Desarrollismo y Aperturismo Durante el Franquismo
Introducción
En la década de 1950, España comenzó a ser reconocida mundialmente debido al Concordato de Roma y los acuerdos con Estados Unidos. Ese acercamiento le llevó finalmente a entrar en la ONU en 1955. Sin embargo, en el interior seguía siendo un país atrasado, con una economía al borde de la bancarrota por su funcionamiento autárquico. Por eso, en 1957, se decidió crear el grupo político de los tecnócratas, modernos en lo económico y conservadores en lo político, cuya gestión inició una era de desarrollo en el franquismo.
La España del Desarrollo
En 1959, España trató de entrar en la CEE (Comunidad Económica Europea), algo que nunca consiguió por las características del régimen. En 1960, los tecnócratas del régimen comenzaron una etapa de ideología desarrollista. Estimularon la iniciativa privada con los polos de desarrollo, y España tuvo una de las tasas de crecimiento más altas del mundo. Comenzó un aumento de la producción industrial, especialmente la del automóvil. Esto exigió la importación de bienes de equipo y tecnología.
Las inversiones fueron posibles gracias a la llegada del turismo y los ahorros de los inmigrantes que se encontraban en Francia y Alemania. Además, hubo una inversión de capital extranjero. Los que más se enriquecieron de esta situación fueron los grandes grupos financieros y la banca, acentuando así las desigualdades personales de la distribución de la renta. Las provincias con el PIB más alto eran País Vasco, Madrid, Cataluña y las islas. El resto de provincias estaban muy atrasadas.
En 1962, debido al “milagro económico”, comenzó el éxodo rural: cuatro millones de personas emigraron de sus pueblos a ciudades prósperas de España, a Europa y a capitales de provincia. Las desigualdades aumentaron. Hubo un urbanismo incontrolado y especulativo que estropeó el hábitat ciudadano y el medio ambiente. El litoral mediterráneo quedó irreconocible por la explotación turística. La llegada de turistas hizo ver a los españoles otras formas de vida y reemplazó los valores cristianos por los materialistas.
Este mismo año, empezó una liberalización intelectual, a pesar de la censura. También este año se celebró el Congreso de Múnich, en el que hubo un centenar de delegados del interior y del exilio españoles. En este congreso se denunció la naturaleza antidemocrática del régimen franquista y dejó al régimen en evidencia. El PCE (Partido Comunista Español) no fue al congreso por su obediencia soviética.
Este partido tuvo fuerte acoso en el interior por la brigada político-social. Hubo conflictividad importante a lo largo de los 60, surgió CCOO clandestinamente y obtuvo mejores resultados que el sindicato vertical.
Reformas Sociales y Conflictividad
En 1963, la Ley de Bases de la Seguridad Social permitió a los jubilados acceder a pensiones de jubilación y extender su cobertura sanitaria. En 1964, en las universidades creció el número de profesores intelectuales y la SEU (Sindicato Español Universitario) fue sustituida por las asambleas libres de alumnos, lo que dio lugar a conflictos. Además, en 1965, grupos universitarios criticaron el régimen y este destituyó a dos profesores por apoyarles.
Ese mismo año, el clero joven criticó su jerarquía y se supo de la existencia de sacerdotes comunistas. En 1966 se suprimió la censura previa y se mantuvo a posteriori. En 1968, se creó una cárcel concordataria especial para sacerdotes, por ella pasaron un centenar y esto desgastó las relaciones Estado-Iglesia.
En 1969 hubo tal conflictividad que se declaró el estado de excepción. Además, ese año el príncipe Juan Carlos fue nombrado sucesor de la jefatura de Estado. Franco ya estaba viejo (77 años). En 1970, la Ley General de Educación hizo que el presupuesto para educación superara al de las fuerzas armadas. Además de surgir movimientos nacionalistas, el mayor problema del régimen fue ETA, que optó por la lucha armada y adquirió protagonismo porque en el proceso de Burgos cinco miembros fueron condenados a muerte y posteriormente indultados.
En 1971, con la Ley Sindical, se intentó modernizar el sindicato, pero fue un fracaso. También ese año, la Santa Sede colocó al cardenal Tarancón para dirigir la reorientación de la Iglesia española. Franco estaba alejado de las decisiones políticas por su estado de salud y su gobierno se debatía entre el aperturismo y el inmovilismo.
Últimos Años del Franquismo
En 1973, el dictador renunció por primera vez a sus funciones de jefe de Gobierno y Carrero Blanco tomó las riendas del poder, pero no por mucho tiempo, puesto que fue víctima del atentado más espectacular de ETA. En 1974, comenzaba el gobierno de Arias Navarro, que parecía aperturista porque pretendía una liberalización de la prensa, pero la otra cara de la moneda fue la ejecución de un anarquista y el conflicto con Antonio Añoveros. Había mucha conflictividad y, para agravar la situación, la crisis mundial del petróleo empezó a hacer efecto en el país. Además, la revolución de los claveles, de militares, en Portugal despertó expectativas de cambio en España, formándose así la Unión Militar Democrática, aunque solo contó con 80 oficiales.
La fuerte conflictividad hizo a Arias Navarro dar marcha atrás en sus promesas de apertura. La sociedad reclamaba la equiparación política con Europa. En 1975, Franco murió y comenzaba el periodo de transición de una dictadura a una democracia.
El Franquismo en el País Vasco: Represión y Resistencia
Introducción
En 1937 caía el Cinturón de Hierro, que defendía la última resistencia en el País Vasco frente a los sublevados. El cinturón cercaba Bilbao y su caída suponía el final de la Guerra Civil en el País Vasco, aunque siguió hasta poco después con la firma del Pacto de Santoña. A partir de ese momento se configuraban dos bandos: los vencedores (franquistas) y los vencidos (nacionalistas vascos, izquierdas y anarquistas). Las consecuencias del fin de la guerra en Euskadi fueron el exilio, las detenciones, los fusilamientos, y se suprimieron los conciertos económicos. La represión fue mucho mayor en Bizkaia y en Gipuzkoa por haber apoyado al bando republicano que en Álava, que había apoyado al bando franquista. Navarra también apoyó al bando franquista. Sin embargo, la gran represión no se produjo hasta 1939, cuando terminó la guerra.
El régimen franquista se basó en la dictadura de Franco, en una España sin divisiones y con una fuertísima represión.
Posguerra e Inicios del Régimen en el País Vasco
Los años de posguerra supusieron un golpe para la economía que, debido a la guerra y a la política de autoabastecimiento, provocó hambre, y la economía vasca quedó debilitada. Políticamente, fueron años de esperanza porque la posición vasca en el exilio trató de que los aliados les ayudaran a derrotar al franquismo. Pero lo máximo que se consiguió fue el Pacto de Baiona con el resto de fuerzas republicanas españolas.
Consolidación del Régimen y Oposición Vasca
Las esperanzas de la oposición vasca terminaron con la Guerra Fría, porque los aliados y el franquismo se unieron debido a su anticomunismo. En 1947 y 1951 se hicieron huelgas que resultaron inútiles. Además, España fue reconocida por la ONU y el Vaticano en 1955.
Se hizo un nuevo intento, el Congreso Mundial Vasco, en el que se reivindicaba el estatuto de autonomía, entre otras muchas cosas. Esto solo sirvió para el distanciamiento entre sí de las fuerzas del exilio. En 1957, el Gobierno Vasco firmó el Pacto de París, renunciando a la república y defendiendo la democracia.
Mientras, en el País Vasco, la Iglesia estaba muy controlada por el régimen, aunque esta, en la clandestinidad, defendía el nacionalismo. Nació una oposición en los años 60 entre los párrocos vascos que rechazaban el franquismo. Comenzó en España la etapa del desarrollismo y parecía que había algo de aperturismo, lo que favoreció la industria vasca. Mientras, la oposición seguía siendo débil pero empezaba a fortalecerse.
Surgimiento de ETA y Reacciones al Franquismo
El PNV fue criticado especialmente en el interior debido a su lentitud de reacción. Era considerado débil por la represión, había perdido apoyo internacional y tenía disputas internas. Por eso se había fundado EKIN, grupos juveniles de familias nacionalistas que defendían el euskera y la independencia de Euskal Herria. Este grupo se había unido al PNV como sus juventudes, pero en 1959 se separaron y fundaron ETA (Euskadi ta Askatasuna). Un año después murió José Antonio Aguirre en París.
En 1959 surgió el Plan de Estabilización que supuso una mejora de la industria vasca. En 1960, 339 sacerdotes vascos firmaron un documento en el que se declaraban en contra del franquismo. Denunciaban en él la política del régimen en contra de las libertades humanas.
En los primeros años, ETA se dedicó a hacer pintadas en muros y a colocar explosivos. El grupo no se hizo conocido hasta 1970, cuando 16 miembros fueron juzgados en Burgos.
Oposición y Fin del Franquismo en el País Vasco
Los años finales del franquismo (1970-1975) supusieron en el País Vasco, y en otros lugares, que se avivara la oposición. Había un sentimiento de contradicción debido a que la economía se desarrollaba, pero la política no. En 1973, ETA llevó a cabo su acción más espectacular asesinando al presidente del gobierno, colocado por Franco, Carrero Blanco. Este atentado fue impresionante y solo hubo una víctima, su objetivo. Este mismo año cayó la economía drásticamente debido a la crisis del petróleo.
En 1974, el obispo de Bilbao, Antonio Añoveros, defendió públicamente el derecho del pueblo vasco de preservar su identidad. Mandó leer esa homilía en las iglesias el 24 de febrero. Esto supuso un duro golpe para el régimen. Por esto, fue sometido a arresto domiciliario. Para ese momento, la Iglesia contaba con ikastolas dependientes de ella con más de 12 000 alumnos.
Del mismo modo, el movimiento obrero amplificó la protesta social, política y económica. A las CCOO se le unieron UGT, USO (Unión Sindical Obrera), ELA (Euskal Sindikatua) y PSOE. Los partidos obreros tomaron protagonismo a la vez que ETA. En 1975, Franco murió y comenzó la etapa de transición.
Transición Española: De la Dictadura a la Democracia (1975-1982)
Introducción
En 1975 había una gran crisis económica en Europa. Franco moría tras 40 años de dictadura. Quedaba un país renovado, con posibilidades de futuro, pero que había vivido unas fuertes limitaciones políticas durante todo el mandato. Comenzó así un periodo de cambio de dictadura a democracia llamado Transición. Fue un cambio “no violento” que supuso la llegada de libertades. A lo largo de la transición hubo tres presidentes y el proceso terminó en 1982, con el acceso del PSOE al gobierno.
Gobierno de Arias Navarro
Dos días después de la muerte de Franco, Juan Carlos I fue proclamado rey. Dio un discurso para la tolerancia y la libertad. Junto con la proclamación como rey llegó un indulto para los presos políticos. El rey retuvo a Arias Navarro en su puesto para no alarmar a los seguidores del dictador. También colocó a su antiguo profesor de derecho, Torcuato Fernández Miranda, en la presidencia de las Cortes, con la tarea de transformar la dictadura nacionalcatólica en un régimen parlamentario.
En 1976, hubo mucha conflictividad y numerosas huelgas, que mostraban la impaciencia por la lentitud de las reformas. Hubo también las primeras manifestaciones feministas, y en Cataluña y País Vasco, fuertes movilizaciones a favor de la autonomía. La represión seguía siendo fuerte. Uno de los conflictos más graves fue el asesinato de cinco manifestantes en Vitoria el 3 de marzo de 1976 por parte de la policía. La actividad de ETA continuaba con la intención de incrementar la tensión.
En 1976, quedó constituida la Coordinación Democrática, que era una alianza de todas las fuerzas políticas democráticas. Pedían una amnistía para los presos que quedaban, la legalización de partidos y sindicatos prohibidos y defendían las libertades.
Primer Gobierno de Adolfo Suárez
En julio de 1976, Adolfo Suárez fue nombrado por el rey presidente por idea de Fernández Miranda. El rey se había fijado en él por ser de su generación. Era falangista, pero sorprendió por su actitud reformista y abierta al diálogo. Su elección fue un acierto, hizo de forma muy rápida cambios democráticos: amnistía a presos políticos, reforma constitucional y elecciones libres. Era un gobierno tolerante que permitió que se mostraran públicamente partidos y revistas prohibidas.
Suárez empezó a establecer contactos con el líder del PSOE, en ese momento ilegal, Felipe González, también con Santiago Carrillo, líder del PCE, e incluso con CCOO para la reforma sindical. Esto hizo que el vicepresidente, ultraconservador, dimitiera y Suárez aprovechó para colocar a un militar liberal en su puesto, Gutiérrez Mellado. En 1977, unos pistoleros de ultraderecha asesinaron a cinco abogados vinculados a CCOO y PCE, pero a pesar de ello la desaparición de símbolos falangistas fue llevada a cabo a buen ritmo. Pero la reforma sindical carecía de credibilidad si no se legalizaba el PCE, así que Suárez lo legalizó en Sábado Santo aprovechando la situación de festividad del día.
En junio de ese mismo año se celebraron las elecciones. Hubo una participación del 77,3% y la UCD de Suárez obtuvo el triunfo, seguido por el PSOE.
Segundo Gobierno de Suárez (1976-1979)
Un nuevo acierto de Suárez fue el Pacto de la Moncloa de 1977. Fue firmado por el gobierno y por representantes de los partidos políticos. Se pactó también con sindicatos y empresarios. Su función era reducir la inflación y emprender las reformas fiscal, de Seguridad Social y de empresas públicas. En definitiva, un pacto político. Una reforma importante fue la de Hacienda.
Desde el final de la dictadura, en muchos lugares existía un sentimiento anticentralista. Para Suárez, había una cuestión muy importante que atender: la reivindicación autonómica. En Cataluña, Suárez contactó con Josep Tarradellas, el interlocutor ideal, y lo colocó frente a la Generalitat establecida por decreto. En el País Vasco era distinto, sí que había tomado medidas como legalizar la ikurriña, pero solo era un pequeño paso.
El gobierno se puso en marcha para crear un nuevo estado a partir de una nueva constitución. Esta fue aprobada en 1978 por referéndum. Hubo un 67% de participación y el PNV se abstuvo. Características:
- España se convertía en una monarquía parlamentaria.
- Limitaba las facultades de la corona y garantizaba el poder a las Cortes.
- Establecía un Estado no confesional.
- Se detallaban los derechos individuales, la mayoría de edad a los 18 años y se permitía el divorcio.
- Abolía la pena de muerte y reconocía el derecho de autonomía a toda la región que lo solicitara.
Tercer Gobierno de Suárez
UCD ganó las nuevas elecciones, pero no por mayoría absoluta. El PSOE ascendió mucho, tanto que llegó a la alcaldía de Madrid y Barcelona en 1979.
Estatuto de Gernika (1979)
El mismo día de entrar en vigor la Constitución se presentó el proyecto de Estatuto Vasco. En 1979, la UCD hizo públicos sus puntos de disconformidad con el estatuto. Empezó un proceso negociador en el que participó Suárez personalmente. Eso sirvió para llegar a un acuerdo. El PNV cedería ante el nacionalismo moderado. El estatuto, firmado en Gernika, fue muy semejante al de 1936. El País Vasco se convertía en comunidad autónoma. La euforia de la población fue enorme.
Tras muchas negociaciones con el PNV, el Estatuto de Autonomía del País Vasco y el catalán fueron aprobados por referéndum en octubre. Sin embargo, en 1980, empezaron problemas dentro de UCD y parecía que Suárez no era capaz de solucionarlos. Finalmente, en 1981, cansado de esos problemas, del distanciamiento de la patronal y de la Iglesia, Suárez hizo pública su renuncia a la presidencia.
Últimos Años de la Transición
UCD colocó a José Calvo Sotelo como candidato a la presidencia. El 23 de febrero se realizó el golpe de Estado de Tejero en el Congreso de los Diputados y la toma de Valencia por el capitán Milans del Bosch. Pero el rey intervino y fracasaron.
Ese golpe marcó la siguiente política, bajo la presidencia de Calvo Sotelo. Él trataba de volver a la normalidad. Se aprobó la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA). El Congreso aprobó una progresista ley del divorcio. Sotelo orientaba la política a derecha o a izquierda con el objetivo de apaciguar y esto ocasionaba fisuras en la otra camarilla.
Sotelo logró meter a España en la OTAN. Y cansado de las escisiones de su partido, adelantó las elecciones a octubre de 1982, en las que ganó el PSOE poniendo fin al periodo llamado Transición. En 1985 consiguieron que España entrara en la UE.