con el Plan de Estabilización (1959).
Desarrollo y Cambio Social
Durante los años 60 y principios de los 70, España experimentó un gran crecimiento económico. El desarrollo trajo consigo cambios sociales: migración del campo a la ciudad, industrialización, aumento del nivel de vida, incorporación de la mujer al trabajo, evolución de la clase obrera y mayor tolerancia social. La oposición al régimen creció, tanto desde el exilio como desde el interior. El régimen suavizó la represión, suprimiendo la justicia militar, pero creando el Tribunal de Orden Público (TOP).
El Contubernio de Múnich y el Final de la Dictadura
El IV Congreso del Movimiento Europeo (1962), conocido como “Contubernio de Múnich”, fue un punto de inflexión. La declaración a favor de la democracia y la condena al régimen provocaron la reacción del gobierno. La sociedad española reclamaba libertades, pero el régimen no se adaptó. La muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975 marcó el fin de la dictadura y el inicio de la transición a la democracia.