El Nuevo Orden Europeo Tras la Primera Guerra Mundial: Impacto y Transformaciones

Los Tratados de Paz y el Nuevo Mapa Europeo

La Conferencia de Paz en París

En 1918, el presidente Woodrow Wilson expuso en el Congreso de los Estados Unidos los “14 puntos”. Sus objetivos eran:

  • Supresión de la diplomacia secreta.
  • Libertad de navegación y de comercio internacional.
  • Reducción de armamentos.
  • Desmembración de los viejos imperios y reconocimiento del derecho a la independencia de las minorías étnicas y lingüísticas.
  • Una Sociedad de Naciones que garantizara la igualdad, la seguridad y la integración.

Sin embargo, estos puntos no fueron respetados en su totalidad. Los aliados europeos estaban más preocupados por defender sus propios intereses que por lograr una paz duradera. Francia exigió que Alemania pagara las reparaciones de guerra e incluso que fuera desmembrada. A esto se oponían las posiciones más conciliadoras de los británicos y los estadounidenses.

En la Conferencia de París (1919-1920) se firmaron cinco tratados que estipulaban las condiciones de paz y las nuevas fronteras entre vencedores y vencidos. Los vencidos no fueron escuchados y solo fueron llamados para firmar los tratados impuestos por el Consejo de los Cuatro, formado por Clemenceau (Francia), Lloyd George (Reino Unido), Wilson (Estados Unidos) y Orlando (Italia).

Una Paz Impuesta por los Vencedores

El Tratado de Versalles, que regulaba la paz con Alemania, fue el más importante y fue considerado por el estado y el pueblo alemán como un “diktat” (imposición).

  • Alemania sufrió fuertes recortes territoriales: cedió Alsacia y Lorena a Francia, Posnania a Polonia, y las colonias alemanas pasaron a convertirse en mandatos de la Sociedad de Naciones.
  • Fue considerada responsable del desencadenamiento de la guerra y tuvo que pagar fuertes reparaciones. Debió entregar de inmediato su flota mercante, locomotoras y ceder a Francia la explotación de las minas de carbón del Sarre durante 15 años.
  • Se le impuso la supresión del servicio militar obligatorio y la limitación de su ejército a 100.000 hombres para prevenir cualquier intento de revancha.

Los tratados de Saint Germain, Trianon, Neuilly y Sèvres establecieron una nueva organización de las fronteras y de los Estados de la Europa centro-oriental y balcánica. Se formó un “cordón sanitario” en torno a Rusia para impedir el contagio de la revolución bolchevique. Esto se logró con la creación de varios países en los territorios que Rusia había perdido en el Tratado de Brest-Litovsk: Polonia, Finlandia y los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) se convirtieron en Estados independientes.

Las Repercusiones Políticas de los Tratados

Desaparecieron los grandes imperios que existían en Europa antes de 1914. La Revolución de Octubre de 1917 acabó definitivamente con el Imperio ruso de los zares. En el antiguo Imperio alemán, o Segundo Reich, y en el Imperio austrohúngaro se proclamaron repúblicas, y las constituciones democráticas se extendieron a muchos de aquellos territorios que habían estado dominados por imperios autoritarios. También desapareció el Imperio turco, cuyos territorios dieron lugar a nuevos países o pasaron a estar bajo el dominio de otras potencias.

De este modo, de acuerdo con el principio wilsoniano del respeto a las nacionalidades, se constituyeron nuevos Estados: Polonia, Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Checoslovaquia, Yugoslavia y Hungría. Hacia 1920, Europa estaba formada por un total de 28 Estados. Todos ellos, salvo dos, eran democracias parlamentarias y en la mayoría se implantó el sufragio universal.

Las Consecuencias de la Guerra

Consecuencias Demográficas

  • Aproximadamente 9 millones de muertos y un gran número de heridos.
  • Las privaciones alimenticias y las carencias sanitarias facilitaron la propagación de la gripe de 1918, que causó la muerte de 6 millones de europeos y 22 millones de personas en todo el mundo.
  • Descenso de la natalidad.
  • Disminución de la población activa y del número de potenciales consumidores.

Consecuencias Económicas

  • Los países europeos que participaron en el conflicto sufrieron un fuerte impacto en su sistema productivo.
  • Destrucción de la producción y el transporte. Los más perjudicados fueron las regiones agrícolas e industriales del norte de Francia e Italia y las regiones occidentales de Europa.
  • Los costes financieros fueron intensos y generalizados, ascendiendo a entre 260.000 y 380.000 millones de dólares.
  • Para financiar la guerra, los gobiernos incrementaron su deuda pública interna y solicitaron préstamos bancarios al exterior, principalmente a Estados Unidos. Los aliados adeudaron 12.000 millones de dólares, lo que generó un endeudamiento de unos 225.000 millones de dólares.

La Primera Guerra Mundial significó la definitiva pérdida de la hegemonía europea en la economía mundial, beneficiando a Estados Unidos, que se convirtió en la primera potencia mundial, y a Japón, aliado de la Entente, que experimentó una notable expansión industrial y comercial.

Las Repercusiones Sociales

La posguerra estuvo marcada por la desigualdad entre los distintos grupos sociales y la oposición entre los “nuevos ricos” y los “nuevos pobres”:

  • Nuevos ricos: Banqueros, comerciantes y grandes propietarios amasaron grandes fortunas gracias a la demanda generada por la guerra, mientras el resto de la población se había empobrecido.
  • Nuevos pobres: Las clases medias, los campesinos y los asalariados sufrieron los efectos negativos del aumento de los precios.

Las mujeres ocuparon los puestos de trabajo hasta entonces reservados a los hombres. Al final de la guerra, el 35% de la mano de obra industrial de Reino Unido y Alemania era femenina. Se reanudó la lucha organizada por lograr la emancipación femenina y se les reconoció el derecho al voto en varios países.

La Sociedad de Naciones y los Problemas de la Posguerra

La Sociedad de Naciones

Fue una organización internacional fundada al final de la Primera Guerra Mundial por iniciativa del presidente estadounidense Wilson. Sus objetivos eran asegurar el mantenimiento de la paz, la seguridad colectiva, el desarme y la cooperación internacional. Sus órganos rectores fueron cuatro:

  • La Asamblea General.
  • El Consejo.
  • La Secretaría.
  • El Tribunal Permanente de Justicia Internacional.

Sus miembros se comprometían a solucionar de forma pacífica sus conflictos y a evitar la guerra. Se establecieron sanciones para aquellos Estados que infringieran el pacto. Sin embargo, la Sociedad de Naciones fue una organización frágil que no pudo llevar a la práctica sus objetivos, ya que no disponía ni de ejército ni de capacidad ejecutiva. Además, no se permitió la adhesión de los vencidos ni de la Rusia soviética, y Estados Unidos no participó, iniciando una política internacional aislacionista después de que su Senado no ratificara el Tratado de Versalles.

Entre los aspectos positivos de la Sociedad de Naciones se encuentran el establecimiento de una diplomacia multilateral, la prohibición de los tratados secretos y la constitución de organismos de carácter humanitario y de cooperación internacional que siguen vigentes en la actualidad.

Los Problemas de la Posguerra en Europa

El periodo entre 1919 y 1924 fue inestable para Europa, que estuvo sometida a grandes tensiones internacionales. La cuestión de las nacionalidades en Alemania y Austria-Hungría, que se dividieron en ocho nuevos Estados, generó problemas políticos y fronterizos, ya que los trazados de paz no satisficieron a todos.

Las cláusulas del Tratado de Versalles enfrentaron a Alemania y Francia, especialmente en lo referente a las reparaciones de guerra. En la Conferencia de Londres de 1921 se fijó el montante de las reparaciones alemanas en 132.000 millones de marcos-oro. En 1922, el gobierno alemán se vio forzado a pedir una moratoria de pago. El gobierno francés insistió en que Alemania debía pagar y ordenó la ocupación de la cuenca industrial del Ruhr en 1923.

En 1924 se intentó resolver el problema alemán mediante:

  • El Plan Dawes (1924).
  • La Conferencia de Locarno (1925).
  • La admisión de Alemania en la Sociedad de Naciones (1926).

Finalmente, el Pacto de Briand-Kellogg de 1928 condenó la guerra como forma de resolución de los conflictos.

Los Problemas de la Posguerra en las Colonias

El derecho de los pueblos a decidir su propio destino impulsó en las colonias el despertar de una conciencia nacional. Sin embargo, imperios como el Reino Unido y Francia no aplicaron este principio a sus colonias ni a las colonias alemanas en África, que se repartieron y se convirtieron en mandatos gestionados por estas potencias.

El principal problema surgió en el Próximo Oriente. Los británicos y franceses habían prometido a los árabes, a cambio de su lucha contra los turcos, un gran reino árabe, pero solo se constituyó en la península arábiga. Por otra parte, también se les ofreció a los judíos en 1917 la creación de un hogar nacional mediante la Declaración Balfour, lo que complicó aún más la situación en la región.