España Siglo XX: De la República al Franquismo y la Cuestión Vasca

Texto 14: Programa del Frente Popular (1936)

Localización

  • Tipo de texto: Político-circunstancial. Se trata de un fragmento del programa electoral de una coalición política.
  • Autor: Colectivo. Los representantes de los partidos que formaron la coalición del Frente Popular.
  • Destinatario: Colectivo. Dirigido al electorado español en general.
  • Momento histórico: Final de la II República Española, concretamente al término del bienio conservador (1933-1935) y previo a las elecciones de febrero de 1936.
  • Fecha y medio: Datado el 16 de enero de 1936 y publicado en el periódico “El Socialista”.

Análisis del Contenido

El texto es un fragmento del programa electoral con el que el Frente Popular se presentó a las elecciones generales de 1936. En él se exponen varios puntos clave:

  1. Unidad y Plan Político Común: Se refleja la alianza de los partidos firmantes con el objetivo de ganar las elecciones y ejecutar un programa político conjunto.
  2. Compromisos Fundamentales:
    • Concesión de una amnistía general para los condenados por delitos político-sociales cometidos después de noviembre de 1933 (durante el gobierno radical-cedista). Esto incluía a los implicados en la Revolución de Octubre de 1934.
  3. Restablecimiento de la Constitución: Se enfatiza la defensa de la libertad y la justicia como obligación del Estado, restaurando plenamente la vigencia de la Constitución de 1931.
  4. Recuperación de Reformas: Se considera esencial reactivar las reformas del primer bienio republicano-socialista (1931-1933), especialmente la política agraria. No obstante, se evidencia una discrepancia interna: los partidos republicanos se oponían a la nacionalización de la tierra propuesta por los socialistas.
  5. Reforma del Sistema Bancario: Se aboga por modificar la estructura bancaria. Similar al punto anterior, los republicanos rechazaban la nacionalización de la banca que defendían los partidos obreros.
  6. Defensa del Régimen Republicano: Los partidos republicanos concebían la República como un régimen de libertad democrática impulsado por el progreso social, oponiéndose a interpretaciones basadas en intereses de clase (sociales o económicos). Por ello, rechazaban el control obrero solicitado por las facciones socialistas.

Contextualización Histórica

Tras la proclamación de la II República en 1931 y un gobierno provisional, las elecciones de ese año dieron la victoria a una coalición de republicanos y socialistas. Durante el gobierno republicano-socialista (1931-1933), con Niceto Alcalá Zamora como Presidente de la República, se aprobó la Constitución de 1931 y se emprendieron importantes reformas (educativa, militar, agraria, social, territorial).

Este periodo terminó con las elecciones de 1933, ganadas por una coalición de centro-derecha formada por el Partido Radical de Alejandro Lerroux y la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) de José María Gil Robles. El bienio conservador (1933-1935, aunque a menudo extendido hasta principios de 1936 en análisis) trajo consecuencias significativas:

  • Polarización política creciente entre izquierdas y derechas.
  • Auge de movimientos de inspiración fascista (extrema derecha).
  • Ralentización o reversión de las reformas anteriores, especialmente la agraria.
  • Amnistía para los implicados en el intento de golpe de Estado de 1932 (la “Sanjurjada”).
  • Tensiones con Cataluña por la gestión de su estatuto y paralización del estatuto vasco.
  • Estallido de la Revolución de Octubre de 1934, con especial virulencia en Asturias y el norte de León, protagonizada por PSOE, UGT y sectores catalanistas. Sus causas incluyeron el temor al ascenso de la CEDA (percibida como fascista) y la influencia de la Revolución Rusa. Su fracaso llevó a una dura represión.

Este gobierno finalizó, dando paso a las elecciones generales de febrero de 1936. En estos comicios, la derecha (CEDA) y el centro (Partido Radical) se presentaron por separado, mientras que las izquierdas (republicanos de izquierda, socialistas, comunistas y otros grupos progresistas) se unieron en la coalición del Frente Popular. Su programa, del cual este texto es un fragmento, enfatizaba la amnistía para los presos de 1934 y la reanudación de las reformas del primer bienio.

Conclusión

Este documento es de extraordinario interés para comprender la historia contemporánea de España. Analiza los pilares programáticos sobre los que el Frente Popular basó su campaña electoral de 1936. Destacan la promesa de amnistía, la defensa de la libertad y la justicia, y la plena restauración constitucional. También evidencia las tensiones internas de la coalición, particularmente las discrepancias entre republicanos y socialistas sobre la nacionalización de la tierra, la nacionalización bancaria y el control obrero. La victoria del Frente Popular en 1936 abrió un breve periodo de gobierno que se vería truncado por el estallido de la Guerra Civil Española en julio de ese mismo año.


Texto 21: Pacto de Bayona (1945)

Localización

  • Tipo de texto: Político-circunstancial. Se trata de un pacto suscrito por diversas fuerzas políticas y sindicales vascas en el exilio.
  • Autor: Colectivo. Las organizaciones firmantes del pacto.
  • Destinatario: Colectivo. Principalmente, la comunidad vasca en el exilio y en el interior, así como la opinión pública internacional y las fuerzas antifranquistas españolas.
  • Momento histórico: Franquismo (1939-1975), específicamente en el contexto posterior a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y durante la incipiente Guerra Fría (1947-1991).
  • Fecha y lugar: Datado el 31 de marzo de 1945 en Bayona (Francia) y de carácter público.

Análisis del Contenido

El texto se inicia presentando a los firmantes: organizaciones políticas y sindicales de Euskadi opuestas al franquismo y activas desde el exilio francés.

Las ideas principales se articulan en cinco puntos:

  1. Reafirmación de la Unidad Antifranquista: Se confirma la unión de las fuerzas políticas que lucharon contra Franco y que participaron en el Gobierno de Euskadi bajo el Estatuto Vasco de 1936, recordando a José Antonio Aguirre como su primer Lehendakari.
  2. Reconocimiento del Gobierno Vasco en el Exilio: Se admite al Gobierno Vasco en el exilio como representante legítimo del pueblo vasco, otorgándole confianza y apoyo, condicionado a que represente sus aspiraciones sociales y políticas.
  3. Compromiso Democrático: Las fuerzas firmantes se comprometen a respetar y defender la voluntad del pueblo vasco una vez se restablezca la normalidad democrática en España.
  4. Creación de un Organismo Consultivo: Se constituye un organismo consultivo del Gobierno Vasco, previendo su actuación cuando se estableciera un régimen democrático en España (una expectativa que, en el contexto inmediato de posguerra mundial, no se materializó como esperaban debido a la consolidación del franquismo en el marco de la Guerra Fría).
  5. Continuación de la Lucha y Oposición a la Monarquía: Se reitera la alianza para proseguir la lucha contra el régimen de Franco y sus instituciones (mencionando explícitamente a la Falange). Además, se manifiesta la oposición a cualquier intento de restauración monárquica.

Contextualización Histórica

El texto se enmarca en el franquismo, la dictadura establecida en España tras la Guerra Civil (1936-1939). La derrota republicana en 1939 forzó al exilio a numerosos líderes y militantes políticos, incluido el Gobierno Vasco. El exilio republicano español estuvo marcado por divisiones internas.

Dentro del PSOE existían tensiones, destacando las facciones lideradas por Juan Negrín (último presidente del Gobierno republicano, apoyado por el PCE) e Indalecio Prieto. Estas divisiones, a menudo exacerbadas por el control de recursos financieros, afectaron también al entorno vasco, implicando al PSOE regional, a los partidos republicanos y a ANV (Acción Nacionalista Vasca, integrada en el Frente Popular).

El PCE (Partido Comunista de España) tuvo sus propias tensiones con el nacionalismo vasco, llegando a retirar del Gobierno Vasco a Juan Astigarrabia (Secretario General del PC de Euskadi). Ante este panorama, la principal preocupación del Lehendakari José Antonio Aguirre era mantener la unidad vasca frente a las disputas del exilio español y preservar la institución del Gobierno Vasco.

Indalecio Prieto impulsaba la creación de la JEL (Junta Española de Liberación), buscando disolver todos los organismos republicanos (incluidos los gobiernos regionales) en una plataforma unitaria. Aguirre se resistió a disolver el Gobierno Vasco. Las presiones llevaron a la salida de Juan de los Toyos (socialista) del ejecutivo vasco y a una escisión entre los socialistas vascos exiliados, con Santiago Aznar negándose a abandonar el gobierno.

Mientras tanto, en el interior de España, las direcciones clandestinas de los partidos ganaban autoridad. En la prisión de Burgos, figuras como Juan de Ajuriaguerra (PNV) sentaron bases para acuerdos entre nacionalistas y socialistas.

A finales de 1944, surgió en Toulouse el Bloque Nacional Vasco, que integró a organizaciones regionales de partidos del antiguo Frente Popular (PSOE, UGT, FJS, CNT, PCE, republicanos) y fuerzas nacionalistas (PNV, ANV, ELA-Solidaridad de Trabajadores Vascos). Las conversaciones iniciales fueron un intento del PCE de reincorporarse al diálogo unitario vasco.

En marzo de 1945 se alcanzó un acuerdo casi total, firmándose oficialmente el Pacto de Bayona el día 30. Este pacto representó un paso importante para consolidar la unidad vasca antifranquista, aunque la plena unidad tardaría más en concretarse.

Conclusión

El Pacto de Bayona es un documento de gran interés para comprender la historia contemporánea vasca durante el franquismo. Sustituyó acuerdos previos (como el de “obediencia vasca” de 1940) y estableció un programa de acción futura. Sus puntos clave fueron el respaldo al Gobierno Vasco como “representación legítima del pueblo vasco” y el compromiso de respetar la voluntad popular expresada libremente tras el restablecimiento de la democracia. La priorización de la recuperación de las libertades democráticas fue fundamental para lograr el acuerdo entre fuerzas diversas como PNV, ANV, PCE, PSOE, UGT, CNT, partidos republicanos y ELA.


La Guerra Civil en el País Vasco (1936-1937)

Causas y Antecedentes

Antecedentes Históricos

La Guerra Civil en el País Vasco (1936-1937, como fase principal del conflicto en la región) se enmarca tras el periodo de la Restauración (1875-1931), sistema caracterizado por la Constitución de 1876, el bipartidismo, el turnismo pacífico y diversas crisis (1898, Semana Trágica de 1909, crisis de 1917). Le sucedió la II República (1931-1936).

Con la República, se promulgó la Constitución de 1931, dando inicio al bienio reformista (1931-1933). Una de las reformas clave fue la autonómica, que impulsó el proceso estatutario vasco. Inicialmente, nacionalistas (PNV) y carlistas colaboraron en el Estatuto de Estella, motivados por la defensa de la cuestión religiosa. Sin embargo, este proyecto fue rechazado por el Gobierno central debido a su confesionalidad, incompatible con el carácter laico de la Constitución republicana.

Durante el Bienio Conservador (1933-1935/36), se frenaron muchas reformas, incluido el avance del Estatuto Vasco.

Causas Inmediatas

En febrero de 1936, el Frente Popular ganó las elecciones generales. El clima de creciente polarización ideológica y tensión social en toda España desembocó en el golpe de Estado del 17-18 de julio de 1936 y el inicio de la Guerra Civil.

Las causas específicas en el País Vasco combinaron factores nacionales y regionales:

  • Polarización ideológica nacional: El enfrentamiento general entre izquierdas y derechas se reflejó en la región.
  • Lucha por la autonomía: La larga aspiración nacionalista por un estatuto de autonomía era un factor clave.
  • Importancia estratégica e industrial: La riqueza industrial de Vizcaya era un objetivo militar y económico.
  • Resistencia al golpe: Vizcaya y Guipúzcoa permanecieron leales a la República, mientras que Álava y Navarra se unieron rápidamente a la sublevación.

Consecuencias

Desarrollo de la Guerra en el País Vasco

La Guerra Civil (1936-1939) sucedió a la II República (1931-1936), un régimen que había ampliado derechos y libertades.

  • Primera Fase (1936): Guipúzcoa y Vizcaya apoyaron a la República. Álava se sumó a los sublevados. En octubre de 1936, las Cortes republicanas aprobaron el Estatuto Vasco. Se constituyó el primer Gobierno Vasco autónomo, presidido por el Lehendakari José Antonio Aguirre (PNV), que asumió competencias en plena guerra. Las tropas sublevadas avanzaron y tomaron Guipúzcoa (Irún, San Sebastián) hasta el río Deba.
  • Segunda Fase (Primavera 1937): Tras la estabilización de otros frentes, los sublevados (con apoyo aéreo alemán e italiano) lanzaron una ofensiva sobre Vizcaya. Se produjeron los trágicos bombardeos de Otxandio, Durango y Gernika. A pesar de la defensa organizada en torno al Cinturón de Hierro, Bilbao cayó en junio de 1937. Con la caída de Vizcaya, finalizó la guerra en territorio vasco peninsular bajo control republicano (exceptuando pequeñas áreas).

Impacto de la Guerra

Las consecuencias de la guerra en el País Vasco fueron devastadoras:

  • Consecuencias Humanas: Centenares de muertos en combate y víctimas de la represión en ambos bandos. Un gran número de personas marchó al exilio, principalmente a Francia (los “niños de la guerra”, militantes, intelectuales).
  • Consecuencias Materiales: Gran destrucción de infraestructuras, industrias y viviendas, especialmente por los bombardeos.
  • Consecuencias Políticas:
    • El Gobierno Vasco continuó su actividad en el exilio.
    • El régimen franquista suspendió el Estatuto Vasco (considerado “traidor” junto al catalán, mientras se mantenían ciertos fueros en Álava y Navarra por su apoyo a la sublevación).
    • Se instauró una dictadura de inspiración fascista que eliminó los derechos y libertades de la II República.
  • Consecuencias Ideológicas y Represión: Fuerte represión contra los vencidos, especialmente personas de izquierdas y del nacionalismo vasco. Hubo condenas a muerte, encarcelamientos masivos, destierros y sanciones económicas.
  • Consecuencias Culturales: Se prohibió y persiguió activamente el uso público del euskera y las manifestaciones de la cultura vasca, consideradas separatistas y contrarias al nuevo Estado nacional-sindicalista.

El Tardofranquismo (Años 60 y principios de los 70)

Contexto y Evolución del Régimen

El Tardofranquismo (aproximadamente desde finales de los 50 hasta la muerte de Franco en 1975) fue una etapa de aparentes cambios y contradicciones dentro de la dictadura.

Apertura Exterior y Contexto Internacional

Tras la Segunda Guerra Mundial, el régimen franquista, inicialmente alineado con las potencias del Eje, buscó distanciarse del fascismo para asegurar su supervivencia. La Guerra Fría fue clave: el anticomunismo de Franco facilitó un acercamiento a Estados Unidos. En 1953 se firmaron los Pactos de Madrid, permitiendo la instalación de bases militares estadounidenses en España. En 1955, España ingresó en la ONU, marcando un paso importante en su reconocimiento internacional y el inicio de una tímida apertura.

Desarrollo Económico y Cambios Sociales

A nivel económico, el Plan de Estabilización de 1959 puso fin a la autarquía e impulsó un notable desarrollo económico (“desarrollismo”) durante los años 60, basado en la industria, el turismo y las remesas de emigrantes. Esto generó importantes cambios sociales:

  • Éxodo rural y crecimiento urbano desordenado.
  • Aparición de una nueva clase media y obrera industrial.
  • Modernización de las costumbres, cambios en la estructura familiar y en el papel de la mujer (aunque limitados por la legislación franquista).
  • Acceso creciente a la educación y surgimiento de una juventud más formada y crítica con el régimen.

Sin embargo, la Crisis del Petróleo de 1973 afectó gravemente a la economía española, generando inflación y desempleo, y evidenciando las debilidades del modelo desarrollista.

Oposición Política y Social Creciente

A pesar de la represión, la oposición al régimen se reorganizó y fortaleció:

  • Oposición Política: Partidos políticos (PCE, PSOE, nacionalistas) y grupos de democristianos y liberales actuaban en la clandestinidad o desde el exilio. Un hito fue la denuncia de la dictadura en el Congreso del Movimiento Europeo de Múnich en 1962 (el “Contubernio de Múnich” según el régimen).
  • Movimiento Obrero: La conflictividad laboral aumentó significativamente. Surgieron las Comisiones Obreras (CCOO), un movimiento sindical clandestino que combinaba la lucha laboral con la oposición política, superando a los sindicatos verticales oficiales.
  • Movilizaciones Sociales: Se desarrollaron movimientos estudiantiles en las universidades, asociaciones vecinales en los nuevos barrios obreros y sectores críticos dentro de la Iglesia Católica (impulsados por el Concilio Vaticano II y figuras como el Cardenal Vicente Enrique y Tarancón).
  • Terrorismo: En 1959 apareció ETA (Euskadi Ta Askatasuna), que inició su actividad armada en 1968. A principios de los 70 surgieron otros grupos terroristas de extrema izquierda como el FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota) y el GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre).

Inmovilismo Político y Crisis Final

A pesar de los cambios económicos y sociales, el régimen se mostró incapaz de reformarse políticamente. El nombramiento de Carrero Blanco como presidente del gobierno en 1973 parecía asegurar la continuidad del franquismo (“atado y bien atado”), pero su asesinato por ETA en diciembre de ese año sumió al régimen en una profunda crisis. Los últimos años estuvieron marcados por la enfermedad de Franco, la creciente presión de la oposición, la incertidumbre sobre la sucesión (designación de Juan Carlos de Borbón) y un aumento de la represión.