Clasificación
Texto político: manifiesto y programa de la coalición del Frente Popular. Fuente primaria (documento que contribuye a hacer la historia).
Publicado en Madrid en febrero de 1936.
Autoría: Coalición de partidos y sindicatos que forman el Frente Popular.
Destinatario: el pueblo español.
Análisis
Izquierda Republicana: Fundada en 1934 por Manuel Azaña, por la fusión de varios partidos anteriores (especialmente, Acción Republicana de Azaña). Otros líderes, además de Azaña: Casares Quiroga y Giral.
PSOE: Fundado por Pablo Iglesias en 1879, siguiendo las recomendaciones de los líderes de la AIT. Los dirigentes más destacados de la época de la II República: Besteiro (moderado y posibilista), Largo Caballero (radical marxista) e Indalecio Prieto (de una posición centrista).
UGT: Sindicato creado en 1888 y vinculado al PSOE.
PCE: Partido surgido de la escisión del PSOE de un sector partidario de la Internacional Comunista y de la URSS. Sus líderes más señalados de la época: José Díaz y Dolores Ibárruri (“La Pasionaria”). Como consecuencia de la unificación de las juventudes socialistas y comunistas, Santiago Carrillo empezará a destacar como secretario general de las Juventudes Socialistas Unificadas (marzo de 1936) y se afiliará al PCE (noviembre de 1936). El PSUC nacerá en julio de 1936 como consecuencia de la fusión del PSOE de Cataluña con el PCE de Cataluña y con el Partido Catalán Proletario, resultando de la fusión un partido de carácter marxista y comunista.
POUM: El Partido Obrero de Unificación Marxista nació en Barcelona en septiembre de 1935, resultado de la fusión de Izquierda Comunista de España (Andreu Nin) y Bloque Obrero y Campesino (más numeroso, fundado por Joaquín Maurín). Sus elementos discrepaban del marxismo estalinista seguido por el PCE y, aunque se consideraban troskistas, también discrepaban de las consignas de Trotski, partidario de bolchevizar al PSOE por dentro. Su implantación mayor era en Cataluña.
Síntesis
Se relacionan los partidos y sindicatos que forman el Frente Popular, que, sin renunciar a sus programas, suscriben un plan político común que será norma de gobierno en caso de victoria electoral.
Se defiende la amnistía de los presos del bienio anterior como suplemento indispensable para la paz pública, el progreso social como objetivo (que deberá imponerse a toda clase de privilegios) y la enseñanza pública como atributo del Estado (por encima de razones confesionales y de clase).
Comentario
Los antecedentes a la formación del Frente Popular hay que situarlos en el bienio radical-cedista (1933-1935) y, especialmente, en los sucesos de octubre de 1934 (secesión catalana y revolución de Asturias). La reacción del gobierno supuso su derechización: suspensión del Estatuto, contrarreforma agraria, supresión de la Ley de Confesiones y Congregaciones, fin de los jurados mixtos. La mayoría del gobierno correspondería a la CEDA, y a su derecha se formaría el Bloque Nacional (liderado por José Calvo Sotelo, líder, a su vez, del partido monárquico Renovación Española). No obstante, el gobierno carecía de mayoría suficiente en el parlamento (división del Partido Republicano Radical, del que surgiría Unión Republicana) y el escándalo del estraperlo (un asunto de sobornos) conducirá a la crisis del bienio y a la convocatoria de nuevas elecciones para febrero de 1936.
Las izquierdas, tras el fracaso de la revolución de octubre, consideraron preferible recuperar el poder mediante las urnas, a través de una gran coalición que agrupase a republicanos de izquierdas, socialistas y comunistas, según el referente ideológico de la Internacional Comunista y del PCE. Esa gran Coalición se llamará Frente Popular (Front d’Esquerres en Cataluña, liderado por ERC, el PSUC nacerá después de las elecciones). Los partidos: Izquierda Republicana, Unión Republicana, PSOE, PCE, POUM, UGT, Juventudes Socialistas, Partido Sindicalista, etc. El programa común: amnistía y reanudación de la legislación reformista del primer bienio. La bandera esgrimida: el antifascismo, frente al peligro fascista representado por la CEDA, el Bloque Nacional (coalición de monárquicos de Renovación Española y tradicionalistas del carlismo, liderada por José Calvo Sotelo) y Falange Española de las JONS (José Antonio Primo de Rivera).
Las derechas no acudirán unidas, aunque habrá coaliciones en algunas circunscripciones (CEDA y Bloque Nacional). La CEDA fue acusada de moderación por una parte de su militancia, más afín al Bloque Nacional y a Falange.
El PNV concurrió en solitario. Falange concurrió en solitario y dividida: los dirigentes de las JONS, Ledesma Ramos y Onésimo Redondo, fueron expulsados de Falange Española de las JONS; sin embargo, el grueso de los cuadros de las JONS siguió fiel a José Antonio. La CNT no participó en los comicios, pero apoyó desde fuera al Frente Popular, que prometía amnistía.
El resultado electoral dio el triunfo al Frente Popular por escaso margen de votos (apenas 200.000), aunque eso se tradujo en muchos más escaños, dado el sistema mayoritario que regía en la ley electoral. Algunas fuerzas políticas sufrieron un gran descalabro: La Lliga Regionalista, el Partido Republicano Radical, Falange, etc.
El nuevo gobierno estará formado por republicanos de izquierda (Manuel Azaña nuevamente presidente del gobierno), apoyados en el parlamento por socialistas y comunistas. Sus primeras medidas: amnistía para 30.000 presos y obligada readmisión de los obreros despedidos por las huelgas de 1934.
Las nuevas Cortes destituirán a Niceto Alcalá-Zamora: disolviendo las Cortes por dos veces en un mismo mandato, se le podía enjuiciar en el parlamento por ello, como así fue (no obstante, la primera disolución lo fue de la Asamblea Constituyente, antes de que rigiera la Constitución que establecía esto). El nuevo Presidente de la República será Manuel Azaña, que nombrará a su compañero de partido (anteriormente de la ORGA) Santiago Casares Quiroga como presidente de gobierno.
Se reanudará el proceso reformista:
- Reforma agraria (desbordada por ocupaciones de fincas, aprobadas por el IRA a posteriori).
- Mejoras laborales (readmisión de despedidos, mejores salarios, reducción de jornada, etc), a las que la patronal reaccionó cerrando empresas (lock out: cerrar y dejar fuera), agravando el odio social.
- Reforma religiosa: cierre de colegios religiosos, coeducación, creación de nuevas escuelas. La protesta eclesiástica fue contestada con incendios de iglesias, saqueos y profanaciones, ante la pasividad de las autoridades.
- Restablecimiento de la autonomía catalana, extendiéndose el proceso en otras regiones (asambleas regionales y proyectos de estatutos en País Vasco, Galicia, Andalucía, Aragón, etc).
- Recolocación de generales sospechosos de golpismo (Mola a Navarra, Goded a Baleares, Franco a Canarias, etc).
El triunfo del Frente Popular supuso una tensa polarización social (huelgas, ocupaciones de tierras, desorden público, atentados, quema de iglesias). Los sindicatos y la línea radical (Largo Caballero) del PSOE radicalizaron sus posturas. Todos los partidos contaban con organizaciones paramilitares (la motorizada del PSOE, MAOC del PCE, JAP (Juventudes de Acción Popular) de la CEDA, el requeté carlista, las milicias de Falange…), que actuaron como bandas de hostigamiento y protagonizaron enfrentamientos.
El asesinato del líder de la derecha José Calvo Sotelo (13 de julio de 1936) por guardias de asalto en represalia por el asesinato del teniente de la Guardia de Asalto José del Castillo, de filiación izquierdista, llevó la tensión a su momento culminante, convenciendo a los indecisos (como Franco) de que la única solución para reconducir España era el golpe de Estado. El golpe de Estado estaba elaborándose desde marzo de 1936 (Mola, el director, Goded, Saliquet, Varela y otros). El atentado contra Calvo Sotelo, en todo caso, lo aceleró.
Conclusión
Aunque el programa del Frente Popular era moderado y pretendía reanudar las reformas del primer bienio, los ánimos exacerbados de las masas y la fuerte polarización política y social llevaron al país a una confrontación creciente. Un sector del ejército ensayó el golpe de Estado para reconducir la situación, rompiendo con la legalidad republicana. El fracaso parcial del golpe degeneró en una cruenta guerra civil.