El Régimen Señorial: Orígenes y Características
El régimen señorial fue un sistema de propiedad y poder basado en el dominio de un señorío por parte de un noble o eclesiástico. El señorío implicaba el dominio hereditario sobre tierras y las personas que las habitaban, otorgado por el rey como pago o recompensa por servicios. Similar al feudo, el señor acumulaba jurisdicción, rentas y propiedades. Esta institución surgió en la Edad Media y perduró hasta su abolición en las Cortes de Cádiz de 1812.
Durante la Edad Media, los reyes cedieron ante la nobleza y el clero para obtener su apoyo en la repoblación cristiana y en las luchas sucesorias. Al no poder controlar todo el territorio ni ofrecer seguridad en todas partes, los reyes cedieron territorios y poder a nobles y eclesiásticos a cambio de su lealtad. De esta manera, muchos pueblos y villas pasaron de ser de realengo a ser de señorío, lo que conllevaba el derecho señorial a percibir una parte importante de los impuestos de los campesinos.
El señorío se consolidó en España, especialmente en la Corona de Castilla, con los Reyes Católicos, debido a la institucionalización del mayorazgo. Esto vinculaba el patrimonio familiar de los nobles al título nobiliario, pasando por herencia al primogénito (generalmente, el varón) sin posibilidad de dividirlo, venderlo o traspasarlo. Algo similar ocurrió con los señoríos de la Iglesia, que quedaron “amortizados” sin poder ser vendidos, comprados o divididos. El fortalecimiento del régimen señorial continuó durante los siglos XVI y XVII, debido a las necesidades financieras de la corona, que entregaba señoríos a cambio de dinero para financiar las continuas guerras.
El régimen de señorío fue un factor importante de atraso de la agricultura y de la economía en España, ya que impidió que el campesinado se sintiera motivado para innovar y modernizar el trabajo en tierras que no eran suyas y de cuyas cosechas apenas disfrutaba.
Tipos de Señoríos
Existen distintos tipos de señoríos:
- Según el señor:
- Eclesiástico (Iglesia)
- Laico (nobleza)
- Según los derechos del señor:
- Territorial (explota las tierras u obtiene rentas)
- Jurisdiccional (tiene derechos judiciales o políticos)
La Sociedad Medieval y los Estamentos
La sociedad medieval se articulaba en torno a estamentos, grupos sociales cerrados a los que se pertenecía por herencia, función social y privilegios. Existían tres estamentos:
- Nobleza y clero: Grupos privilegiados, poseedores de la tierra, exentos de impuestos y sometidos a leyes y tribunales especiales.
- Estado llano: Formado por campesinos y una incipiente burguesía de las ciudades. Aportaban la fuerza de trabajo.
Los campesinos constituían la mayor parte de la población, pero su situación no era homogénea, al igual que la de los privilegiados, existiendo subgrupos en cada estamento (alta y baja nobleza, alto y bajo clero, campesinos libres o siervos, etc.).
A lo largo del siglo XII, con el desarrollo de las ciudades y el comercio, surgió la burguesía (artesanos, comerciantes, financieros, etc.) dentro del estamento no privilegiado, así como minorías (judíos, mudéjares, etc.) y pobres (vagabundos, enfermos, ancianos desvalidos, etc.) que vivían de la “caridad” de los poderosos.
Entre estos estamentos se daban dos tipos de relaciones:
- Feudo-vasallática: Solo entre privilegiados (rey y noble, o entre nobles). Se entregaba un feudo a cambio de lealtad y vasallaje.
- Servo-Señorial: Entre privilegiados y no privilegiados (señor y campesino). Relación desigual basada en los derechos del señor y las obligaciones del campesino.
La Repoblación de la Península Ibérica
La repoblación fue la ocupación y colonización de tierras deshabitadas o conquistadas a los musulmanes, un proceso simultáneo a la conquista cristiana. Las diferentes fases y formas de repoblación influyeron en la estructura de la propiedad y el desarrollo social de los reinos peninsulares.
Fases de la Repoblación
- Repoblación libre o presura (siglos VIII-X): Se aplicó en el valle del Duero y algunos valles pirenaicos, áreas poco habitadas. Pequeños campesinos cultivaban lotes de tierra. En el siglo IX, reyes y señores entregaron tierras a campesinos (Cartas de Poblamiento). Consecuencias: existencia de pequeños campesinos y dependencia de señores, germen del sistema feudal.
- Repoblación concejil (siglos XI-XII): Se llevó a cabo hasta el valle del Tajo y del Ebro. Se repoblaron ciudades desiertas. Los fueros garantizaban propiedades y libertades a los nuevos pobladores y autonomía a las ciudades. Consecuencias: impulso de la economía artesana y comercial, mantenimiento del pequeño y mediano propietario, y relaciones feudales en el medio rural.
- Repoblación por órdenes militares (primera mitad del siglo XIII): Se utilizó hasta el valle del Guadiana y del Júcar. Se entregaron grandes latifundios a las órdenes militares. Consecuencias: impulso de la ganadería y establecimiento de latifundios.
- Repoblación por repartimiento (mediados del siglo XIII): Se aplicó en Andalucía, Murcia, Valencia y Mallorca. Los repartimientos no fueron uniformes. Se distinguían donadíos (grandes latifundios) y heredamientos (donaciones a quienes poblaban el territorio). Consecuencia principal: existencia de grandes latifundios dedicados a la agricultura.