España en Europa: Integración, Evolución y Rol Internacional

La integración de España en Europa

Desde el inicio de la democracia, España manifestó su intención de integrarse en los organismos internacionales en los que había sido imposible su incorporación durante la dictadura. Este fue el objetivo tanto de los gobiernos de la UCD como, posteriormente, los del PSOE y del PP. A partir de 1962, España llevaba pidiendo su ingreso en la Comunidad Económica Europea (surgida el 25 de marzo de 1957 en Roma), pero al no ser una democracia se le dieron largas: en 1970 se firmó entre España y la CEE un Acuerdo Preferencial, por el cual se intercambiaban ventajas comerciales.

Restablecida la democracia y después de las primeras elecciones democráticas, el gobierno de Suárez inició conversaciones para la integración plena que transcurrieron entre los años 1977 y 1985 (ya con el PSOE). Mientras tenían lugar estas conversaciones España fue admitida en el Consejo de Europa (1978) indispensable para la integración en la CEE. Poco después Marcelino Oreja era elegido Secretario General de dicho Consejo.

España y la OTAN

En esta voluntad, a propuesta del gobierno de Calvo Sotelo en octubre de 1981, el Congreso aprobó la petición de entrada de España en la OTAN que fue efectiva en mayo de 1982, aunque con la abierta oposición de los partidos de izquierdas; el PSOE se manifestó totalmente contrario a esta entrada y prometió que cuando llegase al gobierno sometería a referéndum la permanencia de España en esa alianza defensiva.

La Adhesión a la Comunidad Económica Europea

En las siguientes elecciones de octubre de 1982, el PSOE obtuvo la mayoría absoluta tanto en el Congreso como en el Senado, presidiendo el Gobierno Felipe González; el cual siguió las negociaciones, iniciadas años antes, para la integración de España en la Comunidad Económica Europea. El 12 de junio de 1985 se firmó en el Palacio Real de Madrid el correspondiente tratado de adhesión, que entraría en vigor el 1 de enero de 1986.

Aprovechando el éxito de la integración de España en la CEE y en cumplimiento de la promesa hecha cuando estaba en la oposición, Felipe González convocó un referéndum para el 12 de marzo de 1986 a fin de ratificar la permanencia de España en la OTAN. Pero al contrario de lo que defendió en la oposición, por estas fechas, González era claramente partidario de la permanencia en dicha organización, ya que estaba convencido de que esta Alianza era imprescindible para romper nuestro tradicional aislamiento. La izquierda seguía pidiendo el “no”, por lo que el gobierno y el PSOE tuvieron que hacer un gran esfuerzo para convencer a la ciudadanía de la conveniencia de votar afirmativamente. En el referéndum hubo una gran abstención y se obtuvo una exigua mayoría afirmativa.

El gasto hecho por el PSOE en esta campaña fue tan grande (2.000 millones de pesetas) que se vio necesitado de organizar una fuente de ingresos paralela a la oficial; surgiendo empresas fantasmas ligadas al partido encargadas de recaudar esos fondos. Tal fue el origen del asunto FILESA.

El Camino hacia la Unión Europea

Después de esta ratificación, España siguió trabajando para lograr superar los problemas en nuestra economía que había producido la adhesión a la CEE. En 1987 entró en vigor el Acta Única que promovía la creación de un Sistema Monetario Europeo en el que se integró la peseta en 1989. Finalmente, el 11 de diciembre de 1991 se firmaba en Maastricht el tratado que dio origen a la Unión Europea, cuyo fin último, además de la moneda única, era formar una federación entre los diversos países del continente.

Consecuencias de la integración en la Unión Europea

Las consecuencias en España de esta integración fueron:

  • La libre circulación de personas, mercancías, servicios y capitales por toda la Unión Europea.
  • El impulso tecnológico aportado por los empresarios españoles al tener que hacer sus industrias más competitivas.
  • La solidaridad y la cohesión entre los países ricos y los más pobres de la Unión (fondos europeos).

La Era del Euro

En 1991 el PP ganó las elecciones, aunque no con mayoría absoluta, siendo uno de sus objetivos el cumplir los criterios de convergencia establecidos en el Tratado de Maastricht de 1992. Tales criterios consistían en la reducción, hasta unos niveles determinados, de la inflación, la deuda y el déficit públicos, y los tipos de interés bancario. Antes de mayo de 1998, que era la fecha límite, se cumplieron todos:

  • La inflación se redujo con una política de moderación del gasto público y de contención salarial.
  • La deuda pública también se redujo mediante la privatización de las empresas públicas rentables (Repsol, Endesa, Telefónica).
  • Se redujo el déficit público a través de la moderación del gasto y el aumento de los ingresos ante la recuperación económica.
  • Los tipos de interés se fueron rebajando a medida que disminuía la inflación.

En consecuencia, España se incorporó desde el principio a la Europa de la moneda única. A partir del 1 de enero de 1999 la nueva moneda empezó a funcionar como unidad de referencia, aunque no sustituyó físicamente a la peseta hasta el año 2002.

Impacto Económico de la Integración en la UE

La plena integración en la Unión Europea tuvo profundas consecuencias sobre la economía española de finales de siglo; las más relevantes serían:

  • El comercio de bienes y servicios: La economía española experimentó una gran apertura, con un aumento espectacular del volumen del comercio exterior y una proporción cada vez mayor de intercambios con la Unión Europea.
  • La movilidad del capital: Se produjo un notable crecimiento tanto de las inversiones extranjeras en España como de las españolas en el extranjero.
  • Movilidad de mano de obra: Aunque ésta fue mínima. La inmigración que llegará a España no será de los países de la Unión, sino de la Europa del Este, de Latinoamérica y del norte de África.
  • La renta per cápita aumentó, aunque estaba lejos de la media de la Unión Europea, y la tasa de paro empezó a disminuir.

El Papel de España en el Mundo Actual

El papel de España en el mundo actual será el de una potencia desarrollada europea, donde se intensificaron las relaciones con Iberoamérica. Desde 1991 se reúnen anualmente en la Cumbre Iberoamericana los presidentes de más de veinte países americanos con España y Portugal, institucionalizando una Comunidad Iberoamericana de Naciones que persigue, entre otros fines, la homogeneización económica y social entre ellas.

Relaciones en el Mediterráneo

En cuanto al Mediterráneo, España se encuentra vinculada a estos países mediante la Unión Europea, o de sus aliados militares en la OTAN (Turquía). Pero, el Mediterráneo, también nos pone en contacto con la costa norte africana. Existe un evidente interés para el entendimiento con Marruecos, no sólo por los intereses económicos de muchos españoles en este país, sino por la cercanía de éste con Ceuta y Melilla. También es importante considerar que tanto Marruecos como los demás países del Magreb están en el punto de mira del integrismo islámico, y su proximidad a nuestras costas nos hace estar vigilantes, por los graves problemas que podría plantearnos.

En el extremo oriental del Mediterráneo, Madrid sirvió de sede en octubre-noviembre de 1991 para una Conferencia de Paz entre palestinos e israelíes. Como consecuencia de ésta se reconoció la jurisdicción interna de la Autoridad Palestina sobre Cisjordania y Gaza. Esta cuestión estuvo presente en las relaciones de los diversos gobiernos tanto del PSOE como del PP.

El Incidente de Perejil y la Guerra de Irak

Durante la segunda legislatura de Aznar se producen, en el ámbito de la política exterior, dos acontecimientos de extraordinaria complejidad: la ocupación del islote El Perejil por parte de Marruecos y la Guerra de Irak. En cuanto al primero, el rey de Marruecos Mohamed VI, ordena la ocupación del islote, de soberanía española, el 11 de julio de 2002; la respuesta del gobierno de España fue contundente y mandó tropas españolas que detuvieron a las escasas fuerzas ocupantes. En el proceso España tiene el apoyo de la Unión Europea y de Estados Unidos.

En cuanto a Irak, España se unió a Gran Bretaña y Estados Unidos en una guerra preventiva contra Irak en una cumbre en la isla de Azores a mediados de marzo de 2003. Ni Alemania, ni Francia estaban de acuerdo con la misma; y en el interior de nuestro país se alzaron voces contra esta guerra. Aún así, la guerra comienza el 20 de marzo, aunque España solo se limita a enviar 1300 soldados en misión humanitaria.

El Atentado del 11-M

Como consecuencia, España se convirtió en objetivo de los islamistas, poniéndose de manifiesto en el atentado sufrido por la Casa de España en Casablanca, en mayo de 2003 y, en vísperas de las elecciones generales, el 11 de marzo de 2004 un grupo de yihadistas islámicos (de origen mayoritariamente marroquí) con ayuda de colaboradores españoles, realizaron el mayor ataque terrorista en Madrid, que ocasionó la muerte de 191 personas.

Este atentado será fundamental para que las elecciones del día 14, de ese mismo mes, las gane el PSOE con José Luis Rodríguez Zapatero. Éste, lo primero que hará será retirar las tropas de Irak, aunque España seguirá estando presente en Afganistán, junto al resto de los países integrantes de la OTAN y Estados Unidos.