Dictadura de Primo de Rivera (1923-1931)
En la noche del 12 al 13 de septiembre de 1923, el general Miguel Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, declaró el estado de guerra y emitió el manifiesto Al país y al ejército españoles. Prometía acabar con el terrorismo, la agitación separatista y el desorden, con un tono regeneracionista.
El Directorio Militar (1923-1925)
El rey Alfonso XIII aceptó el golpe y nombró a Primo de Rivera presidente de un Directorio militar. La oposición fue escasa. Se suspendieron garantías constitucionales y se disolvieron las Cortes. La administración se militarizó, reemplazando cargos civiles por militares.
Unión Patriótica
En 1924, se creó la Unión Patriótica, el partido único de la dictadura, con apoyo del catolicismo político y social castellano.
El Directorio Civil (1925-1930)
En diciembre de 1925, se formó un gobierno con mayoría civil de extrema derecha. Destacaron Severiano Martínez Anido, Calvo Sotelo y Eduardo Aunós. Se creó la Asamblea Nacional Consultiva, que proyectó un Estado corporativo.
Medidas de la Dictadura
- Somatén Nacional: Milicia cívica para controlar el orden público.
- Guerra de Marruecos: Finalizada en 1927 tras el desembarco de Alhucemas.
- Organización Corporativa Nacional: Comités paritarios para resolver conflictos laborales, marginando a CNT y PCE.
- Política económica de Calvo Sotelo: Crecimiento económico hasta 1929, impulsado por el gasto en obras públicas.
Oposición y Caída
La oposición incluyó a antiguos partidarios de la Restauración, republicanos, sectores del ejército, intelectuales (como Miguel de Unamuno), estudiantes (FUE) y grupos perseguidos (nacionalismo catalán, CNT, PCE). La dictadura recurrió a la censura y procesos judiciales.
Decadencia y Dimisión
En 1928, la dictadura entró en decadencia. Primo de Rivera, enfermo, dimitió en enero de 1930. Alfonso XIII nombró al general Dámaso Berenguer, iniciando la dictablanda.
Hacia la Segunda República
En 1931, el almirante Juan Bautista Aznar convocó elecciones municipales. Los republicanos, unidos en el Pacto de San Sebastián, ganaron en las grandes ciudades. Alfonso XIII se exilió, proclamándose la Segunda República el 14 de abril de 1931.