Consolidación y Conflictos en la Corona de Aragón
La Corona de Aragón, bajo el reinado de figuras clave, experimentó una notable expansión y enfrentó diversos conflictos internos y externos. Alfonso V consolidó las posesiones catalano-aragonesas en Italia, estableciendo Nápoles como su capital. Mantuvo guerras contra Génova, el Papado, Francia y Venecia. En su testamento, legó Nápoles a su hijo Ferrante y el resto de sus posesiones a su hermano Juan II.
Las Guerras Civiles y el Reinado de Juan II
Juan II (1458-79) heredó extensiones de Castilla y lideró luchas contra Álvaro de Luna. Se convirtió en rey consorte de Navarra y colaboró en la conquista de Nápoles. Tras la muerte de su esposa, Blanca de Navarra, se convirtió en rey titular de Navarra. Los beamonteses apoyaron a su hijo Carlos de Viana, mientras que los agramonteses respaldaron al rey. Enrique IV apoyó a los beamonteses. La guerra civil enfrentó a la Generalitat y Francia contra el rey. La pacificación del principado y la recuperación del Rosellón y la Cerdaña fueron obra de su hijo Fernando II “el Católico”.
Conflictos Sociales y Urbanos
Se produjeron movimientos sociales liderados por campesinos y artesanos. El conflicto de los payeses de remensa, campesinos catalanes que no podían abandonar la tierra sin pagar un rescate, fue uno de los más importantes. Gracias al apoyo real, se creó el Gran Sindicato Remensa. La solución llegó con la sentencia arbitral de Guadalupe (1486), que otorgó libertad a los campesinos para vender sus tierras. En Barcelona, las rivalidades políticas entre La Biga y La Busca llevaron a enfrentamientos urbanos. La Biga, formada por grandes mercaderes, se hizo con el gobierno, pero el conflicto terminó con la imposición de la insaculación por Fernando II. Esta crisis hizo que Barcelona cediese a Valencia el puesto de capital financiera de la Corona de Aragón.
Conflicto en el Reino de Navarra
Navarra, gobernada por dinastías francesas, mantuvo su independencia. Los enfrentamientos políticos entre Juan II y su hijo Carlos de Viana llevaron a un conflicto prolongado. Los beamonteses apoyaban a Carlos, mientras que los agramonteses respaldaban a Juan. Fernando el Católico estableció un protectorado sobre el Reino de Navarra y lo incorporó a Castilla en 1515.
Expansión Mediterránea de la Corona de Aragón
La Corona de Aragón extendió su dominio por el Mediterráneo, incluyendo las Islas Baleares, Sicilia, Cerdeña, Nápoles y algunas plazas en el norte de África. Esta expansión se debió a:
- El final de su expansión en la Península.
- El apoyo de la burguesía comercial catalana.
- La presencia de los almogávares, mercenarios catalanes.
- El interés en el prestigio en el Mediterráneo y el enfrentamiento con Francia.
Expansión por Sicilia y el Mediterráneo Oriental
Tras las Vísperas Sicilianas (1282), los sicilianos ofrecieron la corona a Pedro III. Jaime II nombró a su hermano Fadrique rey de Sicilia y autorizó la partida de la Gran Compañía de Almogávares liderada por Roger de Flor hacia Constantinopla. El asesinato de Roger de Flor originó “la venganza catalana”. En 1311, conquistaron Atenas y establecieron un ducado bajo la autoridad de Federico II de Sicilia. En 1308, conquistaron Tesalia y crearon el condado de Neopatria.
Incorporación de Cerdeña, Mallorca y Sicilia
La conquista de Cerdeña se produjo en 1323. Pedro IV el Ceremonioso incorporó el reino de Mallorca. Los ducados de Atenas y Neopatria se unieron en 1381. Sicilia se unió a la Corona en 1409. Martín “el Joven” murió en Cerdeña, y sus derechos pasaron a su padre Martín “el Humano”.
Alfonso V y Nápoles
Las campañas militares para conquistar Nápoles culminaron en 1442. Fernando II “El Católico” se anexionó Nápoles en 1503.
Rutas Atlánticas: Castilla y Portugal
Castilla mantuvo una hegemonía naval en el Atlántico norte, monopolizando la exportación de vinos y controlando la llegada de la lana. En el Atlántico sur, los castellanos desarrollaron una política de expansión en competencia con los portugueses. Conquistaron y colonizaron las Islas Canarias.
Conquista de las Islas Canarias
Los guanches, habitantes de las islas Canarias, se dedicaban al pastoreo y a una agricultura rudimentaria. La conquista fue un proceso largo y discontinuo:
- Jean de Béthencourt tomó Lanzarote, Fuerteventura y El Hierro (1402-06).
- Fernán Peraza continuó la repoblación con castellanos (1418).
- Tras la llegada al trono de Isabel “la Católica”, se conquistaron Gran Canaria, Tenerife y La Palma.
Parte de la población guanche fue reducida a la esclavitud.