El Humanismo y el Antropocentrismo
Durante la Edad Media, el Humanismo, un movimiento intelectual y artístico, surgió en Italia en el siglo XIV y se extendió por Europa hasta el siglo XVII. El Humanismo enfatizó el estudio de los clásicos y el enfoque en el ser humano, lo que llevó a un cambio del teocentrismo al antropocentrismo, colocando al hombre como centro del universo.
El Renacimiento en España
En España, el Renacimiento coincidió con los llamados Siglos de Oro, divididos en dos etapas: el reinado de Carlos I y el de Felipe II. El gobierno de Carlos I fue turbulento, mientras que el de Felipe II vio un deterioro progresivo de la situación de España, lo que resultó en un descenso de la producción agraria y hambruna.
El Ámbito Religioso
La Iglesia Católica apoyó a la monarquía, pero las ideas humanistas promovieron una revisión de la espiritualidad. El erasmismo, basado en las enseñanzas de Erasmo de Rotterdam, criticó la Iglesia Romana. Martín Lutero inició la Reforma Protestante, abogando por una vuelta a la sencillez del mensaje cristiano y la austeridad en los ritos. Estas ideas llevaron al Concilio de Trento y al movimiento de la Contrarreforma.
Transición al Capitalismo
El Renacimiento también marcó la transición del feudalismo al capitalismo. La burguesía se enriqueció y ganó poder, lo que obligó a la aristocracia a luchar por sus privilegios. La intransigencia religiosa impuesta por la Contrarreforma, ejecutada por la Inquisición, persiguió cruelmente a conversos, moriscos, erasmistas y luteranos.
Florecimiento Cultural
A pesar de la analfabetismo generalizado, España experimentó un florecimiento cultural durante el Renacimiento. El humanismo y el erasmismo influyeron en el pensamiento y el arte españoles. El oro y la plata traídos de las Américas estimularon la actividad artística. La literatura y el arte se convirtieron en instrumentos de poder para la burguesía y la aristocracia, quienes los utilizaron para distinguirse y demostrar su superioridad. El mecenazgo, ejemplificado por Lorenzo de Medici, contribuyó a la creación literaria y artística.
Eclosión Artística
Los cambios sociales, políticos y culturales del Renacimiento crearon un ambiente propicio para la eclosión artística en todos los campos. La literatura renacentista exhibió una extraordinaria variedad de temas y géneros, heredados de la antigüedad y la tradición, pero también innovadores en su forma.