España durante la Primera Guerra Mundial: Neutralidad, Crisis de 1917 y la Dictadura de Primo de Rivera

La Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la Neutralidad Española

Al estallar la Primera Guerra Mundial (1GM), el gobierno de Eduardo Dato declaró la neutralidad de España, manteniéndose al margen de las alianzas. Sin embargo, la sociedad civil se dividió entre:

  • Germanófilos: Principalmente las clases altas, la Iglesia, el ejército y el Palacio Real.
  • Aliadófilos: Sectores progresistas, sobre todo republicanos, que veían en la Entente una Europa más democrática y respetuosa con los derechos de los pueblos.
  • Neutrales: Franjas obreras y sindicatos.

Coyuntura Económica Favorable

La neutralidad favoreció una notable expansión económica. España se convirtió en suministradora de productos agrícolas e industriales para ambos bandos, que habían visto mermada su capacidad productiva. Las importaciones disminuyeron mientras que las exportaciones aumentaron. Se beneficiaron especialmente la siderurgia vasca, la minería asturiana y el textil catalán, generándose buenos negocios y un rápido enriquecimiento.

Sin embargo, los beneficios no se reinvirtieron en la mejora de los sistemas productivos. La elevada demanda provocó un fuerte proceso inflacionario entre 1914 y 1919. Las clases medias vieron empeorar su nivel de vida debido al aumento de los precios, que no se vio acompañado por un incremento salarial. Esto generó un clima de reivindicaciones y huelgas.

Consecuencias de la Neutralidad

La guerra tuvo importantes repercusiones económicas, sociales y políticas:

  • La Revolución Rusa de 1917, con la llegada al poder del partido obrero, sirvió de ejemplo para el obrerismo. Los gobiernos adoptaron medidas de contención y represión.
  • Se modificaron las fronteras de Europa (Polonia, Hungría, etc.) y se reconoció el derecho de autodeterminación de los pueblos (Irlanda).
  • Los nacionalismos catalán y vasco se fortalecieron. Aparecieron fuerzas más radicales como Estat Català, liderado por Francesc Macià.

La Crisis de 1917

El aumento de los beneficios empresariales contrastaba con la pérdida de poder adquisitivo de los obreros. Este clima de tensión desembocó en una grave crisis que hizo tambalear el sistema de la Restauración. Se produjo una protesta generalizada que, sin embargo, no consiguió derrocar el sistema político debido a los objetivos diferenciados de los sectores implicados y la desconfianza mutua, que imposibilitaron la elaboración de un programa unitario y la coordinación de las acciones.

Consecuencias de la Crisis de 1917

Los sucesos de 1917 no alcanzaron sus objetivos, pero tuvieron importantes consecuencias:

  • Ámbito político: Dimisión del gobierno de Dato y formación de gobiernos de concentración monárquicos para salvar la situación.
  • Ámbito social: Empeoramiento del nivel de vida, aumento del desempleo y agitación social. Se produjo un importante movimiento huelguístico en todo el Estado, especialmente en Cataluña. Entre 1918 y 1921, conocido como el “trienio bolchevique”, anarquistas y socialistas se alzaron en un movimiento revolucionario e impulsaron revueltas campesinas.

El Pistolerismo

Causas del Pistolerismo

Se incumplió la promesa de liberar a los presos, lo que provocó la reanudación de la huelga. La patronal respondió con el cierre de empresas y una dura represión sindical. Se produjo una radicalización extrema de las posiciones de los sindicatos y la patronal. Los militares aprovecharon para hacerse con el control de la situación e intensificar la represión. Cataluña estuvo bajo estado de excepción entre 1919 y 1922, con las garantías constitucionales suspendidas.

En respuesta, la lucha sindical degeneró en activismo violento. Algunos grupos anarquistas, como el liderado por Buenaventura Durruti o Joan García Oliver, optaron por atentar contra las autoridades, los patrones y las fuerzas del orden.

  • Empresarios y patrones se agruparon en la Federación Patronal para luchar contra los sindicatos. Organizaron bandas de pistoleros a sueldo para acabar con los líderes obreros, cerraron empresas (lockout) y fundaron el Sindicato Libre para oponerse a la CNT.
  • Las autoridades, con Martínez Anido a la cabeza, protegieron a los pistoleros y aplicaron la “ley de fugas”, que permitía a la policía disparar contra los detenidos en caso de intento de fuga.

Se produjo una cohesión entre empresarios, policías, militares y políticos para acabar con el sindicalismo. El pistolerismo se extendió, con atentados y asesinatos como los de Eduardo Dato (1921) y Salvador Seguí (CNT, 1923).

En 1923, un golpe de Estado militar instauró un régimen dictatorial liderado por Primo de Rivera.

Causas de la Dictadura de Primo de Rivera

  • La quiebra de los gobiernos de concentración: Se formaron dos gobiernos de concentración integrados por liberales, conservadores, reformistas y, por primera vez, la Lliga Regionalista (1918-1923).
  • Crisis del turno dinástico: Los gobiernos de concentración fueron incapaces de emprender reformas. La tensión social se agravó debido al pistolerismo y al desastre de Annual. El sistema político entró en crisis.
  • Corta duración de los gobiernos: Los ministros dimitían y los partidos abandonaban el gobierno. La inestabilidad política era evidente. En 1919 se volvió al turno dinástico, que fracasó. Entre 1919 y 1922 gobernaron los conservadores, y entre 1922 y 1923 los liberales.

La Campaña por la Autonomía

En 1918, la Lliga y la Mancomunitat, alentadas por Alfonso XIII, iniciaron una campaña en defensa de la concesión de una mayor autonomía para Cataluña. La propuesta, que gozó de un amplio consenso en Cataluña, incluía un gobierno catalán y un parlamento elegido por sufragio universal.

El gobierno y el rey se opusieron, y la Lliga retiró sus reivindicaciones. Los antiguos aliados de la Lliga (republicanos, socialistas y nacionalistas) la acusaron de sostener un sistema político corrupto y centralista. Surgieron grupos nacionalistas más radicales:

  • En 1922, la Lliga se escindió y se formó Acció Catalana.
  • Años antes se había fundado el Partit Republicà Federal Català, liderado por Lluís Companys, que representaba al catalanismo popular obrero.
  • En 1922, Francesc Macià organizó Estat Català, con objetivos independentistas.

El Desastre de Annual

En 1921, el general Silvestre inició una campaña en el norte de África para extender el control español. Las cabilas atacaron las guarniciones de Annual por sorpresa y derrotaron a las tropas españolas. Este desastre evidenció la deficiente organización del ejército.

La opinión pública se crispó y culpó al gobierno y al ejército. Se acentuó el distanciamiento entre militares y gobierno. Se desencadenaron reacciones políticas: el gobierno dimitió y se abrió un proceso parlamentario de investigación, el Expediente Picasso, que implicaba a militares y a la monarquía, revelando lazos turbios entre Alfonso XIII y Silvestre.

En 1923, las responsabilidades políticas de Annual llevaron a republicanos y socialistas a reclamar medidas drásticas que apuntaban al rey. El general Primo de Rivera, para detener el proceso, dio un golpe de Estado e instauró una dictadura militar.

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

En 1923, Primo de Rivera declaró el estado de guerra y reclamó que el poder pasara a manos militares. Justificó el golpe de fuerza como una medida para solucionar los problemas de la política española: las relaciones sociales, el pistolerismo, Cataluña, la corrupción y Marruecos. Tenía pretensiones regeneracionistas y populistas para ganarse el apoyo del pueblo.

Medidas de Reorganización (1923-1925)

Las primeras medidas del Directorio Militar, tomadas por decreto y de carácter dictatorial, fueron:

  • Suspensión del régimen constitucional.
  • Disolución de las cámaras legislativas.
  • Cese de las autoridades civiles.
  • Prohibición de las actividades de los partidos políticos y los sindicatos.
  • Militarización del orden público y represión.

La promesa de renovación política fue una farsa. Se suspendieron todos los mecanismos electorales. Se promulgó un Estatuto Municipal que disolvía los ayuntamientos y los sustituía por Juntas. Se creó un partido único, la Unión Patriótica, de carácter gubernamental y sin programa, con la misión de apoyar a la dictadura. Estaba formado por católicos, funcionarios y caciques.

Orientación Anticalana del Régimen

Aunque inicialmente Primo de Rivera no se había mostrado hostil al catalanismo, y la Lliga y la burguesía catalana apoyaron inicialmente el golpe de Estado para garantizar el orden social, en 1923 se promulgó un decreto para la represión del separatismo. Se desmantelaron las instituciones catalanistas. La Mancomunitat pasó a ser dirigida por un anticatalanista.

  • Se clausuraron instituciones catalanistas (ateneos, sociedades recreativas, asociaciones corales, etc.).
  • Se prohibieron las manifestaciones en lengua catalana, la bandera, el Once de Septiembre y los Juegos Florales.
  • Se censuró la prensa diaria y los libros.
  • Se depuraron las instituciones educativas y culturales.
  • Se destituyó a la Junta del Colegio de Abogados.
  • Se cerró el estadio del FC Barcelona.

Oposición a la Dictadura

A pesar de la crítica de ciertos sectores monárquicos, los principales opositores al régimen fueron los republicanos (unidos en la Alianza Republicana), los catalanes radicales, los anarquistas y los comunistas.

  • La CNT protagonizó intentos insurreccionales como el de las Atarazanas de Barcelona en 1924. Se produjo un enfrentamiento entre las posiciones más radicales y los que sostenían posiciones más posibilistas. En 1927 se creó la FAI (Federación Anarquista Ibérica).
  • El PSOE se mostró inicialmente indeciso, con posturas tolerantes con el régimen. En 1929 dio un giro político y pasó a la oposición al pronunciarse a favor de la República. Largo Caballero, de la UGT, fue nombrado Secretario General de Estado.
  • El catalanismo radical, liderado por Macià, preparó una incursión armada en Cataluña desde Prats de Molló (1926). El fracaso tuvo un gran impacto en la opinión pública, con propaganda internacional contra la Dictadura, y Macià se convirtió en un símbolo de la resistencia catalana.
  • Intelectuales españoles y catalanes mostraron su rechazo. En 1924 se publicó el Manifiesto de los escritores castellanos en defensa de la lengua catalana.

La Caída del Dictador

El relativo consenso de las fuerzas conservadoras al golpe de Estado se fue debilitando. Alfonso XIII forzó a Primo de Rivera a dimitir en 1930 por miedo a perder la monarquía. Lo sustituyó el general Berenguer, cuyo retorno a la normalidad fue demasiado lento, generando descontento. Su gobierno fue conocido como la “dictablanda”.

La ola antimonárquica fue cobrando fuerza. Republicanos, socialistas y catalanes de izquierdas firmaron el Pacto de San Sebastián (1930), que constituyó un comité revolucionario para favorecer el advenimiento de la República y que reconocía el derecho a la autonomía de Cataluña, Euskadi y Galicia.

En 1930 se produjo un intento insurreccional en Jaca para proclamar la República, con el resultado de dos capitanes fusilados.

En 1931, el almirante Aznar presidió el último gobierno de la monarquía, intentando un retorno a la normalidad como si nada hubiera pasado. Se convocaron elecciones municipales el 12 de abril, que se convirtieron en un plebiscito contra la monarquía. Se proclamó la Segunda República.