El Motín de Esquilache (1766)
Causas del Motín
El Motín de Esquilache fue un levantamiento popular que tuvo lugar en Madrid en marzo de 1766, durante el reinado de Carlos III. Su nombre se debe a Leopoldo de Gregorio, marqués de Esquilache, ministro italiano de Carlos III, contra quien se dirigió la rebelión.
Esquilache, junto con otros ministros italianos como Grimaldi, era el principal ejecutor de las reformas de Carlos III, que buscaban reforzar el poder real (despotismo ilustrado) y modernizar la administración y la economía. Estas reformas incluían:
- Mayor control sobre la administración local, reduciendo la autonomía municipal y la influencia de las oligarquías locales.
- Reformas fiscales para aumentar la recaudación.
- Liberalización del comercio, incluyendo la libertad del precio del grano.
- Reformas de costumbres (higiene, ocio).
- Mayor control de la población, incluyendo restricciones en el uso de armas.
Estas medidas generaron descontento en diversos sectores de la sociedad:
- Nobleza: Veían reducida su influencia en la corte y temían perder privilegios fiscales.
- Iglesia: Criticaba el regalismo del gobierno de Carlos III.
- Clases populares urbanas: Se vieron afectadas por el alza del precio del grano y las restricciones en sus costumbres.
El detonante del motín fue una orden que prohibía el uso de capas largas y sombreros tradicionales, argumentando que facilitaban la delincuencia.
Desarrollo del Motín
Las protestas comenzaron en Madrid y se extendieron a otras ciudades. Tras tres días de disturbios, Carlos III cedió a las demandas de los amotinados:
- Destituyó a Esquilache y lo reemplazó por el conde de Aranda.
- Derogó algunas de las medidas impopulares.
- Ofreció el perdón a los amotinados (solo en Madrid).
Consecuencias del Motín
El Motín de Esquilache tuvo un impacto significativo en el reinado de Carlos III. Algunos historiadores lo consideran un giro conservador, ya que los sucesores de Esquilache, Aranda y Floridablanca, fueron más prudentes en sus reformas. Otros, sin embargo, argumentan que las líneas fundamentales del gobierno no se alteraron y que Carlos III continuó con su proyecto reformista, especialmente en la administración centralizada.
La Política Exterior de los Borbones en el Siglo XVIII
Felipe V (1700-1746)
La política exterior de Felipe V se centró en dos objetivos:
- Compensar las pérdidas territoriales del Tratado de Utrecht (1713).
- Conseguir territorios en Italia para sus hijos con Isabel de Farnesio.
Tras el fracaso de Alberoni en recuperar Gibraltar, las ambiciones de Felipe V en Italia llevaron a la Guerra de la Cuádruple Alianza (1718-1720). España fue derrotada y se firmó la Paz de La Haya (1720).
España se alió con Francia a través de los Pactos de Familia:
- Primer Pacto de Familia (1733): España participó en la Guerra de Sucesión Polaca y el infante Carlos se convirtió en rey de las Dos Sicilias.
- Segundo Pacto de Familia (1743): España participó en la Guerra de Sucesión Austriaca y el infante Felipe obtuvo el ducado de Parma.
Fernando VI (1746-1759)
Fernando VI mantuvo una política de paz, reforzando la Armada y buscando buenas relaciones con Inglaterra.
Carlos III (1759-1788)
Carlos III firmó el Tercer Pacto de Familia (1761), aliándose con Francia en la Guerra de los Siete Años (1756-1763) contra Inglaterra. España perdió La Habana y Manila, pero las recuperó a cambio de Florida en el Tratado de París (1763).
España apoyó a los rebeldes norteamericanos en la Guerra de Independencia (1775-1783), recuperando Florida y Menorca. Sin embargo, fracasó en su intento de recuperar Gibraltar. El ejemplo de la independencia americana influyó en los movimientos independentistas en Hispanoamérica.