1.2 Panorama General del Reinado de Alfonso XIII
El reinado de Alfonso XIII se caracterizó por una crisis política casi permanente debido a la interacción de numerosos factores:
- Injerencias del rey en los asuntos políticos.
- Inestabilidad de los partidos dinásticos (conservador y liberal), sin unidad interna al no contar con sus líderes históricos: Antonio Cánovas del Castillo y Práxedes Mateo Sagasta.
- Debilitamiento del caciquismo y del turno político por la aparición de nuevas fuerzas políticas con una influencia creciente: nacionalistas, republicanos y socialistas.
- Protagonismo creciente del ejército.
- Afianzamiento del nacionalismo en Cataluña y País Vasco.
- Anticlericalismo creciente entre las clases populares.
1.3 Intentos de Modernización
Los políticos más destacados fueron Antonio Maura (Partido Conservador) y José Canalejas (Partido Liberal). Ambos aplicaron medidas reformistas, pero sin afrontar las transformaciones profundas que España necesitaba.
La Crisis de 1905 y la Ley de Jurisdicciones
La primera crisis del reinado de Alfonso XIII tuvo lugar en 1905, cuando una viñeta satírica antimilitar desató la ira de algunos mandos, que presionaron y consiguieron la aprobación de la Ley de Jurisdicciones.
El Proyecto Modernizador de Antonio Maura
El primer intento modernizador fue obra de Antonio Maura. Su proyecto político era la “revolución desde arriba”, para impedir la “revolución popular”. Durante su gobierno se aprobaron medidas económicas y sociales. Se promulgó una nueva ley electoral en 1907, que no democratizó el sistema político, pero sí dificultó el fraude electoral. Intentó llegar a acuerdos con el nacionalismo moderado preparando una ley de administración local, que concedía más autonomía a los ayuntamientos y diputaciones.
La Semana Trágica de Barcelona (1909)
La Semana Trágica de Barcelona, en 1909, truncó la labor del gobierno de Antonio Maura. La ciudad vivía un clima de tensión por las fricciones con los militares, la intervención en Marruecos, el malestar ante el sistema de quintas, las reivindicaciones anarquistas entre los obreros, el creciente anticlericalismo y el éxito de las consignas del Partido Radical. Los disturbios se iniciaron por el envío de reservistas al Protectorado de Marruecos, donde se habían producido ataques de las cabilas rifeñas. Se convocó una huelga general en la que se manifestaron todas las tensiones sociales acumuladas. La represión fue muy dura y arbitraria, entre ellas la del pedagogo Francisco Ferrer Guardia. La oleada de protestas provocó la caída de Antonio Maura y el traspaso de poder a los liberales. En 1910, una alianza electoral de socialistas y republicanos permitió a Pablo Iglesias conseguir un escaño.
El Gobierno de José Canalejas
El nuevo gobierno liberal lo presidió José Canalejas, quien suprimió los impuestos de consumos, reformó el sistema de reclutamiento por quintas y aprobó la Ley del Candado. Tramitó la Ley de Mancomunidades con la que pretendía canalizar las reivindicaciones autonomistas catalanas. José Canalejas fue asesinado en Madrid en un atentado terrorista llevado a cabo por anarquistas.
La Primera Guerra Mundial y sus Consecuencias
La Primera Guerra Mundial marcó un compás de espera en los problemas políticos internos. España se declaró neutral. La guerra estimuló la economía, ya que potenció la industria y multiplicó las exportaciones. Sin embargo, tuvo consecuencias sociales negativas:
- El aumento de la demanda exterior provocó inflación dentro de España.
- Al terminar la guerra, el descenso de las ventas obligó al cierre de fábricas y minas, con el consiguiente aumento del paro y los conflictos sociales.
La Crisis de 1917
En 1917, tres problemas pudieron haber acabado con el régimen si los objetivos de sus protagonistas hubieran sido coincidentes:
- Se produjo un enfrentamiento entre el gobierno y el ejército, que se quejaban de la escasez de medios y de los bajos salarios. En junio, publicaron un manifiesto y se negaron a disolverse. El gobierno del conservador Eduardo Dato tuvo que reconocer a las Juntas de Defensa como portavoces del ejército.
- Las prácticas de corrupción política continuaban. En julio se produjo una grave crisis parlamentaria; la oposición reclamó la reapertura de las Cortes. La Lliga Regionalista, los republicanos y los socialistas convocaron en Barcelona una Asamblea de Parlamentarios, que reclamó un cambio de gobierno y la convocatoria de Cortes Constituyentes. Los asistentes fueron disueltos por la Guardia Civil y el movimiento parlamentario no tuvo continuidad.
- En agosto se produjo una huelga general. Fue convocada por la UGT en protesta por la represión violenta de una huelga anterior de ferroviarios en Valencia. El comité de huelga reclamó un cambio político similar al solicitado por la Asamblea de Parlamentarios. Solo tuvo éxito en Barcelona, Madrid, Bilbao y las cuencas mineras asturianas. El balance fue de más de 70 muertos, cientos de heridos y unos 2.000 detenidos.
Las consecuencias fueron:
- La crisis política se agravó y, en los años siguientes, el sistema político de la Restauración entró en su declive definitivo.
- El enfrentamiento entre trabajadores y patronos adquirió una extremada violencia, sobre todo en Barcelona, donde la patronal creó el Sindicato Libre para actuar contra los líderes del movimiento obrero valiéndose del pistolerismo. La violencia se extendió también a otras ciudades con atentados y asesinatos como los de Eduardo Dato y el líder anarquista Salvador Seguí.