El nuevo mapa de África: Descolonización, independencia y desafíos

El nuevo mapa de África: Descolonización e independencia

Descolonización británica y francesa

En 1960, Gran Bretaña abandonó la soberanía sobre Somalia, que se fusionó con el antiguo territorio homónimo, configurándose la República de Somalia, con un sistema económico muy pobre. A comienzos de la década de 1970, se aceleró el proceso de independencia en África. En 1961, Sierra Leona y Tanganika alcanzaron la independencia, seguidas por Uganda y Zanzíbar, que se federaron formando Tanzania. Kenia pasó de un autogobierno multirracial a la independencia total. En 1964, se disolvió la Federación de Rhodesia y Nyasalandia, formándose Malawi, Zambia y Zimbabue (con gobierno blanco y discriminación racial, rompiendo relaciones con Londres). En 1966, obtuvieron la independencia Botsuana y Lesoto.

Las estrategias descolonizadoras francesas difirieron de las británicas, incluyendo propuestas económicas y militares. Francia buscaba la independencia política de sus colonias, pero manteniendo estrechos lazos económicos. Catorce países obtuvieron plena independencia: Camerún, Togo, Madagascar, Níger, Congo, Mali, etc. Francia ya había ensayado fórmulas de libertad con Marruecos y Túnez (protectorados) y Argelia (territorio anexionado).

En el norte de África, la colonia francesa era numerosa, aunque inferior a la población local, dominando la sociedad nativa. Surgieron organizaciones anticoloniales como el Istiqlal (Marruecos), el Neo Destour (Túnez) y el FLN (Argelia), con ideologías nacionalistas y marxistas. Marruecos obtuvo la independencia en marzo de 1956, y Túnez el 2 de mayo de 1956. Marruecos mantuvo la monarquía, mientras que Túnez adoptó una república.

Argelia: La lucha por la independencia

En la primavera de 1956, mientras Marruecos y Túnez accedían a la independencia, 200.000 soldados franceses se enfrentaban a 15.000 rebeldes argelinos. El general Salan, responsable del orden en Argelia, reprimió la insurrección armada. El 29 de mayo de 1958, De Gaulle asumió la jefatura del gobierno francés, iniciando una política contraria a la permanencia en Argelia. Un intento de golpe de Estado de militares africanistas fracasó, permitiendo a De Gaulle negociar con los nacionalistas argelinos. Los Acuerdos de Évian reconocieron la independencia de Argelia. Ben Bella, primer presidente, orientó la política exterior hacia la URSS. En 1980, el integrismo islámico (FIS y GIA) surgió como alternativa al socialismo oficialista. El FIS obtuvo muchos escaños en las elecciones, pero fue expulsado del gobierno en 1992, iniciándose una guerra civil.

El Congo Belga: Violencia y dictadura

La descolonización del Congo Belga fue violenta. En 1959, fuertes manifestaciones antibelgas llevaron a la independencia en febrero de 1960. Lumumba llegó al poder, pero fue asesinado en 1961. Mobutu gobernó dictatorialmente a partir de 1965, nacionalizando empresas extranjeras y expulsando inversionistas europeos, causando una crisis económica en 1977. Aumentó su fortuna personal a 4.000 millones de dólares en 1984, casi igual a la deuda externa del país.

Sudáfrica: El Apartheid y la lucha por la igualdad

En Sudáfrica, los líderes políticos gozaban de autogobierno, pero solo para la población blanca. La mayoría negra sufría discriminación racial. Los afrikaners impusieron la segregación racial. La Segunda Guerra Mundial generó prosperidad, beneficiando a algunos hindúes y “colored”, pero excluyendo a la población negra. El Congreso Nacional Africano (CNA), liderado por Nelson Mandela, luchó contra el apartheid. El Partido Nacionalista afrikaner impuso el apartheid, negando derechos a los no blancos. En 1990, el gobierno de De Klerk desmanteló las leyes separatistas. Nelson Mandela, tras ser liberado, fue elegido presidente del CNA y luego presidente de Sudáfrica, obteniendo el Premio Nobel de la Paz junto a De Klerk.

Débiles Estados africanos: Desafíos postcoloniales

Las fronteras africanas, a menudo artificiales, generaron problemas. Surgieron proyectos de panafricanismo y pannegrismo. Se configuraron regímenes autoritarios, corrupción, grandes partidos de masas que servían a los líderes, y terrorismo para silenciar la oposición. Fueron frecuentes los gobiernos basados en la fuerza. La Guerra Fría, el factor religioso y el etnicismo tribal generaron inestabilidad. Las crisis étnicas, las huidas masivas de refugiados y las masacres de finales de los 80 y principios de los 90 reflejan el fracaso del liderazgo nacional africano.