España en la primera mitad del siglo XX: De la crisis de la Restauración a la Segunda República

La Crisis de la Restauración (1902-1917)

La quiebra del turno pacífico

En 1902, el nuevo rey Alfonso XIII llega a la mayoría de edad. Intenta mantener la paz. Los gobiernos de Silvela, Polavieja y de Antonio Maura intentaron algunas reformas (hacienda, de la ley electoral, de la administración local) pero fue un fracaso.

La oposición

Las fuerzas de oposición crecían y se radicalizaban. Los grupos nacionalistas catalanes se agrupaban en la llamada Solidaritat Catalana que triunfaba en las elecciones. Creció el republicanismo: Alejandro Lerroux creó el Partido Radical y la Unión Republicana; Pablo Iglesias fue el primer diputado socialista. Las corrientes anarquistas estaban divididas; los sectores más cercanos al obrerismo constituyeron una central sindical, La Confederación Nacional del Trabajo (CNT) en 1910.

La Semana Trágica

Se produjo un deterioro profundo de la vida política con motivo del levantamiento popular de Barcelona (Semana Trágica). La política colonial del gobierno en Marruecos originó la revuelta. El levantamiento fue reprimido con crudeza (se fusiló al librepensador Ferrer y Guardia); esto provocó la repulsa de la opinión pública nacional e internacional. El turno en el poder deja de ser pacífico, la Restauración se resquebrajaba.

Crisis política y agitación social

Los liberales empezaron una experiencia reformista. Los gobiernos de Moret y de Canalejas intentaban una democratización del sistema político y reforzaron el poder civil frente a la iglesia. En la Mancomunidad de Cataluña se plasmaron concesiones descentralizadoras. Al asesinar los anarquistas a Canalejas se produjo un periodo de inestabilidad y los conservadores volvieron a imponerse con una actitud autoritaria. Se originó un movimiento de protesta en 1917. Se produjo una crisis que demostraba el deterioro absoluto de la vida política y social.

Los años 20: Una época de radicalización social

Los gobiernos de concentración (1917-1923)

Hay un fuerte movimiento obrero. Las fuerzas burguesas tomaron posiciones defensivas, hasta los catalanistas colaboraron con gobiernos de concentración, pero el sistema político no se pudo estabilizar.

La violencia social

Había muchos conflictos, los sindicatos crecieron. Se hizo notar la influencia rusa y en el PSOE provocó la división de sectores radicales y se formó el Partido Comunista de España (PCE). El ambiente era de revolución social, pero la lucha obrera de Barcelona paralizó los servicios y la industria catalanes por la huelga de la empresa de electricidad La Canadiense. Entonces se endurecieron el gobierno y la patronal y se entró en un periodo de violencia social. Las organizaciones patronales crearon grupos armados contrarrevolucionarios (sindicatos libres) que recurrían a la violencia o las armas (pistolerismo).

La dictadura de Primo de Rivera

En 1921 España es derrotada en Annual, Marruecos. Algunos miembros del ejército, justificaban su derrota en altos cargos y en el monarca; por este motivo querían hacerse con el poder. Primo de Rivera, que era capitán general de Cataluña con el consentimiento de los altos cargos, protagoniza un golpe de estado que da paso a una dictadura militar. Se provocaron numerosos cambios como suspender la constitución, se prohibieron sindicatos y partidos políticos, se suprimió la Mancomunidad de Cataluña. Las repercusiones de la crisis económica y la oposición a la dictadura se volvió grave. Alfonso XIII nombra jefe de gobierno al general Berenguer que tenía que preparar elecciones para lograr la legalidad constitucional.

De la Monarquía a la República

La proclamación de la República

Cuando se anunciaron las elecciones municipales la oposición a la monarquía y al sistema político creó una coalición para presentarse unidos a las elecciones (Pacto de San Sebastián, 1930). Las elecciones resultaron favorables para la coalición y se iba a producir un cambio espectacular. Debido a esto, Alfonso XIII suspendió la potestad real y abandonó el país hacia el exilio. En 1931 se proclamó la República.

El gobierno provisional y la Constitución de 1931

Se formó un gobierno provisional con representantes de los partidos del Pacto de San Sebastián que convocó elecciones a Cortes constituyentes para que se hiciera una constitución. La coalición republicano-socialista obtuvo la mayoría en las elecciones de 1931 y lo primero que hizo fue una Constitución, que fue aprobada. Esta definía a España como una república democrática de trabajo para todos, donde se respetaban los distintos cultos y religiones, con sufragio universal para hombres y mujeres y como un estado aconfesional. Se establecieron derechos individuales para la libertad de todos. El poder legislativo residía en las Cortes, el poder ejecutivo en el Consejo de Ministros y en el presidente de la República. Se aceptaba la construcción de gobiernos autónomos. Niceto Alcalá Zamora fue elegido presidente de la República y Manuel Azaña presidía el gobierno de socialistas, nacionalistas y republicanos.

El Bienio Reformista (1931-1933)

El nuevo gobierno republicano-socialista emprendió un bienio de izquierdas para que sea un país democrático, moderno y laico.

Los problemas de la República:

  • El problema militar. Manuel Azaña decía que era importante reducir el número de oficiales y los gastos militares. Elaboró una ley que jubiló casi a la mitad de los oficiales; el ejército se sometió al poder civil.
  • La cuestión religiosa y educativa. La Iglesia católica tenía mucha influencia en la educación; por este motivo la constitución separa la Iglesia del Estado, se dejó de pagar a los sacerdotes, se prohibió enseñar a órdenes religiosas, se introdujo el matrimonio civil, el divorcio y el entierro civil, y se disolvió la Compañía de Jesús. Querían promover una educación laica; se realizaron inversiones para escuelas públicas.
  • La reforma agraria. Se resolvió el problema agrario. Una ley decretó que se darían las tierras de las grandes fincas que no se iban a cultivar a campesinos sin tierras. También se inició la reforma de la legislación laboral impulsada por el socialista Largo Caballero.

La oposición a las reformas

La oposición de las fuerzas de derecha

Cuando se iniciaron todas las reformas de los diversos problemas mucha gente estaba en contra del nuevo régimen. Se produjo un intento de golpe de estado en 1932 dirigido por el general Sanjurjo que frenó el gobierno, pero las fuerzas de derecha se reagruparon y crearon la Confederación Española de Derechas (CEDA) que tenía a Gil Robles al frente. También surgió un grupo fascista, la Falange Española (FE) dirigida por José Antonio Primo de Rivera. Los monárquicos alfonsinos (José Calvo Sotelo) y los carlistas se unieron con los que criticaban la república.

Las críticas de las fuerzas de la izquierda

La lentitud de algunas reformas hizo que la gente quisiera más cambios y más deprisa. También hubo levantamientos que fueron reprimidos por las fuerzas de orden público.

El Bienio Conservador (1934-1936)

Los gobiernos de derechas

Manuel Azaña dimite y Alcalá Zamora disuelve las Cortes y convoca nuevas elecciones que las gana la derecha y empieza a desmantelar la obra del bienio anterior. Pero hubo problemas.

Las revueltas de Asturias y Cataluña

En 1934 se producen revueltas en el país, principalmente en estas ciudades fue muy grave. En Asturias anarquistas, socialistas y comunistas ocuparon una mina y resistieron al gobierno, pero fueron sofocados por el ejército. En Cataluña, donde el gobierno era de izquierdas, el presidente Lluis Companys encabezó la revuelta. Se disolvió la Generalitat de Cataluña y se encarcelaron a casi todos los de izquierdas. Todos los problemas que hubo hicieron que se convocaran nuevas elecciones.

El Frente Popular (1936)

Para enfrentarse a la derecha en las elecciones se formó un frente electoral formado por la izquierda y centro-izquierda. La CNT recomendaba el Frente Popular, que más adelante triunfa y Manuel Azaña es nombrado presidente de la República. Se hicieron reformas como reinstaurar la Generalitat de Cataluña. Se desencadena un clima de enfrentamientos y violencia entre izquierdas y derechas por reiniciar el proceso autonómico en el País Vasco y en Galicia. Calvo Sotelo es eliminado como venganza por la muerte del socialista Castillo. Las fuerzas conservadoras decidieron intervenir con las armas la reforma de la república.