La Transición Española: Un Proceso Hacia la Democracia
Para empezar, es crucial definir transición: el proceso mediante el cual España pasó de una dictadura a una democracia. Este periodo se inició con la muerte de Franco y la proclamación de Juan Carlos I como rey de España, culminando con la victoria electoral del PSOE en 1982.
El Contexto al Final del Franquismo
El 20 de noviembre de 1975, fallecía Francisco Franco. Su muerte generó una gran incertidumbre política, no solo sobre la forma de gobierno (democracia o dictadura), sino también sobre el modelo de estado (monarquía, república, estado federal, etc.). Es importante destacar que España en ese momento era un país mayoritariamente urbano, con un sector primario en declive económico. El éxodo rural había despoblado los campos, impulsando un notable crecimiento de las ciudades. Además, la emigración a países europeos como Alemania, Suiza y Holanda, llevó a más de un millón de españoles a buscar mejores condiciones de vida entre 1960 y 1973. El turismo, por otro lado, se convirtió en una importante fuente de ingresos gracias a la afluencia de extranjeros atraídos por la geografía, el clima y los precios competitivos. En resumen, a la muerte de Franco, España era un país urbano e industrial que demandaba una adaptación al sistema político de sus vecinos europeos.
Las Fuerzas Políticas en la Transición
Dentro de la población española, se distinguían dos grandes grupos: franquistas y antifranquistas.
Franquistas
Los franquistas eran los partidarios de Franco, incluyendo:
- Monárquicos
- La Iglesia Católica
- Burgueses
- El Ejército
- Grupos políticos de ideología fascista, como la Falange Española
Franco definió su estado como reino, sin rey, gobernando él como caudillo de forma vitalicia. Sin embargo, a finales de los sesenta, nombró a Juan Carlos de Borbón como su sucesor. La Iglesia se aseguró un papel principal en el nuevo estado, definiendo el régimen como nacional-católico. La alta burguesía, viendo el crecimiento económico de las democracias europeas, se replanteó la necesidad de un sistema dictatorial. El ejército pasó de tener a Franco a Juan Carlos de Borbón como jefe de las fuerzas armadas. Los grupos fascistas, a través de la Falange Española, monopolizaron la política durante la dictadura.
Antifranquistas
Los antifranquistas eran un grupo heterogéneo que incluía:
- Partidarios de una república democrática
- Sectores monárquicos partidarios de Juan Carlos
- Socialistas, como el PSOE
- Comunistas del PCE
- Anarquistas agrupados en la CNT
El Papel de Juan Carlos I y Adolfo Suárez
El 31 de diciembre de 1973, Arias Navarro fue nombrado presidente del gobierno. Tras la muerte de Franco, Juan Carlos de Borbón fue coronado rey de España el 22 de noviembre de 1975. Aunque algunos franquistas y antifranquistas veían en el rey una continuidad con Franco, Juan Carlos I tenía como objetivo preservar la institución monárquica mediante cambios en el sistema político. El rey nombró a Adolfo Suárez presidente del gobierno, quien se encargó de llevar a cabo los planes del monarca para la transición a la democracia.
Las Decisiones Clave de la Transición
El gobierno de Suárez tomó decisiones rápidas que limitaron el margen de maniobra tanto de franquistas como de antifranquistas. Algunas de estas decisiones fueron:
- Amnistía para los presos políticos.
- Ley para la Reforma Política, aprobada por las Cortes franquistas.
- Reforma del Código Penal, permitiendo la formación de partidos políticos.
- Legalización del Partido Comunista de España (PCE).
Las Primeras Elecciones Democráticas y la Constitución de 1978
En 1977, se celebraron las primeras elecciones democráticas para formar unas Cortes Constituyentes. La UCD obtuvo la victoria, aunque sin mayoría absoluta. La transición no estuvo exenta de dificultades, como la crisis económica mundial y la subida del petróleo en 1973. En octubre de 1977, se firmaron los Pactos de la Moncloa, buscando la estabilidad social y económica. En este contexto, surgió el consenso.
El Terrorismo y la Inestabilidad Política
El terrorismo, con grupos como ETA y el GRAPO, así como movimientos de extrema derecha, intentó desestabilizar el país. A pesar de los avances legales, la incertidumbre política persistía.
La Constitución de 1978
La Constitución de 1978 fue el resultado del consenso entre casi todos los partidos. Fue aprobada en referéndum el 6 de diciembre de 1978, definiendo al estado como “social y democrático de derecho”. Se estableció una monarquía parlamentaria y se garantizó el “derecho a la autonomía”, creando un estado descentralizado. El monarca es el jefe del estado, pero su poder es limitado. La constitución fija la mayoría de edad en 18 años, declara libertad religiosa, prohíbe la pena de muerte y garantiza la propiedad privada, además de establecer una división de poderes.
El Agotamiento de la UCD y el Intento de Golpe de Estado
Tras la aprobación de la constitución, se disolvieron las Cortes Constituyentes y se convocaron nuevas elecciones en 1979, donde volvió a ganar la UCD, en minoría. El partido centrista mostraba signos de agotamiento político, mientras que AP se consolidaba y el PSOE se convertía en la segunda fuerza política. La crisis económica, agravada por los precios del petróleo, y la presión de ETA aumentaron la inestabilidad. La UCD entró en crisis, llevando a la dimisión de Adolfo Suárez. Su sucesor, Leopoldo Calvo Sotelo, fue nombrado presidente del gobierno tras un intento de golpe de estado el 23 de febrero de 1981, liderado por el teniente coronel Tejero. La acción del rey fue decisiva para el fracaso del golpe.
El Final de la Transición
Las elecciones generales de 1982 supusieron la derrota de la UCD y el triunfo por mayoría absoluta del PSOE. La llegada al poder de un gobierno de izquierdas por primera vez desde 1936, junto con la tranquilidad institucional y social, marcó el final de la transición a la democracia. Se había logrado pasar de un régimen dictatorial a uno democrático basado en la monarquía parlamentaria, consolidado con la llegada del PSOE.
Conclusiones
Los objetivos del PSOE durante su primera legislatura fueron la normalización democrática del país y la entrada en la CEE, que supuso un gran éxito internacional. Se avanzó en la europeización de España y, con los fondos de cohesión de la CEE, se llevaron a cabo ambiciosos planes de reforma que elevaron el nivel de vida de los españoles.