El Trienio Liberal (1820-1823)
El coronel Rafael del Riego se rebeló y recorrió Andalucía proclamando la Constitución de 1812. La pasividad del ejército, la acción de los liberales en las ciudades principales y la neutralidad de los campesinos obligaron al rey Fernando VII a aceptar la Constitución el 10 de marzo. Inmediatamente se formó un nuevo gobierno que proclamó una amnistía y convocó elecciones a Cortes.
Reformas del Trienio Liberal
Restauraron gran parte de las reformas de Cádiz, como:
- La libertad de industria
- La abolición de los gremios
- La supresión de los señoríos jurisdiccionales y de las primogenituras
- La venta de tierras de los monasterios
Establecieron la disminución del diezmo y reformas en el sistema fiscal, el código penal y el ejército. También impulsaron la liberalización de la industria y del comercio, con la eliminación de las trabas a la libre circulación de mercancías y así potenciaron el desarrollo de la burguesía con la pretensión de liquidar el feudalismo en el campo. Iniciaron la modernización política y administrativa del país, de acuerdo con el modelo de Cádiz. Se formaron ayuntamientos y diputaciones electivos y se desarrolló la Milicia Nacional.
Oposición a las Reformas
Todas estas reformas suscitaron rápidamente la oposición de la monarquía. Fernando VII, que había aceptado el nuevo régimen forzado, paralizó las leyes que pudo recurriendo al derecho de veto. Impulsó un proteccionismo económico favoreciendo la agricultura nacional y haciendo uso de nuevas zonas de cultivo.
Las nuevas medidas liberales del Trienio provocaron el descontento de los campesinos, ya que se abolieron los señoríos jurisdiccionales, pero no se les facilitaba el acceso a la tierra. Los antiguos señores se convirtieron en los nuevos propietarios y los campesinos podían ser expulsados de las tierras si no pagaban, lo que les obligaba a conseguir dinero con la venta de sus productos. En una economía todavía de autosuficiencia resultaba difícil reunir la cantidad de dinero necesaria para pagar las nuevas contribuciones. De esta manera, los campesinos, más pobres y más indefensos ante la nueva legislación capitalista, se añadieron a la agitación antiliberal.
La nobleza tradicional y la Iglesia, que apoyaban a Fernando VII, perjudicadas por la supresión del diezmo y por la venta de bienes monacales, impulsaron la revuelta contra los gobernantes del Trienio.
Las tensiones se produjeron también entre los liberales mismos, que se dividieron en dos tendencias: los moderados, partidarios de reformas limitadas, y los exaltados, que planteaban la necesidad de reformas radicales y enfrentarse al monarca.
La Década Ominosa (1823-1833)
Nombre con el que es conocido el periodo comprendido entre la reanudación del poder absoluto por Fernando VII de España, gracias a los Cien Mil Hijos de San Luis, y su muerte (1833). Se caracteriza por una fuerte represión antiliberal, que sólo la presencia de las tropas francesas palia en parte. A pesar de ello, el partido apostólico considera al rey demasiado indulgente porque no había restablecido la Inquisición, y se rebela, mientras los liberales intentan avances algunas veces.
Conflictos y Tensiones
Del cuarto matrimonio de Fernando VII —sin hijos entonces— con María Cristina de Nápoles nació la princesa Isabel (1830), declarada sucesora, y los apostólicos, partidarios del hermano del rey, Carlos María Isidro, prepararon el asalto al poder para cuando muriera Fernando VII. Esto convenció a María Cristina de que, si quería salvar el trono para Isabel, tenía que ofrecer a los liberales una amnistía y la participación en el futuro gobierno de Isabel II.
Al morir el rey estalla el conflicto caracterizado por:
- Una política represiva: sistemática de depuraciones, régimen del terror con el llamado Ministerio Universal y Tribunales de la Fe.
- Política condicionada por la situación de quiebra económica, crecimiento de gastos y reducción de ingresos.
- Cierto desarrollo hacia el reformismo, fruto de la situación de quiebra económica: en 1825 ayuda de los sectores moderados de la burguesía financiera e industrial de Madrid y Barcelona concediendo arancel proteccionista para manufacturas catalanas.
Crisis final del reinado
: los errores políticos anteriores hacen inútiles las reformas más, conflicto sucesion al trono: la ley sálica impedía el acceso a las dé s.promulgación de la pragma tica san por influencia de su mujer, pero fue reinstaurada en 1832. IMPORTANCIA conflicto dinástico. Estos enfrentamientos no eran sólo una disputa entre sobrina y tío, sino que se trataba de una lucha por imponer un modelo u otro de sociedad dad. Alrededor de Carlos se a grupos las fuerzas más partidarias de la Ant yc Régimen y opuestas en que evol forma de liberalismo. Por otro lado, María Cristina compran entender que si quería salvar el trono para su hija, tenía que buscar apoyo en los sectores más cercanos al liberalismo. Nombrada regente durante la enfermedad del rey, formó un nuevo gobierno de carácter reformista, fue decrece etar una amnistía que supuso un retorno de muchos exiliados liberales y se preparó para enfrontar.se los carlistas. En 1833, Fernando VII muere, conf irmant en su testamento su hija, de tres años de edad, como heredera a su trono, y nombrando la reina gobernador hasta la mayoría de edad de Is abel. El mismo día, Carlos se proclama r rey y se inició una insurr eccio absolutista en el norte de España y, poco después, en Cataluña. Co cava la primera guerra carlista.