El Imperio de Carlos I y Felipe II: Auge y Conflictos en la Europa del Siglo XVI

El Imperio de Carlos I: Un Legado Extenso y Complejo

Los Dominios de Carlos I

Carlos, hijo de Juana *la Loca* y Felipe *el Hermoso*, recibió una vasta herencia territorial. Por parte de los Reyes Católicos, sus abuelos maternos, heredó la Corona de Castilla (incluyendo el Reino de Navarra y América) y la Corona de Aragón (Aragón, Valencia, Cerdeña, el Reino de Nápoles y Sicilia). De su abuela paterna, María de Borgoña, heredó los Países Bajos y el Franco Condado. De su abuelo paterno, el emperador alemán Maximiliano I, recibió Austria. En 1519, fue elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, sucediendo a su abuelo Maximiliano. Para lograrlo, tuvo que endeudarse con varios prestamistas, ya que la corona imperial era electiva y dependía de un reducido número de príncipes electores, cuyas voluntades eran influenciadas por promesas y sumas de dinero.

El poder de los dominios de Carlos I era enorme en la hegemonía europea, pero presentaba dos grandes inconvenientes:

  1. Vulnerabilidad: Territorios muy dispares que podían ser atacados por varios frentes.
  2. Dificultad de gobierno: No solo por su dispersión, sino también porque cada territorio tenía sus propias leyes e instituciones.

Los Conflictos Internos a Comienzos del Reinado (1519-1522)

Las Revueltas de las Comunidades de Castilla

Carlos I se educó en Flandes y su lengua natal era el francés. Al llegar a España en 1517, trajo consigo consejeros flamencos y otorgó cargos a extranjeros. A pesar de esto, en 1519 comenzó a enfocarse en ser elegido emperador de Alemania, descuidando los reinos españoles. Esto provocó un movimiento hostil en Castilla hacia el rey, al que veían como un extranjero preocupado únicamente por sus ambiciones europeas.

En 1520, las principales ciudades castellanas se sublevaron, sustituyendo el poder principal por comunas, integradas por artesanos, comerciantes y miembros de la baja nobleza y el bajo clero. Estos reclamaban cinco peticiones:

  1. El regreso de Carlos a España.
  2. La exclusión de los extranjeros de los cargos políticos.
  3. Un mayor protagonismo de las Cortes.
  4. La reducción de los impuestos y de los gastos de la Corte.
  5. La limitación y el control de la exportación de la lana, que beneficiaba a la monarquía por los impuestos que cobraba, pero privaba a la industria textil castellana de materia prima.

Debido al conflicto, los campesinos se unieron a la revuelta, convirtiéndola en una rebelión antiseñorial. La realeza, que había permanecido al margen, decidió unir fuerzas con el rey cuando los comuneros fueron derrotados en Villalar.

Las Germanías de Valencia

Fueron similares a las de Castilla. Se iniciaron en Valencia y se extendieron a Mallorca. En 1519, los gremios de artesanos solicitaron reclutar una milicia con la excusa de defender la costa de los piratas berberiscos. Se les concedió, pero la utilizaron para luchar por la reducción de los privilegios de la nobleza. Esto se convirtió en una rebelión abierta cuando la nobleza, en lugar de ayudar a la población ante un brote de peste, abandonó Valencia. A diferencia del movimiento comunero castellano, la rebelión de las Germanías fue una clara rebelión antiseñorial.

Los Conflictos Exteriores

Ocasionaron gastos militares que absorbieron gran parte de la riqueza económica de Castilla. Todo se debía a las pretensiones imperiales y religiosas de Carlos I, que se asemejaban más a un concepto propio de la Edad Media que a los tiempos modernos.

La Guerra con Francia en Italia (1521-1544)

Francia era la otra gran potencia europea, con el rey Francisco I, que rivalizaba con Carlos I por el Imperio alemán. Al no conseguir Alemania, Francisco I intentó apoderarse de Italia. Esto llevó a cuatro guerras con Francia, entre 1521 y 1544, que confirmaron el gran poder de Carlos I, quien pudo incorporar el Milanesado a sus dominios.

La Lucha contra los Turcos

Carlos I consideró la defensa de la cristiandad como su misión fundamental ante la amenaza islámica representada por los turcos del Imperio Otomano, que estaba en plena expansión. Los conflictos en el Mediterráneo musulmán fueron constantes durante todo su reinado.

Los Conflictos Religiosos en el Seno del Imperio Germánico

Alemania fue el escenario principal de la Reforma de Lutero, a la que se unieron varios príncipes para fortalecerse frente a la Iglesia católica mediante la confiscación de bienes. Entre 1545 y 1555, la defensa de la ortodoxia católica en el seno de la cristiandad empujó a Carlos V a luchar contra los protestantes del Imperio alemán. En la primera fase, Carlos V sometió a los protestantes. En la segunda, los príncipes de Alemania obtuvieron el apoyo francés. Finalmente, con la Paz de Augsburgo, Carlos V reconoció la vigencia de las dos religiones en el Imperio Germánico.

Exploración, Conquista y Colonización de América

Carlos I quiso terminar el proyecto inicial de Colón de encontrar una ruta por Occidente hacia Asia. Para ello, se organizó una expedición dirigida por Magallanes, que partió de Sevilla en 1519 con 5 navíos y 265 hombres. Consiguió encontrar el paso al sur del continente americano en el estrecho que lleva su nombre. Después de grandes penalidades, llegó al Pacífico y a Filipinas, donde murió. Juan Sebastián Elcano tomó el mando y regresó a España en 1522, completando la primera vuelta al mundo.

Las Consecuencias para la Población Indígena

  • Un fuerte descenso demográfico, causado por enfermedades de origen europeo y por la dureza del trabajo.
  • Destrucción de sus formas tradicionales de vida y desorganización social.
  • La extensión de un espíritu pesimista de derrota y desgana vital, que provocó suicidios y la caída de la natalidad.

Los Abusos contra los Indios

  • El requerimiento: Se exigía a los indios aceptar la soberanía española o, de lo contrario, serían sometidos por las armas. Esto se hacía para legitimar el empleo de la fuerza, aunque los nativos no entendían la argumentación.
  • La encomienda indiana: Se asignaba a un colonizador un grupo de indígenas para que trabajaran a su servicio y le pagasen tributos en especie. Este debía protegerlos, civilizarlos y evangelizarlos, pero en la práctica era una forma de esclavitud.

La Monarquía Hispánica de Felipe II (1556-1598)

Sus Dominios y la Unión con Portugal

Carlos I decidió abdicar y retirarse al monasterio de Yuste, donde pasó sus últimos días. Debido a los problemas que le había ocasionado Alemania, quiso liberar a su hijo de estos y cedió a su hermano Fernando la posesión de Austria, permitiéndole así aspirar a la corona alemana. Felipe II heredó todos los demás territorios. Tras la muerte sin descendencia del rey de Portugal en 1580, Felipe II forzó su designación como rey de este país, ya que, como hijo de Isabel de Portugal, se consideraba con más derechos. La monarquía hispánica alcanzó así su máxima extensión, con dominios en todo el planeta.

Política Exterior: Absolutismo y Ortodoxia Católica

Felipe II vivió la mayor parte de su reinado en España. Acabó con el carácter itinerante de la corte y estableció la capital en Madrid en 1561. Se consideró un monarca castellano, a diferencia de su padre, que se consideró un emperador europeo. Su política interior se apoyó en dos bases: el poder absoluto de la monarquía y la defensa del catolicismo. El principal instrumento de control religioso fue la Inquisición, que logró extinguir las minorías protestantes de Sevilla y Valladolid, castigadas severamente en autos de fe. Felipe II quiso preservar a España de la herejía y prohibió cursar estudios en universidades extranjeras y la importación de libros extranjeros. Se publicó un índice de libros prohibidos y se exigió la licencia del Consejo de Castilla para editar libros religiosos.

Los Conflictos Internos

La Rebelión de las Alpujarras (1568-1570)

Los moriscos constituían algo más de la mitad de la población de Granada. Debido a la presión a la que eran sometidos, su relación con la comunidad cristiana se fue deteriorando. A esto se añadió, en 1567, un decreto que les prohibía el uso de su lengua, costumbres, bailes e indumentarias. En la Nochebuena de 1568 estalló la rebelión, que se extendió con intensidad por la sierra de las Alpujarras. Esta revuelta duró dos años, fue sangrientamente sofocada y se decretó la dispersión por toda Castilla de los moriscos granadinos en 1570.

Las Alteraciones de Aragón

Debido a la ausencia de Carlos I durante su mandato, el Reino de Aragón había alcanzado una situación casi total de autogobierno. Por otra parte, el cargo de Justicia Mayor defendía que el rey debía respetar los fueros de este reino. Las pretensiones absolutistas de Felipe II y la defensa de los fueros del Reino de Aragón provocaron un gran conflicto. Antonio Pérez, secretario de Felipe II, lo traicionó. Felipe II lo encarceló, pero Antonio Pérez consiguió huir a Aragón, donde se acogió a la protección del Justicia Mayor. Como el rey no podía violar los fueros aragoneses, acusó a Antonio de herejía para que lo pudiera detener la Inquisición, ya que esta no estaba limitada por ninguna jurisdicción. Aragón se rebeló, alegando que se estaban violando sus leyes, y comenzaron las denominadas Alteraciones de Aragón. Felipe II envió un ejército para restablecer el orden y ejecutar al Justicia Mayor. Antonio Pérez consiguió huir a Francia, donde difundió grandes acusaciones, contribuyendo a la elaboración de la *Leyenda Negra* de España en Europa.

Las Guerras contra los Rebeldes Holandeses

Se convirtieron en uno de los mayores problemas de la monarquía, absorbiendo grandes recursos militares y financieros. Las siete provincias del norte, llamadas Provincias Unidas, se independizaron de hecho.

La Ofensiva contra los Turcos

Los dominios en Italia obligaban a estar vigilante ante la amenaza de la expansión turca en el Mediterráneo. Por eso, en 1570 se formó la Liga Santa, que se enfrentó a una flota turca en las costas de Lepanto, obteniendo una gran victoria que frenó el avance turco.

Las Guerras contra Inglaterra (1585-1604)

Las relaciones entre Felipe II e Inglaterra eran inicialmente buenas, ya que Felipe fue rey consorte de Inglaterra como esposo de la reina María Tudor. El matrimonio no tuvo descendencia, e Isabel I ascendió al trono. Las relaciones amistosas pasaron a ser de rivalidad. Para debilitar a la monarquía hispánica, Inglaterra apoyó a los sublevados holandeses y hostigó mediante la piratería el comercio en el Atlántico. En 1588, Felipe II decidió invadir las islas británicas, pero fracasó. La paz con Inglaterra no se alcanzó hasta 1604, tras la muerte de Isabel I, ya en el reinado de Felipe III.

La Exploración del Pacífico: Las Islas Filipinas

Felipe II exploró el océano Pacífico. En las islas Filipinas, nombradas así en su honor, fundó Manila en 1570, que se convirtió en un gran mercado para chinos, hindúes, malayos y árabes.