El Reinado de Alfonso XIII y el Ascenso de Primo de Rivera

Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

Introducción

Primo de Rivera, apodado “el Primo” por su parentesco con el rey Alfonso XII, era un militar católico, cuya vida privada contrastaba con su imagen pública. Su educación militar fomentó su machismo y su valor por la disciplina. Si bien admiraba la cultura, rechazaba a los intelectuales. Su mayor fracaso fue la incapacidad de modernizar el liberalismo.

Orígenes de la Dictadura

El 13 de septiembre de 1923, Primo de Rivera encabezó un golpe de Estado, bien visto por el rey Alfonso XIII. Los destinos de la dictadura y la monarquía quedaron ligados. Militares como Sanjurjo apoyaron el golpe. Alfonso XIII lo respaldó, argumentando que la constitución le impedía reinar con plena autoridad. García Prieto propuso destituir a Primo de Rivera antes del golpe, pero el rey se negó y Prieto dimitió. Tras un decreto real, Primo de Rivera formó gobierno e inició una política personal que deterioró su relación con el monarca.

El partido comunista y la CNT se opusieron a la dictadura con huelgas en diversas ciudades, pero sin éxito. Fueron detenidos y declarados ilegales. La dictadura tuvo el apoyo del ejército africanista, la Iglesia, la aristocracia, la prensa burguesa y los nacionalistas.

El PSOE y la UGT adoptaron una postura de no agresión, lo que les permitió mantener abiertas las casas del pueblo y colaborar con el régimen. Solo al final de la dictadura, cuando su caída era inminente, la criticaron.

El Directorio Militar (1923-1925)

Formación del Gobierno y Programa Político

Presidido por Primo de Rivera y otros militares, el Directorio se planteó resolver los problemas de Marruecos, el separatismo catalán, la “impiedad” hacia la Iglesia, el desorden social, la crisis y corrupción política, y el terrorismo.

Medidas de Orden Público

Para garantizar el orden público, se declaró el estado de guerra, se destituyó a los gobernantes civiles, reemplazándolos por militares. Se suspendió la constitución y se prohibieron los partidos políticos y sindicatos. Se cerraron las Cortes. Como resultado, se produjeron 1260 atentados.

La Actitud Política

Primo de Rivera impulsó un programa regeneracionista, buscando acabar con la corrupción política. En 1924 creó la Unión Patriótica, único partido político permitido, de carácter centralista y monárquico. El partido, que no contó con el apoyo popular, aglutinó a caciques y terratenientes.

En 1927, se creó la Asamblea Nacional Consultiva, un parlamento que desapareció con la dictadura.

La Cuestión Marroquí: El Desembarco de Alhucemas

España atravesaba una crisis agravada por la situación en Marruecos. Primo de Rivera, buscando la retirada de las tropas españolas, se enfrentó a la burguesía y la oligarquía, que tenían intereses comerciales en la región. En un giro de los acontecimientos, España y Francia atacaron a los insurrectos marroquíes, desterrando a su líder a una isla francesa. En 1925, se fortaleció el ejército africanista y se creó la Ley de Vagos y Maleantes.

Con la dictadura bien vista, Primo de Rivera modificó su gobierno, incluyendo ministros civiles como José Calvo Sotelo.

El Directorio Civil (1925-1930)

El Intervencionismo del Estado

Primo de Rivera incorporó a figuras como Eduardo Aunós, José Calvo Sotelo y el Conde de Guadalhorce, imitando el modelo fascista italiano. Los pilares de su gobierno fueron la familia, los municipios y las organizaciones profesionales.

José Calvo Sotelo, ministro de Economía y Hacienda, implementó una reforma fiscal basada en un nuevo impuesto sobre la renta, siguiendo las ideas de Joaquín Costa.

El Conde de Guadalhorce impulsó obras públicas como la construcción de carreteras (más de 7.000 km), pantanos y las confederaciones hidrográficas, además de la modernización ferroviaria.

En política económica, se crearon las compañías CAMPSA y Telefónica.

Eduardo Aunós, ministro de Trabajo, implementó una política social paternalista, con mejoras como el seguro de maternidad, ayudas a familias numerosas y aumento de las prestaciones de la seguridad social. Se crearon los comités paritarios y, en educación, 5.000 escuelas y plazas de maestros.

Caída de la Dictadura y Fin de la Monarquía

El Gobierno de Berenguer (“La Dictablanda”)

En 1929, el desgaste del gobierno de Primo de Rivera, sumado a su enfermedad, propició el descontento y la pérdida de apoyos. El 30 de enero de 1930, sin el respaldo del ejército, Primo de Rivera dimitió y murió posteriormente en París. El rey tuvo que buscar un nuevo jefe de gobierno.

El Gobierno del Almirante Aznar

El general Berenguer convocó elecciones a Cortes constituyentes, pero sin apoyo popular, dimitió. A principios de 1931, el almirante Aznar asumió el gobierno y convocó elecciones municipales para abril. El triunfo republicano llevó a la renuncia del rey y a la proclamación de la Segunda República el 14 de abril de 1931.