España en el Siglo XVII: Austrias Menores, Crisis y Declive del Imperio

La España del Siglo XVII: Los Austrias Menores y la Crisis del Imperio

Los Austrias del Siglo XVII: Gobierno de Validos y Conflictos Internos

Durante el siglo XVII, los reyes españoles, conocidos como los Austrias menores, delegaron las responsabilidades de gobierno en personas de su confianza denominadas validos. La alta nobleza y los letrados, desplazados del poder, lideraron la oposición a estos.

Felipe III

El valido de Felipe III fue el duque de Lerma, quien implementó una política de paz motivada por la crisis económica. El principal conflicto interno durante su reinado fue la expulsión de los moriscos en 1609, con el objetivo de evitar su posible apoyo a los turcos y a los piratas berberiscos.

Felipe IV

Felipe IV tuvo como valido al conde-duque de Olivares, cuya política de prestigio internacional desencadenó la crisis de 1640. Felipe IV enfrentó problemas como la Unión de Armas, la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), la rebelión catalana, la independencia de Portugal y revueltas menores en Vizcaya, Andalucía y Sicilia, debido a la presión fiscal y las intrigas de Francia. Sus proyectos fracasaron y fue sustituido por D. Luis de Haro.

Carlos II

Carlos II tuvo varios validos, entre ellos su hermanastro Juan José de Austria y el jesuita Nithard, quienes no pudieron evitar la decadencia de la Monarquía hispánica en la escena internacional. Juan José de Austria, para ser nombrado valido, protagonizó dos pronunciamientos y tuvo que sofocar una importante revuelta campesina en Cataluña.

La Crisis de 1640

El año 1640 fue un año crítico. Las revueltas catalana y portuguesa fueron las más importantes, aunque también hubo levantamientos en Aragón, Andalucía y Sicilia.

La Crisis Catalana

Las Cortes catalanas rechazaron la Unión de Armas en 1626. En 1640, se produjo una rebelión provocada por el reclutamiento forzoso y los desmanes de las tropas enviadas para luchar contra Francia en la Guerra de los Treinta Años. Los campesinos tomaron Barcelona y asesinaron al virrey. Cataluña se colocó bajo protección militar francesa, lo que permitió la derrota de las tropas españolas. Sin embargo, el alto coste del mantenimiento del ejército francés y la falta de respeto de los reyes franceses a las leyes catalanas llevaron a su reintegración en España, con la promesa de Felipe IV de respetar sus fueros.

La Crisis Portuguesa

Las causas de la revuelta portuguesa fueron el rechazo a la Unión de Armas, el aumento de los impuestos, las dificultades causadas al comercio colonial por la participación española en la Guerra de los Treinta Años y la impopularidad de la integración de Portugal. La Monarquía hispánica reconoció la independencia de Portugal en 1668.

El Ocaso del Imperio Español en Europa

A lo largo del siglo XVII, España perdió su hegemonía en Europa y se convirtió en una potencia de segundo orden, siendo sustituida por Francia.

Felipe III y la Pax Hispánica

Felipe III, forzado por la crisis económica, buscó la paz. Firmó la paz con Inglaterra y la Tregua de los Doce Años (1609) con las Provincias Unidas (actuales Países Bajos), reconociendo una gran autonomía política.

Felipe IV y la Guerra de los Treinta Años

Felipe IV participó en la Guerra de los Treinta Años, aliándose con Austria en defensa del catolicismo frente a los países protestantes. Francia entró en la guerra para evitar el triunfo de los Habsburgo, sucediéndose las derrotas españolas, como en Las Dunas (1639) y Rocroi (1643). La Paz de Westfalia (1648) puso fin a la guerra y reconoció la independencia de las Provincias Unidas. Bélgica, católica, permaneció unida a España. La guerra con Francia continuó hasta la firma de la Paz de los Pirineos (1659), por la cual España cedió el Rosellón y la Cerdaña a Francia y se acordó la boda de la infanta María Teresa con Luis XIV de Francia, lo que propiciaría la futura llegada de los Borbones a España en el siglo XVIII. Este tratado marcó el declive de la Monarquía española y la pérdida de su hegemonía en favor de Francia.

El Reinado de Carlos II

Durante el reinado de Carlos II, España cedió a Francia el Franco Condado y diversas ciudades fronterizas en los Países Bajos. España, perdida su hegemonía, pasó a ser una potencia de segundo orden. Aunque a la muerte de Carlos II, aún conservaba territorios en Europa: la parte sur de los Países Bajos (la actual Bélgica), el Milanesado, Nápoles, Sicilia y Cerdeña.

Evolución Económica y Social en la España del Siglo XVII

Durante el siglo XVII, hasta la década de 1680, España sufrió una gran crisis económica. Además de lo ya mencionado, la política exterior fue una causa principal, ya que absorbió los ingresos ordinarios (metales americanos e impuestos tradicionales), obligando a recurrir a medidas extraordinarias como el aumento de la presión fiscal o la devaluación de la moneda. La producción agrícola disminuyó debido a las malas cosechas, lo que favoreció las hambrunas, siguiendo la ley de rendimientos decrecientes de la tierra, propia de una agricultura preindustrial. El descenso de la población provocó una caída de la demanda que afectó a la artesanía y al comercio. Los prejuicios sociales de las clases adineradas, con una visión negativa del trabajo, perjudicaron el desarrollo económico. El comercio estaba dominado por extranjeros. El atraso tecnológico respecto a Europa hizo necesario recurrir a importaciones. Con la crisis económica, aumentó el peso social de los grupos improductivos (nobles, clérigos, mendigos) frente a los productivos (campesinos, artesanos, comerciantes). La nobleza incrementó la presión fiscal sobre los campesinos. Las clases populares se empobrecieron notablemente. Muchas personas ingresaron en la Iglesia para evitar el hambre y el alistamiento militar. La burguesía, con la crisis, prácticamente se extinguió.