Institucionalización a través de las Leyes Fundamentales
El proceso de institucionalización se realizó a través de las Leyes Fundamentales:
1938: Fuero del Trabajo. Prohibió el sindicalismo de clase y estableció el sindicalismo vertical, controlado por el Estado a través de la Organización Sindical. Este proceso se aceleró desde 1942, cuando el franquismo intentó distanciarse de los signos fascistas (saludo, uniforme…). Con la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial, el gobierno se declaró neutral y buscó acercarse a los países democráticos.
1942: Ley Constitutiva de las Cortes. No disminuyó la capacidad legislativa del jefe de Estado ni aceptó la existencia de partidos políticos. Los representantes, elegidos por municipios, sindicatos y familias, representaban el triunfo de la democracia orgánica y actuaban siguiendo las órdenes de Franco.
1945: Fuero de los Españoles. Ante la necesidad de adaptarse a la nueva situación internacional tras la derrota de Alemania e Italia, se aprobó este Fuero. Supuso la aceptación formal, aunque no real, de algunos derechos individuales: igualdad ante la ley, libertad de expresión y de asociación. Fue una operación de maquillaje para dar una apariencia democratizadora al régimen.
1945: Ley de Referéndum Nacional. Ofrecía la apariencia de sufragio universal, pero la decisión de su uso recaía en el Jefe de Estado.
1947: Ley de Sucesión. España se constituyó en reino sin monarca. Franco, jefe de Estado vitalicio, elegiría a su sucesor.
1958: Principios Fundamentales del Movimiento Nacional. Resumen ideológico del régimen, promulgados como leyes fundamentales permanentes e inalterables.
1967: Ley Orgánica del Estado (aprobada en referéndum en 1966). Una falsa constitución que pretendía modernizar el régimen para un posible ingreso en la CEE, dentro de la filosofía de desarrollo y bienestar.
Ideología del Régimen
Pilares del Franquismo
Ejército: Los valores castrenses eran centrales en la ideología. La mayoría de oficiales y mandos habían combatido contra el bando republicano y defendían la dictadura. El ejército, columna vertebral del régimen, se caracterizaba por el anticomunismo, el antiseparatismo y la dureza en el orden público. El nacionalismo era esencial en el ideario franquista. Franco, militar, defendía el mando único y se oponía al liberalismo y a los partidos políticos.
Iglesia Católica: Para la Iglesia, la victoria franquista era producto de la voluntad divina y Franco, el enviado de la Providencia. La Guerra Civil se definía como una cruzada contra el ateísmo marxista. La Iglesia legitimó la autoridad de Franco, colaborando propagandísticamente. El franquismo consideraba la fe católica consustancial al ser español e impuso la religión católica como oficial, cediendo a la Iglesia el control de la educación, la censura y los medios de comunicación. Se derogó la legislación laica republicana y la doctrina católica inspiró leyes como la del delito de adulterio y la distinción entre hijos legítimos e ilegítimos. Con el Concordato de 1953 se consolidó la presencia de la Iglesia en la enseñanza y la vida intelectual. A partir del Concilio Vaticano II (1962-1965) surgieron posturas más críticas.
Falange: Instrumento de control social. De ella dependían la Organización Sindical, el Frente de Juventudes, el Sindicato Español Universitario y la Sección Femenina. Aportó la base ideológica del patriotismo y el autoritarismo, configurando el partido único, el Movimiento Nacional. Tras 1937, la FET de las JONS fue el único cauce legal para la participación política. Militares y funcionarios se convertían en miembros y Franco era el Jefe Nacional. Se prohibieron partidos y sindicatos, persiguiendo a sus miembros. Se suprimieron derechos de asociación y expresión. Las mujeres sufrieron un retroceso en la igualdad legal. El control de la vida política, social y económica se basaba en el nacional-sindicalismo (anticomunismo, antiliberalismo, sacralización del poder…). El Estado intervenía en las relaciones laborales, controladas por sindicatos verticales. El gobierno fijaba salarios y desarrolló un sistema de seguridad social. Se restringieron libertades como la de prensa, reunión, asociación y huelga. La represión fue dura en territorios con lenguas diferentes al castellano, bajo el lema “habla la lengua del imperio”. Hubo una importante depuración intelectual, con el exilio de muchos. La política educativa favoreció la enseñanza privada religiosa. El franquismo recurrió al pasado para legitimarse, usando términos como caudillo y símbolos como el yugo y las flechas.
Apertura y Reconocimiento Exterior (1953-1959)
La Guerra de Corea (1950), primer conflicto de la Guerra Fría, abrió nuevas perspectivas para el franquismo, que buscaba reconocimiento diplomático y normalización internacional. Los acuerdos bilaterales de 1953 con EEUU y el Vaticano fueron cruciales. El acuerdo con EEUU estableció una política de defensa y ayuda económica, permitiendo la instalación de bases militares. El Concordato confirmó la confesionalidad católica del régimen. Tras el acuerdo con EEUU, España ingresó en la ONU en 1955, fomentando relaciones económicas y superando la autarquía. La visita del presidente Eisenhower en 1959 simbolizó esta etapa. En 1957, ministros tecnócratas como Ullastres (Comercio) y Navarro Rubio (Hacienda) impulsaron medidas liberalizadoras que prefiguraron el Plan de Estabilización de 1959. La oposición al franquismo en el exterior no impidió el ingreso en la ONU. En el interior, la oposición se manifestó a través de:
- Huelgas obreras (influencia del Partido Comunista y Comisiones Obreras)
- Agitación universitaria (1956)
- Renacimiento de los nacionalismos (creación de ETA en 1959)
- Actividad de los exiliados