España durante el Franquismo: Evolución Política y Crisis del Régimen

La Evolución Política del Franquismo (Segunda Época)

El fin del cerco internacional facilitó la situación del régimen. La visita de Eisenhower y la mejora económica fortalecieron la posición de Franco frente a la oposición exterior. Franco redujo la influencia de la Falange (aunque mantuvo a algunos ministros falangistas en puestos menos relevantes) y se apoyó en miembros del Opus Dei y en los tecnócratas, quienes implementaron el Plan de Estabilización (1959).

Sin embargo, la modernización económica no se tradujo en cambios políticos significativos, a pesar de la promulgación de la Ley de Prensa (1966) y la Ley de Libertad Religiosa (1967), que toleraba el culto privado y público de otras religiones. En enero de 1967 se promulgó la Ley Orgánica del Estado, una especie de pseudo-constitución que culminaba el proceso de institucionalización del régimen y buscaba asegurar su continuidad tras la muerte de Franco. Para sucederle, Franco eligió a D. Juan Carlos.

En política exterior, Fernando María Castiella, ministro de Asuntos Exteriores (1957-1969), se enfocó en ampliar las relaciones diplomáticas con Europa. España se integró en organismos económicos como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la OCDE. En África, se produjo la independencia de Guinea Ecuatorial y la cesión de Ifni a Marruecos.

Fase de Descomposición del Régimen (1969-1975)

A partir de la década de 1970, el régimen franquista entró en decadencia. Franco, afectado por el Parkinson, delegó cada vez más funciones en el almirante Carrero Blanco, a quien nombró Presidente del Gobierno en 1973. Carrero Blanco se enfrentó a los mismos problemas que el régimen desde finales de los 60: el mantenimiento del orden público y la demanda de apertura política, que se manifestaba en la legalización de asociaciones políticas. Su respuesta fue similar: restringir el asociacionismo y aumentar la represión.

Además, la situación internacional se complicó con la reivindicación marroquí del Sahara español, donde surgió el Frente Polisario, un movimiento independentista que inició una guerra de guerrillas contra España.

La parálisis política se agravó con el asesinato de Carrero Blanco en un atentado de ETA (“Operación Ogro”) en Madrid el 20 de diciembre de 1973. En los últimos dos años de la dictadura (1974-1975), el gobierno estuvo a cargo de Carlos Arias Navarro, partidario de la línea “dura”. Arias Navarro debía afrontar la crisis económica, el orden público y el desarrollo político. Ante la inminente muerte de Franco, presentó un programa de gobierno que preveía una reforma del régimen: el “espíritu del 12 de febrero”. Sin embargo, este aperturismo fracasó debido a la oposición de los sectores franquistas más radicales. Su gobierno se caracterizó por el endurecimiento de la represión. La existencia de la Unión Militar Democrática (UMD), una asociación clandestina de militares demócratas, impulsó aún más la represión.

En el verano de 1974, Franco cedió el poder a Juan Carlos debido a su deteriorada salud. Aunque se pensó que sería una cesión definitiva, Franco retomó la Jefatura del Estado meses después. No obstante, la situación era insostenible. En julio de 1974, se formó en París la Junta Democrática, que reclamaba la “ruptura democrática” y un proceso constituyente. La crisis económica y el malestar laboral se agudizaron, mientras que el terrorismo continuaba. El régimen reaccionó con un consejo de guerra que condenó a muerte a tres miembros del FRAP y dos de ETA. El 27 de septiembre se ejecutó la sentencia, generando protestas internacionales.

Hassan II de Marruecos aprovechó la coyuntura para lanzar la “marcha verde” contra el Sahara español. España, ante el riesgo de un conflicto bélico, claudicó y firmó el Acuerdo de Madrid el 14 de noviembre, entregando el Sahara a Marruecos. El abandono de España desencadenó un conflicto entre el Frente Polisario, que proclamó la República Árabe Saharaui Democrática, y Marruecos, que no reconoce su independencia.

Tras una larga agonía, Franco falleció el 20 de noviembre de 1975 a los 83 años. Juan Carlos I fue proclamado rey. Franco dejó un régimen anacrónico en profunda crisis. La incertidumbre sobre el futuro político y la sucesión en el poder eran enormes.