El Pensamiento Político de Cánovas del Castillo y la Restauración Borbónica

El Ideario Político de Cánovas del Castillo y la Restauración

El pensamiento político de Antonio Cánovas del Castillo se caracteriza por su pragmatismo y eclecticismo. Cánovas desempeñó un papel crucial en la preparación y ejecución de la Restauración Borbónica en España, siguiendo una serie de pasos cuidadosamente planificados:

Etapas Clave de la Restauración

  1. 1870: Abdicación de Isabel II en favor de Alfonso XII. Cánovas enfrentó la difícil tarea de convencer a diversos sectores de la sociedad y a la propia reina de que Alfonso era el candidato ideal para ocupar el trono. Existía un ambiente de revancha y un deseo de revertir los logros del Sexenio Democrático (1868-1874). Cánovas, consciente del desprestigio del sistema isabelino, buscaba un representante desvinculado del pasado. Finalmente, logró persuadir a Isabel II para que abdicara. Simultáneamente, se enfrentaba a las alternativas representadas por los partidarios del Duque de Montpensier y los carlistas.
  2. 1873: Isabel II delega en Cánovas la causa borbónica. Cánovas se convierte en el jefe del partido alfonsino.
  3. 1 de diciembre de 1874: Manifiesto de Sandhurst. Este documento, redactado por Cánovas y firmado por el príncipe Alfonso, expone el programa político de la nueva monarquía. Se propone un régimen monárquico de corte conservador y católico, comprometido con la defensa del orden social y la garantía del funcionamiento del sistema político.

Objetivos de Cánovas y la Restauración

Cánovas buscaba superar los problemas del pasado, como el carácter partidista y excluyente de los moderados durante el reinado de Isabel II, el intervencionismo militar en la política y el riesgo constante de guerra civil. La Restauración se presentaba como una solución para alcanzar la estabilidad política. Cánovas se apoyó en el deseo generalizado de paz y orden para unir a las facciones moderada y progresista de España.

La Restauración debía imponerse, según Cánovas, como resultado de un “estado de opinión favorable”, es decir, en un clima de conciliación e integración, de manera pacífica y a través de la acción constitucional, evitando los pronunciamientos militares. Durante el Sexenio Democrático, Cánovas comprendió la necesidad de atraer a los militares a su causa. El desorden y los enfrentamientos provocados por el cantonalismo desacreditaron a la República. Aunque el golpe de Estado de Pavía fue una oportunidad perdida para la causa alfonsina, Cánovas supo esperar. Finalmente, el pronunciamiento de Martínez Campos en 1874 proclamó a Alfonso XII como rey de España. El gobierno no opuso resistencia, y Cánovas, aceptando los hechos consumados, se puso al frente de una Regencia hasta la llegada del rey en enero de 1875.

Principios Fundamentales del Sistema Canovista

Se estableció la supremacía del poder civil sobre el militar, otorgando a este último autonomía en sus asuntos internos. Se promovió la identificación del rey como símbolo y cabeza visible del ejército. El ejército dejó de ser el brazo armado de la conspiración política para convertirse en el garante del orden público. La teoría política de Cánovas se sustentaba en tres pilares fundamentales:

  1. Soberanía Compartida: Las Cortes y el rey son instituciones permanentes, la columna vertebral de la nación. Constituyen los elementos de la “Constitución interna” de España y la base del poder y la legitimidad del nuevo sistema. Monarquía y Cortes son anteriores y superiores a cualquier constitución escrita. La monarquía es una institución fundamental e incuestionable. Se rompe con la idea de que el rey reina pero no gobierna. El sistema canovista es, por tanto, un sistema *monarquizado*.
  2. Constitución Escrita: Cánovas consideraba necesaria la existencia de una constitución escrita para articular la vida política. El nuevo texto constitucional debía ser flexible, lo que llevó a la elaboración de la Constitución de 1876.
  3. Bipartidismo: Cánovas promovió la formación de dos partidos, uno en el poder y otro en la oposición, que se alternarían pacíficamente. Buscaba un sistema de integración para evitar el monopolio del poder por un solo partido. Consideraba que la consolidación de la Restauración requería un nuevo orden constitucional que integrara al mayor número posible de fuerzas políticas. Convocó una reunión de exparlamentarios para establecer las bases del sistema. De esta reunión surgieron el Partido Conservador, liderado por Cánovas, y el embrión del Partido Liberal, encabezado por Sagasta.

Valoración del Sistema Canovista

El sistema canovista representó un retroceso en comparación con el Liberalismo Democrático del Sexenio. La política de la Restauración fue conservadora y autoritaria, aunque se presentaba bajo la apariencia de una Constitución liberal. Cánovas renovó el moderantismo para adaptarlo a la nueva situación socioeconómica. Mantener las apariencias y la estabilidad era fundamental para Cánovas. Se trataba de un parlamentarismo liberal, pero no democrático.

Se estableció la supremacía del poder civil sobre el militar, otorgando a este último autonomía en sus asuntos internos. Se promovió la identificación del rey como símbolo y cabeza visible del ejército. El ejército dejó de ser el brazo armado de la conspiración política para convertirse en el garante del orden público. La teoría política de Cánovas se sustentaba en tres pilares fundamentales: Soberanía Compartida, Constitución Escrita y Bipartidismo. El sistema canovista representó un retroceso en comparación con el Liberalismo Democrático del Sexenio. La política de la Restauración fue conservadora y autoritaria, aunque se presentaba bajo la apariencia de una Constitución liberal. Cánovas renovó el moderantismo para adaptarlo a la nueva situación socioeconómica. Mantener las apariencias y la estabilidad era fundamental para Cánovas. Se trataba de un parlamentarismo liberal, pero no democrático.