España en Transición: De la Restauración a la Dictadura de Primo de Rivera (1874-1930)

El Funcionamiento del Régimen Político en la Restauración (1874-1931)

La Restauración comenzó en 1874 cuando el general Martínez Campos dio un golpe de Estado que devolvió el trono a Alfonso XII, hijo de Isabel II. Se aprobó la Constitución de 1876, que establecía una monarquía parlamentaria. Aunque había Cortes y leyes, el sistema no era verdaderamente democrático. El poder estaba en manos de dos partidos: el Partido Conservador, liderado por Antonio Cánovas del Castillo, y el Partido Liberal, dirigido por Práxedes Mateo Sagasta.

Estos partidos se turnaban en el poder mediante un acuerdo conocido como el turno pacífico, pero las elecciones eran manipuladas con el caciquismo (personas con mucho poder local que controlaban los votos) y el fraude electoral. Aunque el sistema parecía estable, no resolvía problemas importantes como las desigualdades sociales, la pobreza y las demandas de más autonomía de regiones como Cataluña y el País Vasco.

Tras la muerte de Alfonso XII en 1885, su hijo Alfonso XIII asumió el trono en 1902, pero durante su reinado el sistema empezó a debilitarse por las tensiones sociales y políticas.

Crisis del 98 y Regeneracionismo

En 1898, España sufrió una gran derrota en la Guerra Hispano-Estadounidense, perdiendo sus últimas colonias importantes: Cuba, Filipinas y Puerto Rico. Esta derrota, conocida como la Crisis del 98, fue un golpe muy duro para el orgullo nacional y mostró la debilidad del país, que tenía problemas económicos, políticos y sociales sin resolver.

La población y muchos intelectuales empezaron a criticar el sistema político corrupto y anticuado. De esta forma surgió el regeneracionismo, un movimiento que pedía reformas para modernizar el país y acabar con la corrupción. Uno de los líderes de este movimiento fue Joaquín Costa, que proponía “escuela y despensa” (educación y mejora económica) como soluciones. Sin embargo, aunque se intentaron algunas reformas, como la introducción del sufragio universal masculino en 1890, el sistema siguió siendo ineficaz y no logró resolver los problemas de fondo, lo que llevó a más crisis en el futuro.

Revolución desde Arriba (Maura y Canalejas) y la Semana Trágica

A principios del siglo XX, la inestabilidad social y política llevó a algunos líderes a intentar modernizar el país desde el gobierno, en lo que se llamó la “revolución desde arriba”.

El primero en intentarlo fue Antonio Maura, líder del Partido Conservador, que gobernó entre 1907 y 1909. Maura impulsó reformas como la Ley de Administración Local y la Ley Electoral para reducir el caciquismo, pero su mandato terminó abruptamente por la Semana Trágica en 1909, una serie de revueltas en Barcelona contra la guerra en Marruecos. Durante estas protestas, que involucraron a obreros y soldados, la represión fue feroz, con numerosas muertes.

Tras este fracaso, el poder pasó a José Canalejas, líder del Partido Liberal, quien gobernó entre 1910 y 1912. Canalejas intentó reducir el poder de la Iglesia y mejoró las condiciones laborales con algunas reformas sociales, pero fue asesinado en 1912 por un anarquista, lo que sumió al país en más crisis.

Crisis de 1917

La Primera Guerra Mundial (1914-1918) afectó profundamente a España, que aunque neutral, sufrió las consecuencias económicas y sociales de la guerra. La crisis de 1917 fue un estallido de tensiones. Hubo tres focos de conflicto:

  1. Militar: Los oficiales del ejército, descontentos por la falta de promociones y la situación en Marruecos, formaron las Juntas de Defensa.
  2. Político: Los partidos de la oposición, republicanos y nacionalistas, pidieron reformas profundas, lo que llevó a la Asamblea de Parlamentarios en Barcelona, que exigió una nueva Constitución.
  3. Social: En 1917, se produjo una huelga general, con grandes protestas de obreros por sus condiciones laborales. La represión fue dura, con muchos muertos y detenidos.

La crisis mostró que el sistema político de la Restauración estaba agotado y no podía solucionar los problemas del país.

Dictadura de Primo de Rivera (Causas y Desarrollo)

La creciente inestabilidad política, social y económica, junto con el desgaste del sistema de la Restauración, llevaron a un golpe de Estado en 1923. El general Miguel Primo de Rivera, con el apoyo del rey Alfonso XIII, instauró una dictadura militar con la promesa de resolver los problemas del país.

Causas de la Dictadura

  • Descontento militar por la situación en Marruecos, especialmente tras el Desastre de Annual en 1921, donde el ejército español sufrió una gran derrota.
  • Crisis política y el desprestigio del sistema de la Restauración, que no lograba resolver los conflictos sociales ni modernizar el país.
  • Tensiones sociales por la creciente conflictividad obrera y las huelgas, así como la presión de los movimientos nacionalistas en Cataluña y el País Vasco.

Desarrollo de la Dictadura

Primo de Rivera suspendió la Constitución, disolvió el Parlamento y gobernó con el apoyo del ejército. Su gobierno tuvo dos fases:

  1. Directorio Militar (1923-1925): En esta etapa, el gobierno estuvo completamente controlado por los militares. Se suprimieron las libertades políticas, se censuró la prensa y se persiguió a los opositores. Sin embargo, también logró algunos éxitos, como la pacificación de Marruecos tras la victoria de Alhucemas en 1925.
  2. Directorio Civil (1925-1930): Intentó institucionalizar la dictadura creando la Unión Patriótica, un partido único que debía sustituir a los antiguos partidos de la Restauración. Se promovieron obras públicas, como la construcción de carreteras y embalses, y se impulsó la modernización de la economía.

Sin embargo, la falta de libertades, el aumento de la deuda pública y la crisis económica tras el crack de 1929 provocaron el desgaste del régimen. En 1930, Primo de Rivera dimitió al perder el apoyo del ejército y del propio Alfonso XIII. La dictadura no solucionó los problemas de fondo y dejó al país aún más dividido, lo que aceleró la llegada de la Segunda República en 1931.