Panorama General
El reinado de Alfonso XIII evidenció la incapacidad del régimen de la Restauración para adaptarse al siglo XX. A pesar de un impulso reformador y regeneracionista inicial, fue incapaz de superar retos como el nacionalismo catalán, la guerra de Marruecos, la conflictividad sindical y la alternancia democrática.
Regeneracionismo y Revisionismo Político
El impacto del 98 expuso el descontento que el sistema de la Restauración había generado en la clase media y los intelectuales. Surgió un movimiento intelectual y social crítico llamado regeneracionismo, vigente durante las primeras décadas del siglo XX.
Vertientes:
- Regeneracionismo social y económico: Aglutinaba a las clases productoras (pequeños y medianos empresarios) que no se sentían representados en el régimen. Su ideólogo, Joaquín Costa, censuró el sistema político y propuso reformas educativas y económicas con el lema “despensa y escuela”.
- Revisionismo político: Empleó los argumentos regeneracionistas para impulsar la política de la Restauración. Adoptado por los conservadores, liderados por Francisco Silvela, quien en su gobierno (1899-1900) creó los ministerios de Instrucción Pública y Agricultura. Su labor fue continuada por Antonio Maura, quien se trasladó del Partido Liberal al Conservador en 1902. Políticos de la izquierda liberal, como Santiago Alba, José Canalejas y Melquiades Álvarez, impulsaron la reforma del régimen monárquico desde la izquierda, ganándose la simpatía de muchos intelectuales.
El Reformismo Conservador y la Crisis de 1909
El Revisionismo de Maura
Antonio Maura personificó la renovación del Partido Conservador. Ministro de Gobernación en 1902, presidió el Gobierno en dos ocasiones (1903-1904 y 1907-1909). Su programa político, el Maurismo, se caracterizó por:
- Conservadurismo católico de masas: Defendió la influencia social de la Iglesia frente al Estado laico.
- Conexión de la monarquía con la realidad social: Implantar un sistema político representativo mediante corporaciones, acabando con el caciquismo.
- Incorporación de otras fuerzas políticas: Acercamiento al catalanismo conservador de la Lliga mediante la Ley de Administración Local (no aprobada), que permitía la formación de mancomunidades.
- Política exterior nacionalista y expansionista en Marruecos: Para superar la derrota del 98 y ofrecer nuevos objetivos a los militares, grupo con la simpatía de Alfonso XIII. Se construyó una escuadra naval y se iniciaron operaciones en 1909, aumentando el gasto estatal y el déficit.
La Semana Trágica
En julio de 1909, la crisis de la Semana Trágica en Barcelona puso fin al Gobierno Largo de Maura. Sus causas fueron:
- El problema del catalanismo político: La Lliga Regionalista, liderada por Enric Prat de la Riba y Francesc Cambó, buscaba autonomía y colaboración con la monarquía. En 1905, oficiales del Ejército asaltaron el periódico de la Lliga. El presidente Montero Ríos dimitió al no poder castigarlos por la oposición del rey. El gobierno de Moret aprobó la Ley de Jurisdicciones (1906), sometiendo delitos contra la patria y el Ejército a tribunales militares. Las fuerzas catalanas crearon Solidaritat Catalana, coalición antidinástica con gran éxito en 1907.
- El problema de los republicanos: Alejandro Lerroux, antimonárquico y enemigo del nacionalismo catalán, popular entre obreros de Barcelona, fundó el Partido Republicano Radical en 1908.
- El problema del movimiento obrero: El sindicalismo catalán, con influencia anarquista, organizó una huelga general en 1902. En 1907, se formó Solidaridad Obrera, extendiéndose desde Barcelona.
En julio de 1909, el reclutamiento de reservistas para Marruecos por el gobierno de Maura provocó una huelga general en Barcelona, que derivó en un motín de una semana. Hubo enfrentamientos con tropas, 80 muertos, 60 edificios religiosos incendiados y 2000 detenidos. La represión posterior incluyó cinco penas de muerte, entre ellas la de Francesc Ferrer i Guardia, fundador de la Escuela Moderna, declarado sin pruebas responsable de la huelga. La campaña internacional contra las ejecuciones forzó la dimisión de Maura en octubre de 1909, quien acusó a los liberales de aliarse con enemigos de la monarquía.